Los grandes bufetes se quedan sin vacaciones por un megaconcurso del Santander

El concurso convocado por el Santanderpretende alcanzar un "acuerdo marco" con varios bufetes para que todas las filiales del banco en los diferentes países en los que opera puedan explotar las ventajas de ser un grupo, en vez de subcontratar la parte legal cada unapor su cuenta. El objetivo, claro está, es reducir drásticamente los costes de esta área, que el banco no ha detallado.

Este proceso, al que se accede por rigurosa invitación de la entidad que preside Ana Botín, ha congregado a la flor y nata del mundo jurídico español e internacional en busca de un negocio multimillonario. La contrapartida es quedarse sin vacaciones, ya que las ofertas deben presentarse a finales de septiembre, según fuentes conocedoras de la situación.

Este concurso es una 'rara avis' en el mundo legal puesto que supone un cambio radical respecto a la fórmula habitual de contratación en España:muy informal, basada en las relaciones históricas, la confianza y el conocimiento personal (en el caso de Santander, el despacho de cabecera de Emilio BotíneraUría y Menéndez). Pero tampoco llega a la formalidad de los países anglosajones, donde el sistema suele ser lo que se denomina 'panel': un concurso formal en el que se coge a un grupo fijo de despachos para cada área de la práctica legal de acuerdo con unos criterios objetivos.

Flexibilidad total para el Santander

En el mundillo se considera que el proceso abierto por el mayor banco español es un "falso panel", porque es similar a un concurso de este tipo pero sin que lo parezca formalmente. Así, por ejemplo, las bases no establecen cuántos despachos se van a seleccionar en cada área -que es lo habitual en un 'panel'-, lo cual otorga al Santander una enorme flexibilidad para seleccionar al número quequiera y cómo desee, sin unos parámetros predeterminados.

Según las fuentes consultadas, los bufetes deben indicar qué áreas cubren, si están presentes en los distintos países en los que opera el banco, quiénes son los responsables del despacho en cada nacióny una propuesta de precio. Este último es el elemento crítico, como es de suponer, y es más complejo de lo que parece. Tradicionalmente, los abogados han cobrado en función de las horas trabajadas sobre la base de una tarifa por hora, que ahora deben incluir en su propuesta.

El concurso del Santander es un intermedio entre la selección informal de bufetes típica en España y los procesos estrictos de los países anglosajones

Pero como los clientes no saben cuántas horas les van a facturar en cada encargo y se temen que el coste se dispare, en los últimos años se han impuesto lo que se deonomina 'alternative fee arrangements', es decir, fórmulas alternativas para las tarifas. Dentro de ellas se encuentran determinar un coste fijo por proyecto (independientemente de las horas que requiera al final), un 'cap' (techo) al número de horas que se pueden facturar, una prima de éxito si sale una operación corporativa o un descuento de aborto si se interrumpe, etc. Estas modalidadesambién deben incluirse en las ofertas de las firmas de abogados.

Todas las áreas y todos los países

En el caso del Santander, el concurso cubre prácticamente todas las áreas de práctica legal: fiscal, procesal (pleitos), laboral, bancario, regulatorio -un área importantísima para todas las entidades y en especial para ésta por sus problemas con las autoridades de EEUU-, de competencia, etc. Pero lo más relevante es que los despachos seleccionados por la entidad para cada una prestarán servicios en todos los países en que opera el banco;los principales son España, Reino Unido, Polonia y Alemania en Europa, y Brasil, Estados Unidos, México, Argentina y Chile en América.

De ahí lo jugoso que es el concurso y el enorme interés despertado en las mayores firmas jurídicas españolas e internacionales. Y la necesidad de afinar mucho las ofertas para llevarse el gato al agua sin quedarse sin margen.Aunque el precio sea quedarse trabajando en agosto.