Slim logra el apoyo de la banca española para refinanciar FCC por 4.511 millones

Desde que tomó el control del consejo de administración el pasado mes de junio, apenas seis meses le ha costado a Carlos Slim, uno de los dos hombres más ricos del mundo, conseguir el visto bueno de la banca española para refinanciar la histórica deuda de FCC. Según explican distintas fuentes, la constructora controlada desde el pasado verano por el magnate latinoamericano tiene ya prácticamente cerrada la renovación por cinco años de los 4.511 millones de euros que aún adeuda el grupo anteriormente propiedad de la familia Koplowitz. La operación tiene como pieza clave Aqualia, la filial de tratamiento de agua del 'holding'. Se trata de la mayor refinanciación de la historia reciente de España.

De hecho, Slim utilizará esta división del grupo para emitir un bono de 1.350 millones de euros, transacción para la cual necesita que las agencias de calificación financiera le concedan un 'rating'. La compañía está en conversaciones con Moody's y Standard & Poor's para conseguir el sello de solvencia y poder salir al mercado a ofrecer estos bonos a los inversores institucionales. Este requisito es imprescindible para novar los otros aproximadamente 3.200 millones, que se estructurarán mediante un crédito sindicado.

Este préstamo ya no contará con Aqualia como garantía, sino con el resto de divisiones del grupo FCC, como la constructora y el negocio de concesiones. La operación llevará aparejado un calendario de amortización hasta a cinco años, hasta 2021, si bien los bancos le han pedido ventas de activos por 125 millones en 18 meses para realizar algún pago acelerado. La compañía negocia rebajar el actual diferencial de la deuda, establecido en el 4%, hasta un precio más acorde a su actual situación financiera, mucho más estable tras la aportación de 1.000 millones realizada por Carlos Slim.

Según distintas fuentes, las condiciones de la nueva financiación irán más en línea con una estructura típica de una compañía 'performing' o con capacidad para atender los pagos. Muy distinta a la FCC a la que se enfrentaron entre 2013 y 2014, cuando las Koplowitz tuvieron que pedir varias dispensas al no poder atender sus obligaciones con la banca, tanto en lo referente al pasivo de la sociedad 'holding' como a los cerca de 1.000 millones de deuda personal que tenía vendidos y no pagados la propia familia.

FCC registró una pérdida neta de 179,4 millones de euros al cierre de los nueve primeros meses del año, con lo que volvió a entrar en números rojos

Los nuevos 3.200 millones van a ser concedidos por BBVA, Banco Santander, Bankia, CaixaBank, Banco Sabadell y Popular, si bien la entidad agente y que está liderando las conversaciones es el grupo presidido por Francisco González. Este llamado G-6 ya está en conversaciones para repartir el riesgo con una veintena adicional de entidades extranjeras a través de un crédito sindicado. Se confía en que la operación se firme en la segunda quincena de enero.

Perdidas por el cemento

FCC registró una pérdida neta de 179,4 millones de euros al cierre de los nueve primeros meses del año, con lo que volvió a entrar en números rojos tras cerrar con ganancias la primera mitad del año, debido fundamentalmente al ajuste de valor realizado en la filial Cementos Portland. El deterioro de esta filial responde a su vez al "retraso en el proceso de recuperación del sector cementero en España provocado por el nuevo retroceso de la inversión pública registrado este año". Los ingresos de la compañía controlada por Carlos Slim cayeron un 8,6% entre los pasados meses de enero y septiembre, hasta los 4.380 millones de euros.