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Merrill Lynch cuestiona el plan B de Telefónica y el dividendo en 'cash' hasta 2018
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mantiene su recomendación de no invertir

Merrill Lynch cuestiona el plan B de Telefónica y el dividendo en 'cash' hasta 2018

El analista que en enero desnudó las cuentas de la operadora vuelve a poner en cuestión las posibilidades de la compañía para cumplir con su remuneración al accionista

Foto: El presidente de Telefonica, José María Álvarez-Pallete. (EFE)
El presidente de Telefonica, José María Álvarez-Pallete. (EFE)

Mientras Goldman Sachs y Citi consideran que Telefónica está mejor de lo que dice la bolsa tras el impacto del Brexit y recomiendan comprar acciones de la operadora, David Wright, el analista de Bank of America Merrill Lynch, puesto en el punto de mira por la dirección financiera del grupo, ha vuelto a poner el dedo en la llaga. El experto del banco americano, que ya adelantó en enero que la multinacional española no podría pagar el dividendo prometido, ha advertido de nuevo de que los accionistas de la compañía podrían ver mermada su retribución en 'cash' hasta 2018.

En un informe distribuido este miércoles a sus inversores institucionales, Bank of America Merrill Lynch señala que la capacidad que tiene Telefónica de reducir su voluminosa deuda -50.000 millones de euros- para evitar que le rebajan su nivel de solvencia se ha visto condicionada tras la decisión del Reino Unido de salir de Europa. El banco explica que las desinversiones previstas mediante venta de activos -O2- o salidas a bolsa -Telxius- serán más difíciles de ejecutar dada la volatilidad de los mercados y las menores valoraciones.

Las desinversiones previstas mediante venta de activos -O2- o salidas a bolsa -Telxius- serán más difíciles de ejecutar dada la volatilidad

Estas operaciones conformaban lo que José María Alvarez Pallete denominó plan B a finales de febrero cuando presentó los resultados completos de 2015. Un plan de salvamento que para Bank of America Merrill Lynch está bajo presión porque solo la debilidad de la libra esterlina tendrá un impacto de 800 millones de euros en el grupo, lo que complicará el objetivo de Telefónica de cumplir con el objetivo comprometido con Moody´s de rebajar su deuda en 15.000 millones antes de final de año.

En opinión de Wright, la mejor solución que puede adoptar la compañía para mejorar su balance es recortar aún más el pago del dividendo en efectivo. Si en enero el analista de Merrill Lynch aventuró que la operadora no generaba caja suficiente para cumplir con su promesa de abonar los 75 céntimos de euros de remuneración al accionista, lo que provocó que César Alierta dejara claro que el dividendo estaba garantizado “por al menos diez años más”, ahora advierte que la situación puede extenderse al menos hasta 2018.

"La mejor solución que puede adoptar la compañía para mejorar su balance es recortar aún más el pago del dividendo en efectivo", según Merryll Lynch

Tras consultar a su director financiero, Angel Vilá, en aquella presentación, Alierta, que dejó la presidencia a principios de abril, aseveró que los dividendos de 2017, 2018, 2019 y 2020 se pagarían en caja “porque hemos hecho los números y salen”. Posteriormente, tras el veto de la Unión Europea a la venta de Hutchison Wampoa, Pallete, su sucesor, reculó y señaló que parte de la retribución al accionista se haría en efectivo y otra parte con papeles o acciones. Activó el llamado plan B.

Pues bien, Wright cree que, efectivamente, Telefónica puede pagar 40 céntimos en dinero y destinar un 20% adicional a recomprar acciones para minimizar el impacto dilutivo de emitir más títulos para complementar el dividendo con papeles. Pero vaticina que la compañía no podrá abonar la retribución con efectivo hasta el ejercicio 2018. Por este motivo, cree que Pallete podría anunciar a finales de este mes de julio, cuando haga públicos los resultados del primer semestre, una reducción más profunda del dividendo.

El doble juego de Goldman Sachs

Según sus cálculos, cada bajada de 10 céntimos de euros en el dividendo en cash, Telefónica evitaría la salida de 500 millones de euros de la tesorería, un elemento esencial para eludir una nueva bajada del rating por parte de las agencias de calificación como Moody´s y Standard & Poor´s. Cualquier decisión que supusiera un recorte de la remuneración al accionista en efectivo “podría catalizar una mayor caída en bolsa”, explica Wright en su informe en el que mantiene su recomendación de “infraponderar” y no invertir de momento en Telefónica.

La cúpula directiva de la operadora ha dejado fuera a Merrill Lynch a la hora de confiar en sus servicios para su plan de desinversiones. Por ejemplo, de la Oferta Pública de Venta (OPV) de Telxius. Por el contrario, la compañía confía plenamente en los servicios de Goldman Sachs, quien, pese a ser el coordinador global de esta salida a bolsa, ha aceptado trabajar al mismo tiempo para Deutsche Telekom para vender la misma filial que tiene Telefónica en mercado. Un presunto conflicto de interés -está ofreciendo estos activos competidores a los mismos inversores- sobre el que este broker ha preferido no pronunciarse.

Mientras Goldman Sachs y Citi consideran que Telefónica está mejor de lo que dice la bolsa tras el impacto del Brexit y recomiendan comprar acciones de la operadora, David Wright, el analista de Bank of America Merrill Lynch, puesto en el punto de mira por la dirección financiera del grupo, ha vuelto a poner el dedo en la llaga. El experto del banco americano, que ya adelantó en enero que la multinacional española no podría pagar el dividendo prometido, ha advertido de nuevo de que los accionistas de la compañía podrían ver mermada su retribución en 'cash' hasta 2018.

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