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Repsol provisiona 1.515 millones por las pérdidas con Sinopec a la espera de Deloitte
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por las pérdidas de la alianza en el Reino Unido

Repsol provisiona 1.515 millones por las pérdidas con Sinopec a la espera de Deloitte

La compañía española ha provisionado esta cantidad por las caídas registradas en su alianza con el grupo chino, cuyo conflicto millonario deberá ser revisado por el auditor

Foto: Antonio Brufau, presidente de Repsol, durante una junta de accionistas de la empresa. (Reuters)
Antonio Brufau, presidente de Repsol, durante una junta de accionistas de la empresa. (Reuters)

Repsol ha respondido con contundencia a la millonaria demanda presentada por Sinopec por la fallida 'joint venture' que tienen ambas multinacionales en el Mar del Norte. La compañía española ha calificado de “infundada” la reclamación, adelantada ayer en exclusiva por El Confidencial, a través de un tribunal de arbitraje de su socio chino. Pero será Deloitte, el todavía auditor del grupo petrolero, el que decida si el conflicto judicial con la compañía controlada por el Gobierno de Pekín exige realizar una provisión que condicionaría los resultados futuros.

Para Repsol, los argumentos esgrimidos por Sinopec para exigirle una compensación de 5.500 millones de dólares tienen “un nulo fundamento”, según los estudios preliminares de sus asesores legales. En consecuencia, Antonio Brufau, presidente de la compañía española, estima que este litigio tiene un “riesgo remoto” al entender que la decisión adoptada por su 'partner' chino es una reacción defensiva para cubrirse de unas decisiones de inversión en el Reino Unido “que no han dado -como otras de ese mismo grupo empresarial-, los resultados por ellos esperados”.

Sin embargo, este prejuicio inicial del equipo más próximo de Brufau no ha pasado todavía por el tamiz de Deloitte, el auditor del grupo, que va a exigir a la dirección de la compañía un análisis exhaustivo de los pros y los contras de esta batalla legal con Sinopec. Sobre todo porque el importe que reclama el Estado chino es muy significativo, al representar, por ejemplo, cerca de tres veces el beneficio neto que Repsol obtuvo en 2015 y el beneficio operativo o ebitda de un año entero.

El grupo participado por Caixabank y Sacyr va a intentar llegar a un acuerdo con Sinopec, a la que ha pedido que “rectifique y dedique los mejores esfuerzos conjuntos a progresar eficazmente en la buena gestión de sus participadas en Brasil y en el Reino Unido”. Pero fuentes próximas a las compañías sostienen que los representantes del Gobierno comunista de Pekín, los que realmente mandan en la primera petrolera china, no tienen la mínima intención de dar un paso atrás. Una postura que Repsol define como desleal.

Conocedor de esta postura intransigente, Repsol ha decidido dar un paso adelante y enseñar los dientes a Sinopec, a la que le va a exigir que se haga responsable de las consecuencias negativas que pueda tener este conflicto judicial en TSEUK, la filial del Mar del Norte, y en Repsol Brasil, de las que la multinacional asiática tiene el 49 y el 40% respectivamente. La plantilla de la primera ronda las 3.000 personas, tras despedir a cerca del 10% de la fuerza laboral el pasado año por la caída del precio del petróleo.

Otra reclamación por un oleoducto

TSEUK se encuentra participada por las sociedades Talisman Energy Inc. y Addax Petroleum UK Limited, filial del Grupo Sinopec, siendo las principales actividades de esta sociedad la exploración y explotación de hidrocarburos en el Mar del Norte. Este negocio conjunto, con sede en Aberdeen (Escocia), se gobierna a través de un acuerdo de accionistas, que requiere del consentimiento unánime las dos partes para todas las decisiones relevantes de carácter operativo y financiero, tal y como acordaron en 2012 cuando firmaron la alianza.

Repsol ha decidido enseñarle los dientes a Sinopec, a la que le va a exigir que se haga responsable de las consecuencias del conflicto judicial en TSEUK

Pero la compañía ha ido de mal en peor. De momento, Repsol ya ha provisionado toda su inversión en TSEUK, lo que ha llevado a situar su valor en libros por debajo de cero. En concreto, ha dotado 1.515 millones de euros que se corresponden con el coste neto del desmantelamiento de instalaciones para la exploración y producción de hidrocarburos en las costas escocesas. Una aventura que además tiene otro dolor de cabeza latente por la fuga ocurrida en agosto de 2012 en el oleoducto Galley, del que la filial de Repsol y Sinopec es dueña del 67,41% del capital.

En septiembre de ese año, TSEUK reclamó 315 millones de dólares a la compañía Oleum Insurance Company por las pérdidas sufridas a consecuencia de este incidente. Pero resulta que esta aseguradora era propiedad de la propia Talisman, la cual es a su vez titular del 51% de TSEUK, por lo que empresas del mismo grupo se estaban reclamando dinero. La documentación presentada en noviembre de 2014 por la filial de Repsol y Sinopec en soporte de su reclamación no resultaba suficiente para determinar la existencia de cobertura bajo la póliza, por lo que Oleum solicitó información adicional. Por tanto, las pérdidas de este negocio podrían ser mayores, ya prospere la demanda o no.

Repsol ha respondido con contundencia a la millonaria demanda presentada por Sinopec por la fallida 'joint venture' que tienen ambas multinacionales en el Mar del Norte. La compañía española ha calificado de “infundada” la reclamación, adelantada ayer en exclusiva por El Confidencial, a través de un tribunal de arbitraje de su socio chino. Pero será Deloitte, el todavía auditor del grupo petrolero, el que decida si el conflicto judicial con la compañía controlada por el Gobierno de Pekín exige realizar una provisión que condicionaría los resultados futuros.

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