La Fundación de Bill Gates irrumpe en la opa de FCC para pedir mayor precio a Slim

Batalla de colosos. Dos de los hombres más ricos del mundo cruzan sables en FCC. Bill Gates, primera fortuna del mundo, reclama a Carlos Slim, cuarto en el 'ranking' por detrás también de Amancio Ortega y Warren Buffet, que se rasque el bolsillo en la opa presentada sobre la constructora española a fin de evitar discriminaciones de precio que puedan dar lugar a eventuales problemas en los juzgados. Los representantes del fundador de Microsoft entienden que el precio de 7,6 euros por acción no es una referencia válida para calcular el valor de FCC, dados los pactos previos establecidos en su día con motivo de los acuerdos de refinanciación de Esther Koplowitz con Bankia y BBVA.

La controversia surge dos meses después de que la CNMV admitiera a trámite la opa presentada por el magnate mexicano sobre el 100% de la empresa fundada en su día por Ernesto Koplowitz. El organismo regulador ha trabajado intensamente para que el nuevo dueño de FCC se retrate con una oferta equitativa en beneficio de todos los accionistas minoritarios, después de un largo tira y afloja en el que Slim ha estado jugando sus cartas de manera estratégica. Al final, y después de reconocer su posición de dominio en la empresa, el multimillonario accedió el pasado 5 de abril a formular a través de la firma Control Empresarial de Capitales una propuesta de adquisición que está valorada en 1.529 millones de euros.

El precio de partida contemplado en el folleto de la oferta implicaba en su momento una prima superior al 15% sobre la cotización de FCC, que rápidamente fue absorbida por el mercado. Los distintos y complejos avatares sucedidos desde entonces en bolsa no han supuesto grandes movimientos en la evolución del valor, que sigue firme en la misma senda de valoración establecida por Carlos Slim. El control efectivo que el grupo azteca de Inversora Carso mantiene sobre la mayoría de capital de la constructora constituye un anclaje determinante para blindar la opa de cualquier ataque, salvo que el magnetismo y la capacidad de influencia de Bill Gates puedan provocar algún contratiempo de última hora.

La Fundación Bill & Melinda Gates quiere sacar el máximo partido al 6% de FCC que adquirió en octubre de 2013 junto a otras sociedades instrumentales, sobre todo teniendo en cuenta que la operación se ha demostrado hasta el momento ruinosa para sus intereses. Baste recordar los términos de una inversión que alcanzó un total de 7.638.198 acciones a un precio de 14,87 euros por título, lo que se traduce en un coste de 113,5 millones de euros. Con el importe de la opa que va a pagar Slim, las minusvalías de Gates se elevan a 55 millones de euros, una cifra que puede resultar irrisoria para el multimillonario estadounidense pero que no deja de testimoniar el fracaso estrepitoso de su aventura en FCC.

La clave para entender los argumentos del jefe de Microsoft reside en el contrato de compraventa suscrito por Esther Koplowitz con Bankia y BBVA para la refinanciación de la deuda derivada de su participación en FCC. Este acuerdo, firmado en febrero pasado pero cuyo origen se remonta a abril de 2011, comporta la garantía de Slim sobre los compromisos de pago que la antigua propietaria de la constructora tiene contraídos con las dos entidades financieras. El total de los préstamos asciende a 843,5 millones de euros, respaldados con un subyacente de 58,4 millones de acciones, equivalentes a un 15,4% del capital.

Bankia y BBVA tienen una opción de venta a nueve euros sobre el 15,4% del capital de FCC, pignorado en los acuerdos de refinanciación con Esther Koplowitz

Tanto Bankia como BBVA han vinculado la garantía hipotecaria sobre esta participación accionarial con una opción de venta que les permita liquidar su posición acreedora, y que pueden ejecutar a partir del año 2020. El inversor azteca está, por lo tanto, obligado a comprar los títulos, con la particularidad de que el precio fijado para la eventual transacción es de nueve euros, casi un 20% por encima del importe ofrecido en la opa. Los representantes en España de Bill Gates tratan, en definitiva, de aprovechar los antiguos acuerdos con los bancos para sacar la mejor tajada posible y paliar en la medida de lo posible los desperfectos antes de salir definitivamente de FCC.

El grupo constructor celebró ayer su junta general de accionistas, en la que se formalizó la toma efectiva de control por parte de Carlos Slim. Inversora Carso tendrá a partir de ahora mayoría de representantes en el consejo de administración, incluyendo al primer ejecutivo, Carlos Jarque. Una vez transferida la posición de dominio, tanto accionarial como dentro del principal órgano de gobierno, todo hace indicar que la oferta de compra en bolsa será aprobada en los próximos días por la CNMV. En estas condiciones, y teniendo en cuenta las reclamaciones de precio de Bill Gates, todo hace indicar que el hombre más rico del mundo no está dispuesto a permanecer como convidado de piedra en una compañía dominada por uno de sus máximos rivales en la lista 'Forbes'.