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Aena fija en Cuba el destino preferente de su expansión exterior tras el fin del embargo
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BRASIL TAMBIÉN FIGURA EN EL PUNTO DE MIRA

Aena fija en Cuba el destino preferente de su expansión exterior tras el fin del embargo

El fin del embargo a Cuba brinda una oportunidad única para que Aena desarrolle este año su vocación como primer operador mundial en el mercado aeroportuario

Foto: Vista general del aeropuerto de La Habana, en Cuba. (Reuters)
Vista general del aeropuerto de La Habana, en Cuba. (Reuters)

La histórica visita a Cuba efectuada esta semana por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, estaba marcada con trazo grueso desde hace varios meses en el plan estratégico elaborado por Aena de cara al presente ejercicio de 2016. La isla caribeña es el más preciado objeto de deseo del gestor aeroportuario español para reafirmar su liderazgo mundial aprovechando el fin del embargo comercial. Cuba es el gran escenario donde Aena puede imponer su mayor velocidad de crucero sobre los grandes rivales internacionales que esperan también el disparo de carrera para adquirir una participación de referencia en los principales aeropuertos del país.

Los responsables del desarrollo corporativo de Aena consideran que el inicio de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos supondrá un crecimiento exponencial del turismo, que se conjuga con una clara falta de capacidad aeroportuaria en el país. Una mezcla que abre una ventana de oportunidad inmejorable para exportar el 'know how' de la empresa española en su calidad de primer operador del mercado por número de pasajeros. Los principales aeropuertos cubanos que figuran en el radar de Aena son los de La Habana, Varadero, Santa Clara, Holguín, Cayo Coco y Santiago, que transportaron en conjunto cerca de siete millones de viajeros en 2015.

La compañía dependiente del Ministerio de Fomento atraviesa un momento dulce que le sitúa en la ‘pole position’ de lo que ha de ser, sin duda, una dura competición frente a los grandes operadores internacionales. Tanto Francia con Aeroports de Paris (AdP) o Alemania, a través de Fraport, tienen orientado su punto de mira a Cuba aunque carecen de la experiencia del gestor español en la administración de aeropuertos volcados al mercado turístico. Aena dispone de una situación financiera envidiable, con una generación de caja superior a los 1.600 millones de euros el pasado año y un margen operativo bruto de negocio de más de 2.000 millones.

El principal obstáculo para la operadora española reside en que cualquier aventura internacional tiene que ser autorizada por el Consejo de Ministros

La sociedad cotizada desde febrero del pasado año puede presentar ante las autoridades cubanas una tarjeta de visita en la que, aparte de la operación en España, figuran otros 15 aeropuertos en México, Jamaica y Colombia, además de Luton en el Reino Unido. Con estos poderes y una política de inversiones estimada en una media anual de 430 millones de euros para el periodo 2017 a 2021, el único y verdadero hándicap al que se enfrenta la compañía presidida por José Manuel Vargas reside precisamente en su naturaleza de empresa estatal dependiente del Ministerio de Fomento.

Aena necesita la autorización expresa del Consejo de Ministros para lanzarse a cualquier aventura internacional, lo que no deja de ser un enorme lastre en un momento de parálisis política, donde nadie dentro del Gobierno se atreve a mover ficha por temor al qué dirán. El operador aeroportuario se encuentra atado de pies y manos, con la miel en los labios y observando el desenlace de unos acontecimientos que pueden traducirse en la pérdida de una extraordinaria oportunidad de negocio. Todo dependerá del ritmo de acogida que imponga Cuba a la inversión extranjera y del nivel de anticipación con que se muevan los principales rivales de Aena en estos próximos meses.

Otro de los mercados potenciales que aparecen en el punto de mira internacional de Aena es Brasil. El plan de negocio con el que trabaja la compañía pública destaca las oportunidades que se derivan de la reestructuración de las concesionarias de aeropuertos como consecuencia de las distintas rondas de privatizaciones que viene llevando a cabo el Gobierno de Dilma Rousseff. La compañía que gestiona los aeropuertos españoles estuvo oteando las primeras licitaciones llevadas a cabo en los aeródromos de Río de Janeiro y Belo Horizonte pero al final no se decidió a formular una propuesta realmente competitiva.

Las concesiones que eventualmente podrían salir a licitación pública a lo largo de este año en Brasil incluyen los aeropuertos de Sao Paulo-Guarulhos, Viracopos-Campinas, Salvador, Porto Alegre, Fortaleza y Florianópolis, que suman un volumen de tráfico de más de 75 millones de pasajeros. La internacionalización de Aena se considera un elemento clave para su futuro crecimiento y la generación de valor para sus accionistas, además de servir como motor de empuje para la proyección de las empresas españolas en el exterior dentro de sectores como infraestructuras, ingeniería y consultoría.

Los aeropuertos de Aena en el exterior movieron 53 millones de pasajeros a lo largo del pasado año y generaron ingresos de casi 700 millones de euros

La división internacional de Aena se estructura a través de cuatro grandes firmas participadas. La empresa española tiene mayoría de control en la empresa que opera el aeropuerto de Luton en Londres y posee el 50% en el Aeropuerto de Cali en Colombia, en tanto que cuenta con un 38% de la Sociedad Aeroportuaria de la Costa (SACSA), que gestiona el aeródromo de Cartagena de Indias. Uno de los objetivos inmediatos de Aena consiste ahora en negociar con sus socios colombianos una posición de control en esta última sociedad concesionaria.

Aena es además socio operador, con el 33,3% del capital, de Aeropuertos Méxicanos del Pacífico que posee a su vez un 17.4% en el Grupo de Aeropuertos del Pacífico (GAP), con doce instalaciones en el país centroamericano además del aeropuerto de Montego Bay en Jamaica. A lo largo de 2015 los aeropuertos vinculados a Aena en el exterior movieron 53 millones de pasajeros, alcanzando unos ingresos de casi 700 millones de euros y unos beneficios consolidados de 31,6 millones de euros.

La histórica visita a Cuba efectuada esta semana por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, estaba marcada con trazo grueso desde hace varios meses en el plan estratégico elaborado por Aena de cara al presente ejercicio de 2016. La isla caribeña es el más preciado objeto de deseo del gestor aeroportuario español para reafirmar su liderazgo mundial aprovechando el fin del embargo comercial. Cuba es el gran escenario donde Aena puede imponer su mayor velocidad de crucero sobre los grandes rivales internacionales que esperan también el disparo de carrera para adquirir una participación de referencia en los principales aeropuertos del país.

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