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Un fondo de Kuwait compra la sede del Santander por 2.500 millones
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tras la autorización del juzgado de lo mercantil

Un fondo de Kuwait compra la sede del Santander por 2.500 millones

AGC ha obtenido la autorización de la jueza que lleva el concurso de acreedores de los fondos que compraron la Ciudad Financiera en 2008 por 1.900 millones de euros

Foto: ​Imagen del rótulo a las puertas de la Ciudad Financiera en Boadilla del Monte. (EFE)
​Imagen del rótulo a las puertas de la Ciudad Financiera en Boadilla del Monte. (EFE)

Si ningún acreedor se opone, la Ciudad Financiera del Banco Santander, la sede central de la entidad cántabra en Boadilla del Monte (Madrid) cuyo dueño está actualmente en fase de liquidación, cambiará de manos próximamente. AGC Equity Partners, un fondo promovido por inversores de Oriente Medio, principalmente de Kuwait, ha obtenido la autorización del juzgado de lo Mercantil número 9 de Madrid a su oferta, que ronda los 2.500 millones de euros. Ana Patricia Botín, que tiene la última palabra sobre su nuevo casero, ha dado también su visto bueno.

Fuentes financieras indican que la titular del juzgado que lleva el concurso de acreedores de Marme Inversiones, la sociedad a través de la cual varios inversores británicos compraron la sede del Santander en 2008 por 1.900 millones de euros, aprobó la propuesta de AGC Equity Partners entre finales de julio y principios de agosto, condición básica para que el acuerdo con los acreedores prosperase. La oferta del fondo radicado en Londres, que gestiona unos 3.000 millones de euros de grandes fortunas de Oriente Medio, es la única que finalmente se puso encima de la mesa de la jueza, que sufrió un accidente que ralentizó todo el proceso.

Porque Marme Inversiones lleva en concurso desde principios de 2014, cuando Glenn Maud y Derek Quinlan solicitaron la protección del juzgado ante su incapacidad para hacer frente al crédito de 1.575 millones con el que compraron la Ciudad Financiera del Santander hace ahora ocho años. Además, el propio Santander, que acordó con el comprador quedarse como inquilino los 40 años siguientes, les concedió un préstamo de 304,6 millones para abonar el IVA de la operación, que ascendió a 1.900 millones.

Por este activo inmobiliario, por el que el Santander paga 80 millones de euros anuales en concepto de alquiler, se han interesado otros fondos. Entre ellos, Aabar, un vehículo de inversión de Abu Dhabi controlado por IPIC, el propietario de Cepsa, y Global Asset Capital (GAC), un 'private equity' estadounidense especializado en operaciones inmobiliarias. Pero la oferta final que ha triunfado y a la que ahora se puede adherir GAC es la de AGC Equity Partners, al que solo le queda un obstáculo por salvar: la oposición de Robert Tchenguiz.

Un duro opositor

El conocido financiero, acusado de provocar la bancarrota de uno de los bancos islandeses, es dueño de parte de la deuda 'mezzanine' vinculada a Marme Inversiones y está dispuesto a dar guerra como la que le ha plantado a la Serious Fraud Investigations (SFI). Robert y su hermano Vincent fueron arrestados por su implicación en la quiebra del sistema financiero de Islandia que atrapó a numerosos británicos. Pero los financieros pelearon contra el Gobierno británico y consiguieron que les indemnizara por el daño a su imagen.

Aunque la mayoría de los acreedores han dado ya su apoyo a la oferta de compra de AGC, los Tchenguiz se han opuesto. El fondo, que ha comprado entre otras la sede de Vodafone en Alemania y la Citi Tower de Londres, está en conversaciones con los inversores de origen iraní para que se adhieran a la transacción, que en cualquier caso saldría adelante, al tener el visto bueno de más del 75% de los fondos dueños de la deuda.

La mayoría de la deuda vinculada a esta inversión está en manos de 'hedge funds' oportunistas, de CaixaBank y del propio Santander, que financió el IVA

El préstamo original con el que Maud y Quinlan compraron la Ciudad Financiera del Santander fue concedido por HSH Nordbank, Royal Bank of Scotland, ING, Bayerische Landesbank, CaixaBank (195 millones), el austriaco Raffeisen y el alemán Deutsche Postbank. Antes de que cayera en concurso de acreedores, los dos últimos vendieron casi 400 millones de esta deuda, que fue a parar a manos de 'hedge fund' oportunistas como Canyon, GSO, Monarch, CCP y Burlington.

En cualquier caso, Ana Patricia Botín tiene la última palabra porque Santander tiene una opción de compra preferente que consiste en la posibilidad de igualar la mejor oferta final. En principio, la entidad, que obtuvo 600 millones de plusvalías cuando vendió su sede central, no tiene pretensión de recomprarla. Al contrario, ha dado su apoyo a la oferta de AGC Equity Partners, que tiene de plazo hasta finales de noviembre para cerrar los trámites legales de la operación.

AGC Equity Partners es un fondo radicado en Londres que gestionada cerca de 3.000 millones de euros procedentes de varias fortunas de Oriente Medio, entre las que destacan algunos fondos soberanos. La sociedad está dirigida por Walid Abu-Suud, un ejecutivo que trabajó 18 años para la Kuwait Investment Office (KIO), y por Khalil Amiouni, un exbanquero de Merrill Lynch.

Si ningún acreedor se opone, la Ciudad Financiera del Banco Santander, la sede central de la entidad cántabra en Boadilla del Monte (Madrid) cuyo dueño está actualmente en fase de liquidación, cambiará de manos próximamente. AGC Equity Partners, un fondo promovido por inversores de Oriente Medio, principalmente de Kuwait, ha obtenido la autorización del juzgado de lo Mercantil número 9 de Madrid a su oferta, que ronda los 2.500 millones de euros. Ana Patricia Botín, que tiene la última palabra sobre su nuevo casero, ha dado también su visto bueno.

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