Santander y BBVA limpiarán sus balances inyectando 7.500 viviendas a Testa

El gran casero de España se llama Testa Residencial. Esta sociedad ha sido la elegida por Merlin y Metrovacesa para integrar todas las viviendas en alquiler que tienen, 4.700 hogares en total, y crear una sociedad conjunta donde el primero controlará el 34% del capital, y el segundo, el 66% restante.

Pero estos números son solo el primer paso de una calculada hoja de ruta diseñada por los bancos accionistas de Metrovacesa -Santander, BBVA y Popular-, que quieren aprovechar esta jugada para sacar de sus balances miles de viviendas.

Aunque todavía está en fase de análisis, la entidad presidida por Ana Botín quiere traspasar entre 4.000 y 6.000 viviendas, mientras que BBVA aspira a transferir unos 2.500 hogares que forman parte de su fondo inmobiliario, el cual fue cerrado hace ocho años, según ha podido confirmar El Confidencial con tres fuentes conocedoras.

Durante los duros años de la crisis inmobiliaria, las dos entidades han ido dando tumbos con este patrimonio, devaluado, como le ocurrió a todo el sector, por la debacle que comenzó en 2007. Hasta que ahora han encontrado un mirlo blanco con el que sacarle partido.

De hecho, si los planes salen como esperan y reciben todas las bendiciones necesarias, las dos entidades podrían empezar a traspasar activos este mismo año, movimiento que convertirá a Testa Residencial en la mayor empresa de alquiler de viviendas del país, por delante de Fidere, en cuestión de meses.

En función de cuál termine siendo el número definitivo de viviendas que cedan a la todavía filial de Merlin Properties, la futura socimi contará con entre 11.000 y 13.000 hogares en renta, por lo que competirá de tú a tú con Azora, que suma 11.892 viviendas, y superará con creces las 6.000 que tiene Fidere y las 775 de Hispania, socimi gestionada por Azora que ya ha anunciado su decisión de echar el freno en el negocio residencial.

Cinco años para salir a bolsa

Con este gigante ya creado, el verdadero reto que deberán abordar todos los socios será su salida a bolsa, destino natural con el que se ha creado esta sociedad conjunta, pero al que se le ha dado un plazo máximo de cinco años para llevarlo a cabo.

Antes, deberá definirse el portfolio final de viviendas, ponerlas en valor, deshacerse en pequeñas operaciones de aquellos activos que no cuadren en los planes de la nueva socimi y, sobre todo, encontrar la ventana de oportunidad idónea en los mercados.

Merlin, Santander y BBVA se han dado un plazo de cinco años para sacar a bolsa Testa y recoger así el beneficio de todos los activos que han fusionado

Porque la clave del éxito o fracaso de este negocio va a estar aquí, en el precio al que consigan vender sus participaciones los bancos y Merlin cuando llegue el momento de colocar la filial en el parqué.

Por el momento, con la creación de su sociedad conjunta, todas las partes consiguen desconsolidar estas viviendas de sus balances, jugada que explica que los 250 millones de deuda ligados a las oficinas y centros comerciales que Metrovacesa ha integrado en Merlin, en vez de ir a esta socimi, se hayan traspasado a Testa.

La nueva Testa Residencial que surgirá de este acuerdo se ha dado un plazo de dos años para convertirse en socimi, y su accionariado se reparte en un 34,24% en manos de Merlin, mientras que los bancos se repartirán el 65,76% restante (Santander 21,95%; BBVA, 6,41%, y Popular, un 2,86%).