Sabadell embarga a Manrique sus casas de lujo a cambio de una quita de 40 millones

Manuel Manrique ha pasado unas navidades agridulces. El presidente de Sacyr ha visto cómo el Banco Sabadell le ha ejecutado un préstamo de 90 millones de euros que tenía impagado, pero al mismo tiempo ha conseguido que la entidad crediticia le saque de la lista de morosos del Banco de España, en la que había entrado por no cumplir con sus obligaciones financieras. Una operación compleja que le deja en muy mala situación ante su consejo de administración.

Según han confirmado distintas fuentes, Sabadell ha decidido perdonarle entre 30 y 40 de los 90 millones que Manrique le debía a través de Cymofag y Telbasa, dos de las sociedades personales por mediación de las cuales tiene su patrimonio. Una quita que se suma a la ejecución de cerca de 40 millones adicionales a cambio de los cuales el banco presidido por Josep Oliu se ha quedado con el 2,37% de la constructora.

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Pero, además, el grupo participado por el Grupo Planeta e Isak Andic, dueño de Mango, ha decidido quedarse con sus dos casas de lujo en Marbella y en Cádiz, esta última situada en la elitista urbanización de Sotogrande. Una fórmula para compensar la condonación del principal que le había perdonado y que previsiblemente tendrá continuación con la puesta a la venta de ambos inmuebles.

Para completar la jugada, Sabadell le ha dado un nuevo crédito de unos 20 millones, que tienen como garantía el 1,86% que Manrique aún posee de Sacyr. Este paquete, que le relega a un irrelevante séptimo puesto accionista de la constructora, tiene un valor actual de mercado de unos 22,7 millones de euros. Por tanto, tras esta alambicada operación, el empresario jienense está curiosamente al corriente de pago.

De esta manera, Manrique ha conseguido algo esencial para mantenerse en la presidencia del grupo de servicios y concesiones: salir de la lista de morosos que la banca entrega al Banco de España cuando un cliente no cumple con sus obligaciones financieras. Cymofag ya había entrado en la citada lista negra, por lo que Sabadell tenía que provisionar el 100% del crédito.

Pese a haber salvado el cuello, la situación es muy complicada para Manrique, ya que al haber visto reducida su participación desde el 9% que llegó a tener apenas a un 1,87%, podría perder uno de los dos puestos que tiene en el consejo de administración. Además de su sillón de presidente, la familia está representada por Gonzalo Manrique —su hijo— en nombre de Cymofag.

La amenaza de BBVA

Pero los problemas pueden ser aún mayores en función de las decisiones que próximamente adopten BBVA, Popular y Santander, otros acreedores de Manrique, que ha llegado a tener una deuda superior a los 200 millones, según los últimos datos remitidos en 2010 al Registro Mercantil. Desde ese año, el presidente de Sacyr no cumple con la obligación de hacer públicas sus cuentas, al considerar que se trata de “un asunto privado”. Pero su endeudamiento personal ha afectado finalmente al accionariado de la constructora, en el que ahora está un banco por ejecución obligatoria de un préstamo.

Parte del dinero que adeuda a BBVA, Popular y Santander fue utilizado para comprarse en 2007, en pleno 'boom' del ladrillo, una finca —El Santo— a las afueras de Madrid, en la localidad de Aldea del Fresno, por la que pagó unos 40 millones de euros. Según distintas fuentes, su valor actual es sustancialmente menor, por lo que podría enfrentarse a nuevos impagos. La relación de Manrique con BBVA es muy tensa desde hace años, hasta el punto de que el banco retiró la financiación a la empresa, mientras que con el Santander tiene un diálogo más fluido.