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El pacto ‘a traición’ de Zegona y Telefónica, clave para la venta de Yoigo a MásMóvil
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LA TRANSACCIÓN HA SIDO FIJADA EN 612 MILLONES

El pacto ‘a traición’ de Zegona y Telefónica, clave para la venta de Yoigo a MásMóvil

Zegona pensó que su acuerdo de partida con Telia le garantizaba la compra de Yoigo y menospreció el papel de los socios españoles, FCC, Abengoa y sobre todo ACS

Foto: El consejero delegado de MáSMóvil, Meinrad Spenger. (EFE)
El consejero delegado de MáSMóvil, Meinrad Spenger. (EFE)

Zegona vendió la piel de Yoigo antes de haberla cazado, lo que levantó ampollas entre los socios españoles de la operadora, encabezados por las grandes constructoras; ACS, FCC y Abengoa. El fondo británico se echó en los brazos de Telefónica antes de cerrar la adquisición de Yoigo en un intento por renovar la alianza operativa que ambas empresas mantienen desde el año 2013 y cuyo vencimiento está previsto para el final del presente ejercicio 2016. Las negociaciones de Zegona con Telefónica fueron realizadas a espaldas de Yoigo, lo que ha resultado determinante para que los dueños del cuarto operador se decantaran al final por la oferta competidora de MásMóvil.

El acuerdo entre Yoigo y Movistar ha resultado bastante más fructífero para esta última que para la primera. La filial de Telefónica ha utilizado la red 4G de Yoigo que además ha estado comercializando estos años el producto Movistar Fusión, que supuso una verdadera revolución a raíz de su lanzamiento en octubre de 2012. Por el contrario, Yoigo no ha podido emplear la infraestructura de Telefónica, como era su pretensión, para dar también servicios a terceros operadores. La compañía llegó a cerrar un acuerdo paralelo a principios de 2014 con Pepephone, pero Telefónica se negó en redondo recordando que el pacto de compartición de redes estaba reservado exclusivamente a mejorar la cobertura de los propios clientes.

La luna de miel entre la antigua Xfera y Telefónica duró escasamente un año y a partir de entonces las desavenencias se hicieron patentes a través incluso de una demanda que el cuarto operador presentó ante la CNMC en la que solicitaba encarecidamente la mediación del regulador para entrar en el mercado mayorista de telefonía. Vano esfuerzo porque la heredera del antiguo monopolio no suele dar puntada sin hilo y los contratos firmados con Yoigo establecían cláusulas condicionales que obligaban a una autorización expresa de Telefónica para poder realquilar la red a otros operadores móviles virtuales (OMV).

El gozo de Yoigo quedó en un pozo de frustración cuando Pepephone la dejó finalmente plantada para firmar un acuerdo de colaboración con la propia Movistar. Los accionistas del llamado cuarto operador, encabezados por la sueca Telia Company AB, comprendieron entonces que su vinculación a Telefónica era lo más parecido al ‘abrazo del oso’ y que asfixiaba cualquier intento de expansión de la compañía como agente independiente en el mercado español de ‘telecos’. A partir de entonces se puso en marcha de nuevo la maquinaria de venta que había fracasado en 2012 cuando Vodafone y Orange negociaron en falso la compra de la compañía.

El equipo directivo de Yoigo ha trabajado siempre con la misión de evitar que la empresa terminase colonizada por el imperio de Telefónica

Esta vez el equipo dirigido por Eduardo Taulet ha jugado sus bazas con una clara estrategia orientada a evitar que Telefónica pueda fagocitar la empresa surgida con la licencia UMTSque el Gobierno de José María Aznar concedió dos días antes de las elecciones del año 2000. Xfera nació con pretensiones inequívocas de convertirse en elemento dinamizador de un mercado dominado por las grandes multinacionales y esa ha sido hasta el último momento la misión que ha guiado los movimientos de sus gestores, incluso ahora que llega el desenlace final del traspaso a MásMóvil.

