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Sacyr se escuda en el papel mojado de Repsol para no reconocer su agujero
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la diferencia de valoración es de 1.000 millones

Sacyr se escuda en el papel mojado de Repsol para no reconocer su agujero

La constructora asegura que la petrolera vale un 90% de cómo cotiza en bolsa según el plan estratégico que la propia empresa energética ha rehecho por quedar desfasado

Foto: El presidente de Sacyr, Manuel Manrique, durante un acto en octubre de 2014. (EFE)
El presidente de Sacyr, Manuel Manrique, durante un acto en octubre de 2014. (EFE)

Manuel Manrique se ha mostrado muy satisfecho de la transformación llevada a cabo por Sacyr en los últimos años, especialmente por la reducción de la deuda, y no se ha mostrado preocupado por la situación de Repsol ni por la bajada del dividendo de la petrolera. Hasta el punto de que la compañía ha obviado ajustar el valor de su participación del 8,5% en la compañía energética a su actual tasación mercado pese a tener un agujero de cerca de 1.000 millones, más de lo que vale todo el Grupo Sacyr.

La compañía considera que, aunque Repsol cotiza en bolsa a 9,3 euros por acción, su valor real es de 15,66 euros, según un análisis realizado en base a factores tan diversos como los flujos de caja que obtendrá la petrolera, la tasa de descuento, el coste de la deuda y la prima de riesgo de los países en los que está presente. Elementos todos extraídos del Plan Estratégico 2016-2020 presentado por Antonio Brufau en octubre de 2015, unas líneas maestras que la propia Repsol ha considerado papel mojado al haberse visto obligada a rehacer el citado plan por la brusca caída del petróleo.

De hecho, Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol, ha rebajado desde los 50 hasta los 40 dólares el barril la referencia a partir de la cual estimar los ingresos de la compañía, que al mismo tiempo ha anunciado una nueva reducción del 20% de las inversiones y una nueva vuelta de tuerca en los costes operativos. Pese a que para la propia petrolera su Plan Estratégico ya está invalidado, Sacyr lo ha utilizado para reconocer las minusvalías que tienen en su balance.

La constructora tiene contabilizadas sus acciones de Repsol en 17,5 euros, casi un 90% por encima de su cotización actual y un 11% por debajo del precio que Sacyr considera el justo de su participada (15,66 euros). El valor de mercado de su 8,5% de la petrolera asciende a 1.120 millones, casi 500 menos de la deuda vinculada a este paquete, que a cierre de 2015 asciende a 1.613 millones. La compañía, que capitaliza apenas 745 millones, la tiene contabilizada en libros en 2.144 millones, 1.000 millones por encima de su tasación real.

Pese a estos números, Manrique aseguró que no le preocupa en exceso la coyuntura que rodea la petrolera y que, pese al recorte del 20% del dividendo, podrá seguir pagando los intereses de la deuda y amortizando parcialmente el principal. En 2015, la caída en bolsa de Repsol y sus pérdidas operativas le costaron 478 millones a la constructora, 373 millones por provisiones y otros 105 por los números rojos de su cuenta de resultados. Falta ahora conocer la opinión del auditor, Ernst & Young (EY), que deberá validar el método utilizado por Sacyr para no reconocer su agujero contable.

Ventas planas, mejora del Ebitda

El presidente del grupo de concesiones y servicios consideró que Sacyr es ”una empresa más saneada, más rentable y más eficiente” durante la presentación de los resultados del pasado ejercicio, periodo en el que ganó 370 millones de euros, gracias fundamentalmente a las plusvalías por la venta de Testa. En julio, el grupo constructor y de servicios traspasó a Merlin su filial patrimonialista por 1.794 millones, lo que conllevó una reducción de deuda de 3.500 millones.

Esta operación compensó el impacto de Repsol, que Sacyr eleva hasta los 655 millones. No obstante, Sacyr cifra en 655 millones de euros el impacto negativo en su beneficio neto por Repsol. Las cuentas remitidas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) recogen también un impacto negativo de 180 millones por reducción del crédito fiscal asociado a Testa, y de 130 millones por la dotación de provisiones de circulante y financieras por el criterio de prudencia.

En lo que respecta a la evolución del negocio, los ingresos de Sacyr aumentaron un 8,5%, hasta los 2.984 millones, mientras que el resultado bruto de explotación (Ebitda) subió un 33 %, hasta los 318 millones. El área de Construcción presentó un beneficio operativo de 78 millones, el 25% menos, y facturó 1.666 millones, el 2% menos interanual, con una caída en España del 9% (446 millones) y del 22% en el negocio de la portuguesa Somague (431) y un repunte del 19% en el exterior (827).

En el negocio de Concesiones generó un resultado bruto de explotación de 184 millones de euros y una facturación de 564 millones, lo que supone incrementos del 137% y del 34%, respectivamente. Según la misma fuente, el área de Servicios mejoró su Ebitda el 13%, hasta 70 millones de euros, e ingresó 763 millones, el 4% más.

Manuel Manrique se ha mostrado muy satisfecho de la transformación llevada a cabo por Sacyr en los últimos años, especialmente por la reducción de la deuda, y no se ha mostrado preocupado por la situación de Repsol ni por la bajada del dividendo de la petrolera. Hasta el punto de que la compañía ha obviado ajustar el valor de su participación del 8,5% en la compañía energética a su actual tasación mercado pese a tener un agujero de cerca de 1.000 millones, más de lo que vale todo el Grupo Sacyr.

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