La CNMV entrará en estado de coma si no hay Gobierno en la investidura de agosto

La formación de un Gobierno estable y operativo esuna urgencia para toda España,pero se ha convertido enuna verdadera angustia para la CNMV. La entidad de supervisión bursátil necesita como el comer una definición clara del prolongado momento de 'impasse' político, para renovar su cúpula ejecutiva antes de que sea tarde. De lo contrario, a la vuelta de las vacaciones, sus máximos órganos de decisión quedarán descabezados ysin 'quorum' suficientepara adoptar los acuerdos recurrentes y cotidianos que guían la evolución de las sociedades cotizadas en los mercados de valores en nuestro país.

La situación empieza a ser rocambolesca, dadoslos efectos jurídicos de la Ley del Mercado de Valores, que obligan alcese automático de los consejeros de la CNMVen cuanto se produce el vencimiento de sus mandatos. En la CNMC, el otro gran organismo regulador de la actividad económica, la Ley de Defensa de la Competencia garantiza la salvaguarda de cualquier periodo transitorio y permiteque los vocales se mantengan en el cargo hasta que hayan sido designados los sustitutos, lo que faculta la continuidad de las labores ejecutivas sin alterar la capacidad funcional de la institución.

El problema en la CNMV surge ante la indefinición de un Gobierno en funciones que no tiene capacidad efectiva para nombrar nuevos cargos en la institución, ni tampoco siquiera para proponer la renovación en sus actuales puestos de las dos principales ejecutivas que se encuentran al frente de la Comisión de Valores. La voz de alarma se ha extendido estos días en los mercados porque tanto la presidenta,Elvira Rodríguez, como la vicepresidenta,Lourdes Centeno, vencen en sus respectivas funciones el próximo6 de octubre, una vez cumplidos loscuatro años de mandatopara los que fueron designadas en 2012.

Si las deliberaciones para formar Gobierno no fructifican en un acuerdo de investidura durante la primera sesión prevista para agosto, es muy probable que el regulador bursátil entre en lo que algunos analistas interpretan como un“peligroso estado de coma”a la vuelta del verano. El cese automático de ambas jefas provocaría unvacío en cadena, que se trasladaría de forma directa a la comisión ejecutiva de la institución. Dicho organismo de gobierno, que es básico en el organigramay enlas decisiones operativas que adopta la CNMV,quedaría prácticamente descabezado, sin presencia suficiente para poder aprobar ningún acuerdo y limitado a dos únicos vocales, que sonBeatriz VianayJuan Manuel Santos-Suárez.

La única solución es un decreto-ley que permita seguir en funciones a las jefas de la CNMV y que debe firmar el también ministro en funciones, Luis de Guindos

El consejo de administración de la Comisión de Valores se vería también privado de sus principales representantes, en las que están delegados muchos de los procedimientos de gestión que mueven los mercados. En definitiva,la bolsa española entraría en una especie de letargoque paralizaría las decisiones más trascendentales que afectan a las sociedades cotizadas e instituciones de inversión colectiva. Todo ello en un momento decisivo, como suele ser la vuelta del verano cada año, cuando se despejan gran parte de las operaciones reservadas para los meses previos al cierre del ejercicio económico.

La solución de emergencia, que no deja de serun parche ante la incertidumbre generalizada de la vida política en España, pasa por la aprobación de unreal decreto-ley específicoque subsane el vacío de poder y confiera potestad al actual ministro de Economía en funciones,Luis de Guindos, para que prorrogue de manera provisional, y sin que sirva de precedente, el mandato, también en funciones, de Elvira Rodríguez y de Lourdes Centeno. Fuentes de la CNMV consideran queesta disposición está siendo discutida ahora con la Abogacía del Estado,y confían en que la situación excepcionalpermita encontrar unresquicio legal para evitar la confusiónque reina de un tiempo a esta parte entre gran número de los agentes del mercado.

La falta de un interlocutor válido dentro del regulador constituye unproblema sobrevenido de primera magnitud para el desarrollo bursátil. La CNMV no ha sido, por lo menos hasta ahora, una de las prioridades inmediatas del Gobierno, y los responsables de la política económica han tenido otros asuntos más trascendentales que lidiar, destacando de modo especial la eventual multa por el déficit público del Estado. Pero llegados a este punto, la Comisión de Valores se enfrenta a una peligrosa e inciertacarrera contrarreloj. No es de extrañar que, para tranquilizar a los inversores,Elvira Rodríguez haya tenido que salir al paso afirmando públicamente su deseo de renovar como presidenta por otros cuatro años. Eso sí, antes de nada lo más importante es saber si podrá seguir en el cargo durante los próximos meses.