El jefe de Casaus no reenvió los correos de Bankia porque "eran opiniones de futuro"

Los famosos correos del inspector José Antonio Casaus en los que alertaba de la inviabilidad de Bankia y de las graves consecuencias que tendría sacarla a bolsa no fueron considerados una alerta por el destinatario de los mismos, Pedro Comín, entonces coordinador de Inspección. Al contrario, los ha calificado como "opiniones de futuro que contenían errores" en su declaración de este martes ante el juez Andreu de la Audiencia Nacional, por lo que solo los debatió con su superior inmediato, Pedro González, y no los reenvió a la cúpula del Banco de España. Ahora bien, González ha reconocido que sí discutió su contenido con el entonces subgobernador, Javier Aríztegui, y, en menor medida, con el gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez.

Después de estas declaraciones, el magistrado ha decidido citar al propio Casaus para que vuelva a declarar este mismo jueves, día en que comparecerán también MAFO y Aríztegui. Se trata de contrastar las versiones ofrecidas este martes por Comín y González con la que dio en su día el inspector al explicar sus correos ante Andreu. Esta nueva comparecencia se antoja clave para la continuidad del caso Bankia.

De esta forma, la cúpula del supervisor bancario no queda totalmente al margen de las posibles responsabilidades penales en la salida a bolsa de Bankia, ya que, aunque no recibieron los correos, sí estaban al tanto de su contenido. Según fuentes jurídicas, González ha admitido que el subgobernador y el gobernador estaban al tanto de la opinión de Casaus dentro de la relación fluida que mantenían. Es decir, MAFO y Aríztegui eran conscientes de la grave situación de Bankia y, aun así, decidieron seguir adelante con la OPV de Bankia, el grueso de la cual fue a parar a inversores minoristas.

Comín ha declarado que se limitó a "analizar y debatir 'ad nauseam" el contenido de los correos con González, pero que consideró que no tenían tanta trascendencia porque eran opiniones personales de futuro que podían cumplirse o no, y que incluso no eran compartidas por el resto del equipo de inspectores. Asimismo, ha asegurado que contenían errores, como, por ejemplo, respecto al margen de explotación: Casaus sostenía que Bankia era inviable porque no generaba beneficios, pero “Bankia generaba dinero". A su juicio, los correos fueron precipitados y "no estaban suficientemente pensados", y hay que verlos no como algo aislado sino en conjunto con los informes de seguimiento, elaborados también por Casaus pero mucho más moderados.

El juez Andreu ha citado al inspector Casaus, el autor de los correos, para que comparezca el jueves después de Fernández Ordóñez

No obstante, Comín también ha admitido que se equivocaron él y, en general, el Banco de España en algunas cosas, como demuestra que finalmente la entidad tuviera que ser nacionalizada y objeto del mayor rescate de la historia con dinero público. Una de ellas es el 'swap' que tenían Picton y Deutsche, que le costó 1.300 millones a Bankia y que denunciaron los peritos Víctor Sánchez Noguera y Antonio Busquets.

"Bankia estaba en una cómoda situación"

En cuanto al contenido de los correos, Comín se ha explayado sobre las cuestiones técnicas a las que aludía Casaus en sus correos: liquidez, solvencia, beneficios ficticios, morosidad oculta, problemas de gobernanza, etc. Pero se ha aferrado a la estrategia de defensa que han seguido el BdE y Deloitte (el auditor de Bankia), según la cual la filial que salió a cotizar (Bankia) tenía unas cuentas que reflejaban su realidad y los posibles problemas estarían en la matriz del grupo (BFA).

En este sentido, ha apoyado la tesis de que los correos no cuestionan las cuentas de la salida a bolsa y que Bankia se encontraba en "una cómoda situación financiera" a pesar de los ajustes. También se ha ratificado en que existían los 3.000 millones de provisiones genéricas cuya existencia ponen en duda los peritos del Banco de España.

El fiscal y el FROB 'pasan'

El receptor de los correos de Casaus y su superior inmediato han respondido principalmente al interrogatorio de la acusación popular que dirige Andrés Herzog y de su abogado defensor, que se ha prolongado durante más de cuatro horas (entre los dos). Al igual que sucedió el lunes con las declaraciones de Julio Segura y Fernando Restoy, ni el fiscal anticorrupción, ni el abogado del Estado, ni el FROB, en teoría acusación particular, han preguntado nada. Todos ellos, junto al juez Andreu, se opusieron a la imputación de los antiguos responsables del Banco de España y de la CNMV, pero la Sala de lo Penal de la Audiencia les obligó a investigarlos.

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El lunes, tanto Segura como Restoy (presidente y vicepresidente de la CNMV en 2011) basaron su defensa en que no es competencia de ese organismo revisar las cuentas de las empresas que salen a bolsa, sino que eso corresponde al auditor y, en el caso de las entidades financieras, al Banco de España. Por eso mismo, declararon que no tuvieron conocimiento de los correos de Casaus

Comín es uno de los tres altos cargos del Banco de España que han dimitido por su imputación en el caso Bankia; hasta ese momento, era director adjunto de Supervisión. También han presentado su renuncia Mariano Herrera, director general de Supervisión (que declarará el miércoles), y el citado Pedro González, que en 2011 era el superior de Comín pero después pasó a estar por debajo como jefe de departamento. El jueves prestarán declaración MAFO y su entonces subgobernador, Javier Aríztegui, que ha dimitido temporalmente de su actual puesto en el BCE.