Santander y CaixaBank despiden al exministro Borrell del consejo de Abengoa

Abengoa camina hacia la salvación. Tras recibir una inyección de dinero fresco de 211 millones, como adelantó El Confidencial hace una semana y confirmó la empresa este lunes, la compañía confía en sacar adelante el plan de reestructuración con el apoyo del 75% de los acreedores. Santander y CaixaBank, los dos bancos que lideran las negociaciones, también dan por hecho que se obtendrá el respaldo suficiente, por lo que ya han encargado la renovación del consejo de administración para adaptarlo a los nuevos dueños.

Según documentación interna, el llamado G-5, formado por Santander, CaixaBank, Popular, Bankia y Crédit Agricole, ha encargado a Spencer Stuart, uno de los principales cazatalentos a nivel mundial, la búsqueda de ejecutivos que estén dispuestos a formar parte del órgano de gobierno de la Abengoa que resulte de la profunda reestructuración financiera. Según las mismas fuentes, la renovación del consejo incluye el cargo del presidente, Antonio Fornieles, que tendrá que dejar su cargo a finales de octubre si se cumple el calendario de la operación.

Esta es una de las condiciones incluidas en el 'term sheet' o acuerdo de reestructuración firmado entre la actual Abengoa y los acreedores a mediados del pasado mes de agosto. La contundencia de la cláusula establecida en dicho contrato es tal que, de no producirse el cambio del consejo de administración, el canje de la deuda por capital y la aportación de hasta 1.100 millones de euros adicionales serán suspendidos y la compañía entraría finalmente en concurso de acreedores.

La renovación de todo el consejo se llevará a cabo en la junta extraordinaria de accionistas que se celebrará a la mayor celeridad posible en cuanto el Juzgado de lo Mercantil de Sevilla dé el visto bueno a la homologación judicial de la reestructuración. “Esta junta de accionistas designará un nuevo consejo formado completamente por independientes a propuesta de Spencer Stuart”, indica el documento al que ha tenido acceso El Confidencial.

Aunque fuentes próximas a los bancos no quieren pronunciarse sobre nombres, si se cumple al pie de la letra con estas cláusulas, además de la salida de Fornieles, el exauditor de KPMG que llegó a Abengoa de la mano de los Benjumea a principios de 2015, cuando la crisis de la empresa ya estaba incubada, también se producirá la de Josep Borrell. El que fuera ministro de Obras Públicas y Telecomunicaciones con el PSOE, así como presidente del Parlamento Europeo, dejará su puesto de consejero, al que llegó en 2009 de la mano de los empresarios andaluces.

El futuro presidente toma el pulso

El ingeniero aeronáutico y doctor en Ciencias Económicas es asimismo miembro de las comisiones de auditoría, estrategia y nombramientos y retribuciones, cargo por el que ha tenido que ir a declarar al juzgado por las millonarias indemnizaciones que la empresa pactó conceder a los anteriores consejeros delegados Manuel Sánchez Ortega y Santiago Seage y al expresidente Felipe Benjumea. Ante el juez, el político socialista justificó los pagos de hasta 24 millones de euros a estos ejecutivos e incluso señaló que “legalmente les correspondía más”.

Junto a Fornieles y Borrell, se dan por seguras las salidas de Alicia Velarde, Ignacio Solis, José Joaquín Abaurre —en representación de una de las familias históricas de Sevilla—, Mercedes Gracia, Ricardo Housmann y Ricardo Martínez Rico, exsocio de un bufete de abogados en el que Cristóbal Montoro estaba de socio.

El hombre que más suena como futuro presidente de Abengoa es Gonzalo Urquijo, el directivo español del gigante mundial ArcelorMittal, que ya en agosto fue nombrado asesor de Fornieles por imposición de la banca. Una designación que también estaba incluida en el acuerdo de reestructuración para que Urquijo vigilase el cumplimiento de todos las cláusulas. Su rol es igual al que ejerció Nemesio Fernández Cuesta en Isolux antes de ser elevado a presidente de la también compañía de ingeniería.