Carmena hace de oro a Merlin: paga de más por Alcalá 45 para cumplir el presupuesto
El Ayuntamiento de Madrid ha pagado un 14% más del precio que la socimi tenía en libros por el edificio de Alcalá 45 y, además, le ha ahorrado una costosa reforma
Ahorro de 23 millones de euros en alquileres. Este fue el principal argumento que esgrimió el Ayuntamiento de Madrid hace un mes para justificar la compra del edificio Alcalá 45, sede de las concejalías de Economía y Hacienda y de Participación Ciudadana, por 104 millones de euros.
La noticia fue una sorpresa en el mercado y, según las fuentes consultadas por El Confidencial, surgió a iniciativa del equipo de Manuela Carmena, que en la recta final del año pasado manifestó a Merlin su deseo de adquirir el edificio, cuyo contrato de alquiler concluía dentro de dos años, en 2019.
El precio que ofreció el consistorio y el gran interés que manifestó por cerrar un rápido acuerdo, antes de concluir 2016, convencieron sin problemas a Merlin, socimi que, sin haberlo buscado, se encontró con un jugoso aguinaldo justo antes de las navidades, y con un problema menos en el corto plazo.
La compañía, que se hizo con este activo en 2015 al comprar Testa Inmobiliaria, tenía contabilizado en libros el edificio en 91 millones de euros, lo que significa que el ayuntamiento ha pagado un sobreprecio de 13 millones, o un 14% del valor que la propia Merlin confería a su edificio.
Además, debido al inminente vencimiento del contrato de alquiler, la socimi se enfrentaba a una costosa obra de rehabilitación del edificio, tanto en términos económicos como de gestión, ya que iba a necesitar negociar nuevas licencias con el ayuntamiento, es decir, con la misma administración que estaba pidiendo comprar el inmueble.
Ahora será el consistorio el que tenga que afrontar este desembolso y, de hecho, prevé llevar a cabo una reforma del inmueble para dar cabida a más personal.
Coincidencia o consecuencia, la realidad es que apenas tres semanas después de vender Alcalá 45 por 104 millones, Merlin cerró la compra de Torre Agbar, un auténtico edificio trofeo, por 140 millones.
Los partidos de la oposición se han mostrado seriamente sorprendidos con esta operación, ya que en diversos informes de consultoras y tasadoras inmobiliarias que han solicitado al efecto, han constatado que el precio de mercado de este edificio ronda los 90 millones de euros, según afirman fuentes políticas.
De hecho, varias formaciones sospechan que detrás del sobreprecio pagado por el equipo de Ahora Madrid se esconde una estratagema para ejecutar el presupuesto justo antes de terminar el año, un 21 de diciembre, ya que hasta un mes antes apenas se llevaba ejecutada una tercera parte.
Frente a estos números y sospechas, desde el ayuntamiento se insistió en que haber mantenido el contrato de alquiler hasta 2019 hubiera supuesto para el consistorio un desembolso de 20 millones, números que según las fuentes consultadas por El Confidencial incluyen el IVA.
En apenas 15 años, Alcalá 45 ha sido objeto de tres operaciones de compraventa que siempre han tenido como protagonista al Ayuntamiento de Madrid. En diciembre de 2001, BBVA vendió al entonces alcalde, José María Álvarez del Manzano, este inmueble y otro en el paseo de Recoletos por 16.000 millones de pesetas de la época (96,6 millones de euros).
Tres años después, en enero de 2005, ya con Alberto Ruiz-Gallardón al frente del Palacio de Cibeles y en pleno calentón del mercado inmobiliario, el número 45 de la castiza arteria fue vendido a Sacyr, entonces dueña de Testa, por 99,7 millones, eso sí, a cambio del citado acuerdo de alquiler.
Ahorro de 23 millones de euros en alquileres. Este fue el principal argumento que esgrimió el Ayuntamiento de Madrid hace un mes para justificar la compra del edificio Alcalá 45, sede de las concejalías de Economía y Hacienda y de Participación Ciudadana, por 104 millones de euros.
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