Un día en el fútbol con Villar Mir, los 'amigos' chinos y el banquero de Bankia

Si algo ha caracterizado a Juan Miguel Villar Mir, presidente del 'holding' industrial que lleva su nombre, es su diplomacia. Además de su olfato para hacer negocios, al veterano empresario madrileño siempre se le ha conocido por sus dotes para llevarse bien con todas las administraciones, de uno u otro color. Últimamente, ante el desplome de las licitaciones de obras por parte de un Estado español sin dinero, las constructoras, salpicadas por informaciones que las vinculan conpresuntos pagos a políticos, han tenido que buscarse las habichuelas en otras lenguas tan peculiares como el mandarín.

Así lo han hecho los Villar Mir, que llevan meses recibiendo en su sede de Torre Espacio, vendida a un grupo filipino por 558 millones, a empresarios chinos. La familia los ha recibido ante el interés de grupos como HNA por entrar en su capital, unas relaciones que empezaron hace casi un año y que, tras un intento de acuerdo fallido, han vuelto a coger fuerza en los últimos meses.

Fuentes oficiales de OHL aseguraron a El Confidencial que desde octubre de 2015, cuando la compañía aprobó una ampliación de capital de 1.000 millones de euros, no ha habido más conversaciones entre la familia Villar Mir y los enviados del Gobierno de Pekín. Las imágenes, sin embargo, parecen demostrar lo contrario, ya que, como se puede apreciar en la fotografía, el empresario no dudóen compartir con ellosla última edición de la final de la Champions League, que se celebró en Milán.

El encuentro entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid tuvo lugar el pasado 30 de mayo en la ciudad lombarda, acontecimiento deportivo que Villar Mir no quiso perderse como buen aficionado blanco de toda la vida. Se ubicó a la izquierda del palco presidencial, en la zona de los constructores, donde también se encontrabanManuel Manrique y Luis del Rivero, de Sacyr.Y dada la magnitud del derbi entre los dos grandes equipos de la capital, el padre de la saga familiar tuvo a bien proponer a sus homólogos asiáticosasistir al encuentro, al que fueron acompañados al mismo tiempo por Pedro Pasquín, amigo también de los constructores de toda la vida y de los chinos más recientemente.

Pasquín es un conocido banquero de inversión que ha hecho fortuna desde que hace más de una década abrierala oficina de Lazard en España. Con Jaime Castellano como presidente institucional y Rodrigo Rato como hacedor de negocios tras su inesperada marcha del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Lazard como puente

Lazard actuó como asesor de Rato en la etapa de Bankia, banco que acabó con la bancarrota de la entidad y la posterior nacionalización, con 22.400 millones de dinero público. La familia Villar Mir fueuno de los accionistas de referenciade Bankia,con una inversión personal de 20millones de euros que les dio un puesto en el consejo de administración.

Por ello, la presencia de Pasquín en la final de la Champions no era casual. Aunque el fútbol le aburre sobremanera, el presidente de Lazard se situó a la izquierda de Juan Miguel, que hace poco ha cedido la presidencia de OHL a su hijo, Juan Villar Mir de Fuentes, y a la derecha de uno de los directivos asiáticos, escenificando su papel de banco asesor en España de HNA. Porque su rol es convencer a la familia española de la oportunidad de dar entrada a los chinos en el capital de la constructora para borrar las dudas sobre la solvencia del grupo, cuya cotización ha caído un 60% en nueve meses.

Otro de sus cometidos consiste en explicar a los chinos quiénes son exactamente los Villar Mir en España ysu influencia en el tejido industrial del país. Porque las continuas propuestas que HNA haformulado a la familia se basaban en ofertas para tomar la mayoría del capital sin pagar la consecuente prima de control, según fuentes financieras próximas al grupo español. Otros sostienen que no cabe mucha prima que abonar porque OHL, como otras constructoras o ingenierías en apuros, tiene el perfil financiero de una empresa 'distress', sobrada de deuda y falta de capital.

En cualquier caso, la foto de Milán muestra que hay partido.