Aena pagará un déficit tarifario de 1.200 millones para congelar las tasas aéras
La decisión final sobre las tasas aeroportuarias para el periodo 2017 a 2021 no se espera hasta finales de septiembre, dado el interés del Gobierno en agotar el calendario político
El consejo de administración de Aena aprobó el pasado martes el llamado primer DORA (Documento de Regulación Aeroportuario), que entre otros aspectos estratégicos establece la propuesta de tarifas aeroportuarias para los próximos cinco años en España. El máximo órgano de gobierno de la sociedad cotizada ha decidido mantenerse en sus trece después de culminar el preceptivo periodo de consultas con las diversas asociaciones empresariales de compañías aéreas. El planteamiento de la empresa no es otro que el derivado de la exigencia legislativa que obliga a congelar las tarifas sobre la base de la rebaja del 1,9% forzada por la CNMC para el presente ejercicio de 2016.
La ‘paz tarifaria’ auspiciada por el Ministerio de Fomento en los últimos años tiene un elevado coste para el gestor aeroportuario. Según ha podido saber El Confidencial en medios oficiales del actual Gobierno en funciones, Aena deberá asumir un déficit de tarifa no recuperable de 1.220 millones de euros entre 2017 y 2021. El ajuste llevado a cabo por Aena, tanto en su estructura de gastos como en su política comercial, absorberá los efectos de un ‘roto’ que viene impuesto por el deseo de Ana Pastor de asegurar un marco estable de tasas que sirva, a la postre, para reducir el precio de los billetes de avión en España.
La empresa controlada por el Estado deberá aceptar, a la fuerza ahorcan, una transferencia de rentas en favor de las compañías aéreas, en un momento especialmente propicio para maximizar los ingresos procedentes del negocio regulado de los aeropuertos. No en vano, los datos que maneja la compañía apuntan una previsión de crecimiento medio interanual en el tráfico de viajeros de un 3% a lo largo del periodo de vigencia del DORA, hasta alcanzar en el horizonte del plan una cifra de casi 240,5 millones de pasajeros. Cabe señalar a efectos comparativos que el cierre de 2015 se ha saldado con 207 millones, lo que supone el segundo mejor dato histórico desde el récord de 210,4 millones alcanzado en 2007.
En número de aeronaves, el incremento medio estimado del periodo será del 2,4% hasta superar los 2,1 millones de aviones, frente a 1,9 millones al término de 2015. En lo que se refiere al transporte de mercancías, el aumento será más acusado y alcanzará un 3,3% en el conjunto de los próximos cinco años, alcanzando una cifra de 856.000 toneladas en 2021 frente a las 714.000 registradas el pasado año en la red nacional de Aena. Estas previsiones se sustentan con un esfuerzo inversor de 450 millones de media anual a lo largo del lustro.
Los cálculos manejados en el DORA requieren un incremento de tarifa del 3,32%, teniendo en cuenta que el ingreso por pasajero a lo largo del periodo se mantendrá en un valor constante de 10,9 euros por pasajero, que es el ratio base aprobado para el presente ejercicio de 2016. Sobre estas bases, y teniendo en cuenta un coste medio ponderado de capital del 9,3%, el gestor aeroportuario tendrá que afrontar en los próximos años un déficit tarifario acumulado de 1.220 millones de euros. Todo ello en el mejor de los casos para Aena, porque cabe recordar que las compañías aéreas vienen reclamando una nueva rebaja de las tasas adicional a la que ya han obtenido este año.
Con los ingresos de 10,9 euros por pasajero previstos en 2016 y medidos en valor constante, Aena debería subir las tarifas un 3,32% en los próximos cinco años
La fijación de las tarifas aeroportuarias, al igual que ocurre con otros muchos procedimientos administrativos en el momento actual, se retrasará muy probablemente hasta el último instante del calendario legal, que vence el 30 de septiembre. La propuesta de Aena tiene que ser ahora formalmente enviada a la Dirección General de Aviación Civil, organismo dependiente del Ministerio de Fomento y responsable en última instancia de la resolución final. El acuerdo precisa en todo caso el informe preceptivo de la CNMC y de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, tal y como establece la Ley 18/2014 de medidas urgentes para el crecimiento, la competitividad y la eficiencia.
Pese al déficit de tarifa generado con la propuesta de Aena, la congelación de precios supone un desafío político para el Gobierno en funciones que será muy contestado si deja caer en saco roto las reclamaciones de las compañía aéreas. La zanahoria que implica la bajada de los billetes de avión ante la nueva temporada turística es una tentación muy peligrosa, lo que induce a pensar que Ana Pastor preferirá aguantar el envite dando la callada por respuesta y demorando todo lo que sea posible una decisión que puede suponer un palo para los actuales responsables del Ministerio de Fomento. Hasta después de verano, no se esperan acontecimientos. Al tiempo.
El consejo de administración de Aena aprobó el pasado martes el llamado primer DORA (Documento de Regulación Aeroportuario), que entre otros aspectos estratégicos establece la propuesta de tarifas aeroportuarias para los próximos cinco años en España. El máximo órgano de gobierno de la sociedad cotizada ha decidido mantenerse en sus trece después de culminar el preceptivo periodo de consultas con las diversas asociaciones empresariales de compañías aéreas. El planteamiento de la empresa no es otro que el derivado de la exigencia legislativa que obliga a congelar las tarifas sobre la base de la rebaja del 1,9% forzada por la CNMC para el presente ejercicio de 2016.