La aparición en escena de Zegona, fondo de inversión propietario en España del operador asturiano Telecable, venía avalada por el interés explícito de Telia en vender la empresa. La multinacional nórdica, con un 76,56% del capital, fue seducida por el grupo británico que a partir de marzo disfrutó de la exclusiva para negociar la compra después de un exhaustivo análisis de ‘due dilligences’. Zegona erró el disparo al menospreciar el papel de los socios españoles y, sobre todo, de ACS, con un 17% de las acciones. Además figuran también como accionistas fundacionales de referencia FCC, que dispone de un 3,44%, y Abengoa, con el 3%.

El fondo británico cometió el gravísimo error de forzar el acuerdo de compra garantizando la viabilidad futura de su inversión a partir de la renovación del acuerdo de itinerancia con Telefónica. Sin saberlo, o quizá confiados en su posición negociadora, los responsables de Zegona no hicieron sino “mentar la soga en la casa del ahorcado” al sacarse de la manga hace escasamente quince días un pacto con Movistar que en España ha sido considerado como una ‘traición’ para el resto de propietarios de Yoigo. Desde entonces las cartas han estado muy claras sobre la mesa y los socios españoles han persuadido a Telia para que tuviera también en cuenta la alternativa de MásMóvil.

Las únicas opciones de Zegona estos últimos días pasaban por el fracaso de su rival a la hora de obtener la financiación para formular una oferta competitiva, peroMásMóvil ha conseguido amplio respaldo del mercado para presentar una propuesta de 612 millones. De este importe, un40% corresponde a la ampliación de capital anunciada por la empresa yun 60% a través de deuda. La operación será aprobada en la junta general anunciada para este mismo jueves y supondrá la compra del 100% de Yoigo, si bien las tres constructoras españolas seguirán vinculadas a la empresa al convertir su participación conjunta del 23,44% del capital en un préstamo convertible por un máximo de 200 millones de euros.

MásMóvil toma el relevo de Yoigo como cuarto operador capaz de desafiar el dominio incontestable de las tres grandes multinacionales competidoras

La singularidad de este mecanismo de pago ha sido también decisivo para materializar la transacción ya que permitirá a ACS ejercer su papel de vendedor sin generar “minusvalías significativas”, tal y como se ha apremiado a informar a la CNMV el propio grupo constructor. La entidad que preside Florentino Pérez ha tenido un papel decisivo en la ejecución de un acuerdo que supondrá el relevo de la antigua Xfera por MásMóvil como cuarto operador de ‘telecos’ con un total de 4,2 millones de clientes de telefonía móvil y 70.000 de banda ancha.

La nueva empresa resultante, en la que también se incorpora la reciente adquisición de Pepephone, se presentará en sociedad con unos ingresos de 1.070 millones de euros y un ebitda o beneficio bruto operativo de 108 millones. La compañía que dirige Meinrad Spenger prepara ahora su puesta de largo en el mundo corporativo español con su próximo ‘listing’ en el mercado continuo de bolsa a partir de noviembre. MásMóvil es el fruto de un intenso proceso de integración en el sector de las telecos y su objetivo no es otro que mirar de tú a tú a los tres grandes operadores multinacionales del mercado. Precisamente lo que Yoigo nunca pudo conseguir del todo. Veremos si Orange, Vodafone y, sobre todo Telefónica, tienen esta vez motivos reales para preocuparse.

Zegona vendió la piel de Yoigo antes de haberla cazado, lo que levantó ampollas entre los socios españoles de la operadora, encabezados por las grandes constructoras; ACS, FCC y Abengoa. El fondo británico se echó en los brazos de Telefónica antes de cerrar la adquisición de Yoigo en un intento por renovar la alianza operativa que ambas empresas mantienen desde el año 2013 y cuyo vencimiento está previsto para el final del presente ejercicio 2016. Las negociaciones de Zegona con Telefónica fueron realizadas a espaldas de Yoigo, lo que ha resultado determinante para que los dueños del cuarto operador se decantaran al final por la oferta competidora de MásMóvil.

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