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La estrategia empresarial es clave para que tu compañía triunfe
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La estrategia empresarial es clave para que tu compañía triunfe

Adaptarse a los grandes cambios disruptivos de los últimos años con una buena estrategia empresarial es básico para mantenerse en el mercado

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¿Es realmente útil elaborar planes a futuro en las empresas? Los cambios demográficos, tecnológicos, sociales y regulatorios que ha sufrido el mundo en los últimos años son tan trascendentales que han dejado obsoletos los planes elaborados, después de haberles dedicado importantes recursos económicos y humanos.

Esta situación impulsó a muchos directivos a tomar únicamente decisiones tácticas que les permitieran sobrevivir en un entorno difícil sin tomar reflexiones estratégicas y sobre todo evitando el esfuerzo de estructurarlas, definirlas y cuantificarlas. El mantenimiento de esta política implica dejar a la organización a merced de los cambios del entorno, sin prioridades ni objetivos concretos y por tanto más vulnerables ante los cambios y los nuevos competidores. El resultado a medio plazo es la pérdida progresiva de valor de la empresa, así como la creación de una cultura corporativa exenta de la rendición de cuentas dónde el entorno tiene una mayor responsabilidad sobre los resultados que las propias acciones de los empleados.

Por ello, es precisamente ahora, cuando las transformaciones económicas y sociales se suceden de forma precipitada y el futuro es más incierto, cuando es más necesario contar con planes concretos en las organizaciones. Como indica Carlos Trevijano, socio de Estrategia en Management Consulting de KPMG en España, 'dotarse de planes a futuro y trasladarlos a la organización permite conseguir una ventaja competitiva sostenible. Hay que adecuarse a las oportunidades y amenazas del entorno y las fortalezas y debilidades de la empresa siempre y cuando se trate de planes factibles y exista un proceso de seguimiento que asegure su correcta implantación y la introducción de medidas correctoras si surgen desviaciones'. Además, contar con planes explícitos 'es un medio para desarrollar las competencias de la organización y para tensionarla hacia el logro de sus objetivos'.

Es importante resaltar que 'el plan es un medio para establecer los objetivos a largo plazo pero, para ser efectiva, debe lograse su implantación con rapidez y de forma adecuada a la realidad de cada empresa', según Carlos Trevijano. En este sentido este experto llama la atención sobre el papel clave de la oficina de gestión de proyectos (PMO) en la implantación. 'No se trata sólo de identificar el objetivo, si no de ser capaz de trazar el camino para llegar a él de la forma más eficiente y lograr que todas las áreas involucradas lo integren en su cultura, procesos y operaciones'. Es decir, ser capaces de pasar del Power Point a la cuenta de resultados.

Es fundamental que cualquier plan, aunque sea para el departamento más pequeño de la empresa, integre la cuantificación de los objetivos financieros y estratégicos perseguidos, el modelo de negocio y el modelo operativo objetivo. 'La estrategia debe dirigir todas las decisiones de una organización, debe ser la guía para definir el mercado en el que opera la compañía, su modelo de negocio y su proposición de valor para sus clientes, pero también debe guiar sus procesos, su tecnología y operaciones, su estructura organizativa y modelo de gobierno, y su modelo de recursos humanos y gestión del talento'. Ante esto, el experto de KPMG propone una nueva metodología propietaria llamada 'Las nueve palancas de valor' que integra todos estos aspectos y asegura la coherencia entre todos ellos. 'Porque, por ejemplo, apretar el acelerador en la cuantificación de objetivos y modelo de negocio mientras mantenemos el freno en el modelo operativo no ayuda a obtener resultados', añade.

Por último, definir una estrategia adecuada requiere contar con una metodología, expertos funcionales, e incorporar el conocimiento profundo de las particularidades de cada industria, sus productos, sus clientes y su regulación. 'Una buena estrategia permite, en definitiva, orientar a toda la organización hacia un objetivo futuro que garantice su ventaja competitiva y, en última instancia, la creación de valor en un entorno cambiante e incierto'.

¿Es realmente útil elaborar planes a futuro en las empresas? Los cambios demográficos, tecnológicos, sociales y regulatorios que ha sufrido el mundo en los últimos años son tan trascendentales que han dejado obsoletos los planes elaborados, después de haberles dedicado importantes recursos económicos y humanos.

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