Carmena y Villar-Mir 'se olvidan' de invitar a PSOE y C's al estreno de la Quinta Torre

Planta 42 de Torre Espacio. En el sitio principal del estrado, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, arropada por su concejal de Urbanismo, José Manuel Calvo. Enfrente, en la primera fila del público asistente, el presidente de OHL e Inmobiliaria Espacio, Juan Villar-Mir de Fuentes, acompañado por la portavoz del PP en el consistorio, Esperanza Aguirre, y el concejal de la formación popular José Luis Martínez-Almeida.

Ni Ciudadanos ni PSOE, los otros dos partidos de la corporación municipal, contaron con ningún primer espada en el acto de presentación de la Quinta Torre, proyecto rebautizado como Caleido. ¿El motivo? No fueron invitados, según han confirmado fuentes de las dos formaciones. Aunque, para ser precisos, la explicación que han recibido es que fue el lunes por la tarde cuando se les envió una convocatoria, la cual todavía desconocen a quién ha llegado.

Solo Aguirre recibió una invitación personal de los promotores, gracias a la buena relación que desde hace años mantiene tanto con la familia Villar Mir, concesionaria del rascacielos, como con Diego del Alcázar, presidente del Instituto de Empresa, que será el principal inquilino del complejo. Pero, como portavoz del PP, padeció el mismo 'olvido' que el resto de formaciones.

¿Qué ha pasado? Desde la oposición coinciden en afirmar que, por una cuestión de protocolo, corresponde al ayuntamiento invitar a todos los partidos que forman parte de la corporación municipal. Pero desde Ahora Madrid niegan esta máxima, y aseguran que tanto la alcaldesa como el concejal de Desarrollo Urbano son unos meros invitados, sin potestad para convocar a nadie y que, cuando desde Inmobiliaria Espacio se les preguntó a quién iban a invitar, respondieron que a nadie.

Aunque todo parece indicar que la compañía dejó fuera de ese 'nadie' al resto de partidos, ya que tradicionalmente, en este tipo de actos, les convoca el ayuntamiento. Suposición que saltó por los aires el lunes, cuando trató de enmendarse a toda prisa y a última hora el desplante al grueso de la corporación municipal.

Mes y medio de preparativos

Hace mes y medio que se empezó a organizar la puesta de largo de la Quinta Torre, proyecto emblemático para Madrid, que supondrá una inversión de 300 millones de euros y que, solo en su fase de construcción, permitirá crear 864 puestos de trabajo a nivel local, y 1.559 de alcance regional, con un impacto económico de 54 millones de euros en Madrid y 85 millones en toda la comunidad.

Estas cifras, sumadas al tiempo que hace que empezó a prepararse el acto, permiten tachar de esperpéntica la falta de representación de la corporación municipal. Más aún cuando los terrenos donde se va a levantar el rascacielos son propiedad del Ayuntamiento de Madrid, y que con este complejo consigue cerrarse una de las principales heridas que tiene la capital por el norte (con permiso de operación Chamartín).

Detrás del 'olvido' de las invitaciones parece esconderse una complicada negociación entre los promotores del proyecto y el consistorio, ya que los primeros, según la fuentes consultadas por este medio, trataron en todo momento de comprometer por igual a Inmobiliaria Espacio y al consistorio, mientras que el equipo de Manuela Carmena trató de desligarse todo lo posible.

De hecho, la alcaldesa apenas hizo una brevísima exposición inferior a dos minutos, y rechazó el ofrecimiento de ser la encargada de cerrar el acto. Suma y sigue, porque también fue la primera autoridad en abandonar el acto, salida acelerada que llevó al propio presidente de OHL e Inmobiliaria Espacio, Juan Villar-Mir de Fuentes, a interrumpir la conversación en la que estaba para acudir corriendo a despedirla cuando ya se encontraba en la zona de ascensores.

Esperanza Aguirre, en cambio, fue la última en abandonar la planta 42 de Torre Espacio, donde departió tanto con los herederos de Villar Mir y Alcázar como con los arquitectos del proyecto, los estudios Fenwick & Iribarren y Serrano Suñer, periodistas, directivos y empresarios que habían sido invitados por la iniciativa privada. La pública prefirió quedarse al margen.