JP Morgan recomienda a Pronovias buscar un socio para su expansión internacional

El presidente de Pronovias, Alberto Palatchi, ocupa el número 60 de la última lista 'Forbes' de millonarios españoles. Disfruta de una fortuna valorada por esta publicación estadounidense en 750 millones. Ahora, el banco de negocios JP Morgan ha recomendado al grupo que encabeza y dirige con mano de hierro que busque un socio para apuntalar su expansión internacional. Abrir el capital de Pronovias, una situación sin precedentes.

En este sentido, el banco de negocios JP Morgan está llevando a cabo una valoración de la compañía, la cual facturó en 2015 un total de 150 millones de euros, ganando 57 millones, un ratio de rentabilidad en proporción más elevado que el de Inditex. Y los resultados de 2016 todavía serán mejores, según apuntan fuentes cercanas a la compañía. Además, el grupo cuenta con una caja neta de más de 50 millones, según las cuentas del año anterior depositadas en el registro mercantil.

Portavoces de la compañía que preside Palatchi han declinado hacer declaraciones. Pero fuentes conocedoras del trabajo de JP Morgan han asegurado que este informe plantea la entrada de un socio dentro de la elaboración de un nuevo plan estratégico centrado en crecer en los mercados de Estados Unidos y China.

Otras fuentes cercanas a la compañía, en cambio, vinculan más la situación de Pronovias al reto del crecimiento fuera de España. Para ello, la propuesta sería similar al modelo por el que optó Tous: un inversor que tomase una participación minoritaria para financiar su crecimiento.

Por el momento, la alternativa más factible pasaría por un socio local de las áreas donde se quiere aumentar los niveles de penetración comercial. En todo caso, la familia Palatchi nunca perdería el control de la compañía y retendría una mayoría cómoda del capital.

Perita en dulce

En la actual coyuntura, una empresa como Pronovias es una perita en dulce para el sector de capital riesgo, que sigue hambriento de inversión en moda española. Pese al fiasco de Desigual, ha seguido habiendo operaciones recientes, como la entrada de Partners Group en la joyería Tous pagando 150 millones por el 25%. O la compra del 49% de El Ganso por L Capital, el fondo inversor del gigante de la moda francesa LVMH. Fuentes del sector de capital riesgo aseguran que no se producen más operaciones porque ya no quedan empresas para llevarlas a cabo.

Pronovias es pequeña en comparación con estas empresas del sector. Pero si se va a valorar por un multiplicador de ebitda, el precio sería mucho mayor, al tratarse de una compañía mucho más rentable. En todo caso, portavoces de Pronovias descartan que vaya a producirse la entrada de un socio a corto plazo.

Estrecha vinculación

JP Morgan siempre ha sido el banco de confianza de los Palatchi. Gestiona parte de las patrimoniales y sicavs de la familia fuera de Pronovias. Y el propio hijo de Palatchi, Alberto, ha cursado programas de formación en esta entidad financiera estadounidense.

JP Morgan siempre ha sido el banco de confianza de los Palatchi: tanto para gestionar su fortuna como incluso para formar al primogénito de la empresa

Pronovias tiene 155 tiendas y presencia en más de un centenar de países. La expansión internacional se abrió en 2002 a Francia, con la apertura de un gran establecimiento en París. Tras la capital francesa llegaron Londres, Nueva York, Dubái, México, Milán, Tokio, Roma, Bruselas o Berlín. Las tiendas propias suman una cincuentena, a las que hay que añadir 150 franquicias y más de 4.000 puntos de venta a través de canal multimarca.

La empresa no cotiza en bolsa y ahora el 100% del capital es propiedad de la familia. Alberto Palatchi está casado con una de las mujeres más ricas de Cataluña, Susana Gallardo, hermana de los Gallardo de los laboratorios Almirall. Tienen tres hijos: Alberto, Marta y Gabriela. Alberto, el mayor, cuenta con 24 años y parece el heredero natural de la empresa. Ocupa el puesto de director adjunto de ventas al por mayor en Estados Unidos. El presidente de Pronovias tiene en la actualidad 67 años, y aunque es famoso por sus rápidos y a veces contradictorios cambios de criterio, no le gusta dejar las cosas al azar. La decisión final sobre la entrada de un socio todavía podría demorarse unos meses.