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La caída en bolsa de Sacyr le hace un roto a los dueños de El Pozo y de Damm
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han perdido más de 400 millones entre ambos

La caída en bolsa de Sacyr le hace un roto a los dueños de El Pozo y de Damm

Tanto Demetrio Carceller como Tomás Fuertes han tenido que reconocer importantes deterioros en sus carteras de inversión por el mal comportamiento de la constructora

Foto: Tomás Fuertes, propietario de El Pozo. (EFE)
Tomás Fuertes, propietario de El Pozo. (EFE)

Pese a la mejora de los resultados y la venta de activos, como la inmobiliaria Testa por 1.700 millones, Sacyr no termina de mejorar en bolsa. El desplome del 34% ha pasado factura a sus dos mayores accionista, Demetrio Carceller, dueño de Damm y de la Corporación Petrolífera Disa, y Tomás Fuertes, propietario de El Pozo. Ambos han tenido que hacer millonarios deterioros por la caída de la cotización, que ha perdido un 95,75% desde el estallido de la crisis en 2008.

Según las cuentas de Disa de 2015, el 'holding' familiar de los Carceller, la familia catalana ajustó en 63,52 millones el valor de su participación del 13% en Sacyr, minusvalías que se suman a los 55 millones del año anterior. En la actualidad, este paquete en la constructora asciende a 118 millones, casi 300 millones de euros menos de los que el máximo accionista de Damm ha ido invirtiendo en los últimos años, especialmente desde 2011 en adelante.

Según las cuentas de Disa en 2015, el 'holding' de los Carceller, la familia catalana ajustó en 63,52 millones el valor de su participación del 13% en Sacyr

El impacto en el estómago del Grupo Fuertes también ha sido significativo, ya que la compañía murciana, dueña ya del 6% de la constructora, tuvo que hacer un deterioro de 29 millones en 2015. En el ejercicio precedente, el propietario de El Pozo ya se apuntó unas minusvalías de 26 millones. Unos números rojos que también se repitieron en 2012 y en 2011 por cerca de 100 millones de euros. Unos ajustes que, salvo en el buen año 2013 (69 millones de ingresos se apuntó), han menoscabado el patrimonio del empresario más importante de la región de Murcia, que entró en Sacyr entre finales de 2010 y principios de 2011 con no mucha fortuna.

Porque Tomás Fuertes adquirió en un primer momento 15,44 millones de acciones de Sacyr a 4,5 euros por acción, para hacerse con el 3,9% del capital en la Navidad de 2010, cuando ya asomaban los problemas de la compañía, que venía de cotizar a casi 21 euros apenas tres años antes. Fuertes pensó que se trataba de una gran oportunidad de invertir en una empresa presidida en aquellos tiempos por otro murciano ilustre, Luis del Rivero. A principios de 2011, el presidente de El Pozo gastó otros 40 millones más en hacerse con otro paquete a 5,1 euros, para llegar hasta el 5%.

El impacto en el Grupo Fuertes ha sido significativo, ya que la compañía, dueña del 6% de Sacyr, tuvo que hacer un deterioro de 29 millones en 2015

En total, se gastó casi 110 millones de euros que después, y pese al prolongado desplome de la cotización, ha ido aumentando para mantener su posición en las siguientes ampliaciones de capital de la constructora y para alcanzar más tarde el 6% del capital de Sacyr. Hoy en día, esta participación del que se ha convertido en el segundo mayor accionista apenas vale 54 millones. Aunque no hay cifras precisas porque Carceller entró en la constructora tras la fusión con Vallehermoso en 2003, se calcula que desde 2010 se han dejado cerca de 400 millones entre los dos.

El patrimonio de Manrique

Se desconoce cuál es la situación patrimonial de Manuel Manrique, dueño del 5% de las acciones en circulación, porque desde 2010 no publica en el Registro Mercantil el informe de Cymofag, la sociedad instrumental a través de la cual detenta su paquete en la empresa de la que es presidente. Se intuye que las minusvalías también son relevantes porque este paquete lo adquirió en los años del 'boom' bursátil previo al 'crash', cuando Sacyr llegó a cotizar a 42 euros.

El desplome del 95,7% enlaza principalmente con la fallida inversión en Repsol, en la que la constructora entró en 2006 a más de 25 euros por acción. En aquella aventura, Sacyr invirtió cerca de 7.000 millones para hacerse con el 20% de la petrolera, que hoy se cambia en bolsa a apenas 12 euros. Unas minusvalías de más de 4.000 millones que llevó a la empresa de concesiones y servicios a perder más de 3.073 millones entre 2011 y 2013 al provisionar el deterioro de esta aventura, como están haciendo ahora Carceller y Fuertes.

Pese a la mejora de los resultados y la venta de activos, como la inmobiliaria Testa por 1.700 millones, Sacyr no termina de mejorar en bolsa. El desplome del 34% ha pasado factura a sus dos mayores accionista, Demetrio Carceller, dueño de Damm y de la Corporación Petrolífera Disa, y Tomás Fuertes, propietario de El Pozo. Ambos han tenido que hacer millonarios deterioros por la caída de la cotización, que ha perdido un 95,75% desde el estallido de la crisis en 2008.

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