La familia Alba sigue haciendo caja: vende un edificio en pleno centro de Madrid

Los hermanos Martínez de Irujo y Fitz-James Stuart acaban de protagonizar una discreta operación inmobiliaria en pleno centro de Madrid. Los hijos de la fallecida duquesa de Alba compartían la propiedad del número 41 de José Abascal, una de las principales arterias que desembocan en el elitista paseo de la Castellana, proindiviso que decidieron sacar al mercado hace pocos meses en busca de liquidez.

Según ha podido confirmar El Confidencial con Carlos Fitz-James Stuart, actual duque de Alba, se tomó la decisión de poner en venta este edificio después de que varios de los hermanos comunicaran su deseo de llevar a cabo la operación, una propuesta que logró rápidamente el consenso de todas las partes.

Tras un rápido proceso que despertó el interés de varios compradores, según las fuentes consultadas por este medio, Pryconsa ha conseguido hacerse con el noble edificio tras poner sobre la mesa una oferta del entorno de los 20 millones de euros. Desde la promotora controlada por la familia Colomer, han declinado hacer ningún comentario a la información.

Actualmente, el número 41 de la calle José Abascal está alquilado en su mayor parte al Ministerio de Agricultura y Pesca, que tiene en este inmueble algunas dependencias del área económico-administrativa, auditoría interna y regulación de mercados, así como el Organismo Autónomo de Parques Naturales.

Además, en la primera planta de este edificio se alojan las oficinas de Kuwait Petroleum España, filial del gigante de los hidrocarburos de Oriente Medio, que el año pasado decidió trasladar su sede social al corazón del barrio de Chamberí desde la también elitista calle Serrano.

En el mercado, se especula con que este edificio será transformado en viviendas de alto nivel, ya que su privilegiada ubicación, apenas a tres manzanas del paseo de la Castellana, en el cruce de las calles José Abascal y Modesto Lafuente, es el enclave perfecto para promover un tipo de hogares que está teniendo gran demanda y para el que está siendo muy complicado encontrar oportunidades.

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El barrio de Chamberí es, precisamente, una de las zonas donde la familia Alba concentra gran parte de sus propiedades inmobiliarias en la capital, un vasto patrimonio que los hermanos Martínez de Irujo heredaron de su madre y que les convierte en una de las principales fortunas de España.

Sin embargo, el hecho de que gran parte de sus bienes sean inmuebles, tierras, cuadros y piezas artísticas de todo tipo es, precisamente, la razón que está detrás de la falta de liquidez que, en ocasiones, han reconocido sufrir algunos miembros de la familia, ya que solo el mantenimiento de sus históricos palacios, como los de Dueñas y Liria, supone un desembolso millonario.

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Para lograr equilibrar sus cuentas, el actual duque está llevando a cabo una reordenación económica y estructural de la Fundación Casa de Alba, que ha supuesto la venta de joyas pictóricas como la obra 'Virgen de la granada' al Museo del Prado, o la apertura al público del Palacio de Dueñas.

También el legado personal que Cayetana Fitz-James Stuart dejó a sus seis hijos está siendo objeto de revisión y ha dado lugar a relevantes operaciones de venta, como la publicada por Vanitatis el pasado abril, cuando se sacó al mercado el Renoir 'Busto de mujer con sombrero de cerezas', o la ahora conocida del edificio de José Abascal 41.