Bankia compra a Activum su segundo gran edificio de oficinas de la 'era Goiri'

Hace ya muchos años que a Bankia se le quedaron pequeñas sus oficinas de la madrileña Torre Kio. Hace más de una década, cuando todavía era solo Caja Madrid, la entidad ya empezó a plantearse su traslado y, para ello, adquirió a Repsol el imponente rascacielos que Norman Foster había diseñado en la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid.

Pero la operación ha terminado siendo una ruina para el banco, que pagó por este edificio 800 millones y lo terminó vendiendo por la mitad. Sin embargo, las necesidades de espacio de Bankia son una realidad que ahora, bajo el mandato de José Ignacio Goirigolzarri, está afrontando con una comedida pero paulatina política de adquisición de activos para usos corporativos.

Así, el pasado diciembre, la entidad adquirió a Activum un edificio de oficinas situado en la zona de Julián Camarillo, un área de segundo nivel que, sin embargo, se encuentra actualmente inmersa en un proceso de relanzamiento gracias al impulso que están llevando patrimonialistas como Torre Rioja.

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Se trata del número 32 de la calle Santa Leonor, un inmueble que consta de 10.134 metros cuadros, repartidos entre dos plantas de sótano, con más de un centenar de plazas de aparcamiento, una baja, cuatro alzadas y otra de torreones.

Bankia ha adquirido este edificio para instalar ahí a todos los trabajadores del Departamento de Multicanalidad, que hasta el año pasado estaban bajo régimen de alquiler, precisamente, en la Torre Foster que acaba de adquirir Amancio Ortega.

La entidad ha confirmado la adquisición de este edificio, pero ha descartado desvelar el importe, que según fuentes de mercado se movería entre los 2.000 y 2.500 euros el metro cuadrado, lo que elevaría la cifra final de la transacción hasta una horquilla de 20 millones de euros.

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Es la segunda gran compra de un edificio de oficinas que protagoniza Bankia, después de la adquisición cerrada en diciembre de 2015 del inmueble donde tiene sus servicios informáticos en Las Rozas, por 130 millones de euros, al grupo sueco SEK, que cinco años antes se lo había comprado a Caja Madrid por 108 millones con el compromiso de la entidad de permanecer como inquilino ('sale & leaseback').

Con estas dos operaciones, la entidad logra equilibrar un poco los errores del pasado, ya que, por una parte, ha cambiado un caro alquiler en uno de los edificios más emblemáticos de Madrid por una compra que ha podido realizar a un precio ajustado, y, por otra, reajusta los números de una venta que se realizó en los momentos más duros de la crisis financiera.

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Con esta venta, Activum completa su segunda desinversión en España, tras la venta a la socimi Axiare de un edificio de oficinas en la calle Manuel de Falla. La gestora liderara en nuestro país por el ex Cerberus Brian Bettel adquirió estos dos activos a través de su vehículo Activum SG Fund III, el mismo con el que abordó la compra del Mercado de Fuencarral, operación que lo consolidó como uno de los grandes actores del mercado.

Posteriormente levantó un vehículo específico para España, el Iberian, con el que ha abordado también importantes adquisiciones, como el centro comercial Heron City en Barcelona, la galería comercial de Fuencarral 77, un hotel en la ronda de Atocha o la cartera de centros comerciales, compuesta por los madrileños Sexta Avenida y Espacio Torrelodones, además del cacereño Ruta de la Plata.

Aunque desde sus primeros pasos en España, que se remontan a dos años atrás, Activum ha apostado por el negocio residencial, como demostró con la adquisición de unos terrenos en la alicantina localidad de San Juan, ha sido en los últimos tiempos cuando ha acelerado también su apuesta por este mercado, con importantes adquisiciones de suelo en los municipios madrileños de San Sebastián de los Reyes y Alcalá de Henares, sin olvidar la promoción de lujo de Fuencarral 77 o su reciente irrupción en la Costa del Sol con dos terrenos en Marbella y Estepona.