Ofensiva de Carmena para transformar el planteamiento de los desarrollos del sureste

Es la Puerta Norte del sur de Madrid. Del mismo modo que el equipo de Gobierno de Manuela Carmena presentó su propio modelo para Operación Chamartín tras organizar varias mesas participativas con todas las partes implicadas, este mismo lunes prevé dar un paso similar, pero con impacto en las antípodas, es decir, en los ámbitos conocidos como Los Cerros, Los Berrocales, Los Ahijones y Valdecarros, que forman parte de los desarrollos del sureste de la capital.

Tras la sentencia del Tribunal Supremo que refrendó la validez del Plan general de ordenación urbana de Madrid (PGOUM), el área dirigida por José Manuel Calvo, delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, está trabajando en soluciones que permitan ir recuperando la normalidad a todos los desarrollos que quedaron paralizados por la crisis y las guerras judiciales. Eso sí, adaptándolos al modelo de ciudad que Ahora Madrid ha llevado al Palacio de Cibeles.

Sobre estas dos pautas, el Ejecutivo madrileño presentará este lunes la Mesa social de análisis y alternativas de la estrategia de desarrollos del sureste (EDSE), iniciativa similar a la vista en Chamartín, y a la que se invitará a asociaciones de vecinos, representantes de la Comunidad de Madrid y del Ministerio de Fomento, a los grupos municipales, a las juntas de compensación, sindicatos, colegios profesionales, Sareb y colectivos ecologistas, entre otras organizaciones.

La idea del consistorio es plantear un nuevo modelo de ordenación del territorio que, en línea con lo ya visto en Puerta Norte y Operación Calderón, el Ayuntamiento quiere que contemple reducir la edificabilidad, limitar alturas y ampliar las zonas verdes, en esta ocasión, con la creación de un corredor ecológico, según afirman fuentes conocedoras.

Los conocidos como desarrollos del sureste son 13 ámbitos y sectores que suman 5.813 hectáreas y casi 22 millones de metros cuadrados edificables, dimensiones que permiten compararlos con la ciudad de Barcelona.

En los barrios de Los Cerros, Los Berrocales, Los Ahijones y Valdecarros, la actual ordenación ofrece cabida para 105.000 nuevas viviendas y 300.000 habitantes que, sumados a los vecinos Ensanche de Vallecas y Cañaveral, permitirían alcanzar una población cercana a los 400.000 habitantes.

En línea con lo ya visto en Calderón y Chamartín, los planes del consistorio van dirigidos a reducir alturas, edificabilidad y ganar zonas verdes

En abril de 2011, cuando el Palacio de Cibeles estaba gobernado por el PP, y ante la imposibilidad de ejecutar de forma unitaria toda la urbanización, el Ayuntamiento firmó un acuerdo marco con las entidades urbanísticas de los ámbitos para realizar una ejecución por etapas y ajustar las garantías económicas hasta 2035, pacto que Ahora Madrid quiere revisar, convencido de que debe replantearse todo el desarrollo del sureste.

Desde que llegó al Palacio de Cibeles, el equipo de Manuela Carmena ha tenido en el urbanismo uno de sus principales caballos de batalla, donde se ha visto atacado por todos los frentes: por una parte, se le ha acusado de espantar inversiones y tener paralizada la ciudad, y por otra, de ser continuista con el modelo del PP, al haber terminado dando luz verde a importantes desarrollos como Mahou-Calderón y Valdebebas, o a proyectos de las dimensiones de Canalejas y Quinta Torre, ambos tan emblemáticos como polémicos.

En un ejercicio de equilibrismo entre estos dos extremos, Calvo ha optado por tratar de desbloquear el sur de Madrid, pero con su propia propuesta y el poder que confiere ser la autoridad en aspectos clave como la reparcelación o las licencias de obra. El problema, como se ha visto con la Puerta Norte de Operación Chamartín, es que estas iniciativas también pueden caer en un nuevo bloqueo.