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La 'conexión mexicana' del Popular cede tras fracasar su intento de sustituir a Ron
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NO PUEDE VENDER AÚN SU 4% DEL CAPITAL

La 'conexión mexicana' del Popular cede tras fracasar su intento de sustituir a Ron

La dimisión de Antonio del Valle como consejero del Banco Popular esconde una guerra abierta con Ángel Ron que le llevó incluso a buscarle sustituto en la presidencia

Foto: El presidente del Banco Popular, Ángel Ron (c), y Antonio del Valle (d) saludan al presidente de México, Enrique Peña Nieto. (EFE)
El presidente del Banco Popular, Ángel Ron (c), y Antonio del Valle (d) saludan al presidente de México, Enrique Peña Nieto. (EFE)

La guerra abierta en el consejo del Banco Popular tras la macroampliación de capital de mayo se ha cobrado su primera víctima: el mexicano Antonio del Valle, propietario del 4,25% del banco español y líder de los accionistas opuestos a la gestión de Ángel Ron al frente de la entidad. Según fuentes conocedoras de la situación, Del Valle ha intentado buscar sustituto al actual presidente a través de un 'head hunter'. Sin embargo, la mayoría del consejo ha frustrado sus planes, lo que ha determinado su salida.

Como informó El Confidencial, la ampliación de 2.500 millones fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de algunos de los accionistas significativos del Popular, ya que incrementaba aún más las fuertes pérdidas que sufrían (la cotización cayó a mínimos históricos y, además, sin pago de dividendo), confirmaba el fracaso de la gestión realizada para resolver los graves problemas del banco y dejaba en evidencia su discurso anterior de que no le hacía falta más capital. Esta rebelión, encabezada por Del Valle, fue secundada por la aseguradora alemana Allianz y el francés Crédit Mutuel.

De hecho, plantearon la destitución de Ángel Ron, al que consideran responsable del hundimiento de la acción en bolsa, pero este salvó el 'match ball' con el cese del consejero delegado, Francisco Gómez, y su relevo por Pedro Larena, un hombre procedente de Deutsche Bank y sin ataduras para poder acometer el duro ajuste de plantilla que conllevaba el plan de reestructuración que acompañaba a la ampliación. Finalmente, los rebeldes acudieron a la ampliación a regañadientes para evitar una caída todavía mayor del valor, con el consiguiente incremento de sus pérdidas.

En busca de un sustituto

Sin embargo, los descontentos no se dieron por satisfechos y continuaron tratando de relevar a Ron, ya que sigue detentando todo el poder en la entidad, pese al nombramiento del nuevo CEO. Según las fuentes citadas, iniciaron la búsqueda de un sustituto para ocupar la presidencia a través de un 'head hunter', que sondeó a varios nombres de campanillas, como Jaime Echegoyen, actual presidente de Sareb.

El candidato favorito de los Del Valle era Jaime Caruana, el exgobernador del Banco de España y actual director general del Banco Internacional de Pagos de Basilea (BIS), que pretendían presentar como un 'hombre bueno' de consenso, que no genera rechazo, para pilotar la transición hacia un nuevo equipo gestor. Un portavoz de Caruana ha negado a El Confidencial haber recibido contactos directos o indirectos del Banco Popular.

Sin embargo, este nuevo intento tampoco ha prosperado, porque el resto del consejo ha cerrado filas con Ron, en especial la sindicatura que agrupa a las familias históricas del Popular, pese a que su sociedad entró en causa de disolución precisamente por la caída en bolsa del banco. Y esto explica el paso atrás del accionista mexicano, escenificado este miércoles mediante la dimisión de Antonio del Valle.

Un portavoz del Popular explica que se trata de un relevo programado, ya que la representación del banco BX+ es rotatoria. Así, Del Valle (principal accionista de la entidad, donde el banco español tomó un 24,9% a cambio del 6% que adquirió inicialmente el grupo mexicano) ha cedido el sillón a Jaime Ruiz Sacristán, también mexicano y presidente de la citada entidad azteca.

Ron se la juega con el valor en mínimo histórico

A pesar de este paso atrás, la guerra en el consejo de la sexta entidad española no se ha cerrado. Los Del Valle no pueden salirse del capital porque la entidad planea una operación corporativa: la venta o salida a bolsa de su banco malo, lo que se denomina internamente el 'proyecto Sunrise'. Hasta que esta operación no se ejecute —o se suspenda—, no pueden vender una participación significativa. Pero, además, acumulan unas fortísimas pérdidas en su posición, que tendrían que asumir en caso de venta de las acciones.

Por tanto, no se puede descartar que vuelvan a plantear batalla en el futuro. Algunas de las fuentes citadas aseguran que "los gestores del banco tienen muy claro que se la juegan en los próximos seis meses: si no cumplen los objetivos de provisiones, reestructuración, venta del banco malo, etc., saben que están fuera". Una tesis en la que coinciden los principales analistas que siguen el valor, que consideran que la única esperanza para que repunte en bolsa es que los gestores empiecen a cumplir lo prometido y recuperen la confianza de los inversores, perdida con la ampliación

De momento, el mercado no confía demasiado en que lo logren. La cotización marcó ayer mínimo histórico de cierre en 1,093 euros con una caída del 2,03% tras participar en la conferencia bancaria anual de Merrill Lynch en Londres. Según algunos de los asistentes, el nuevo director financiero, Javier Moreno, no logró convencer a los analistas e inversores de la City de su capacidad para salvar la situación.

La guerra abierta en el consejo del Banco Popular tras la macroampliación de capital de mayo se ha cobrado su primera víctima: el mexicano Antonio del Valle, propietario del 4,25% del banco español y líder de los accionistas opuestos a la gestión de Ángel Ron al frente de la entidad. Según fuentes conocedoras de la situación, Del Valle ha intentado buscar sustituto al actual presidente a través de un 'head hunter'. Sin embargo, la mayoría del consejo ha frustrado sus planes, lo que ha determinado su salida.

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