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Hernández Moltó: animador y 'reina de Inglaterra' en CCM... pero no banquero
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primer día del juicio caja castilla-la mancha

Hernández Moltó: animador y 'reina de Inglaterra' en CCM... pero no banquero

El expresidente de la caja manchega matiza en su declaración que su función no era ejecutiva, sino meramente institucional. Y que era economista, "pero de política económica, no de empresa"

Foto: El expresidente de Caja Castilla-La Mancha, Juan Pedro Hernández Moltó (de pie), ayer en la Audiencia Nacional. (EFE)
El expresidente de Caja Castilla-La Mancha, Juan Pedro Hernández Moltó (de pie), ayer en la Audiencia Nacional. (EFE)

Las cámaras de televisión apostadas en la puerta son la confirmación de que la dirección es la correcta. Allí, en el polígono industrial Las Fronteras, en una esquina en la que podría haber un taller, un almacén, una tienda de muebles o un restaurante, se encuentra la sede de la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares. En su interior, en la sala de vistas número 1, arrancó este martes el juicio Caja Castilla-La Mancha, en el que el exdiputado socialista y expresidente de la entidad manchega Juan Pedro Hernández Moltó y el exdirector general Ildefonso Ortega son acusados de haber falseado las cuentas de la caja en 2008. Por ello, el fiscal les pide dos años y medio de cárcel, que las acusaciones de Banco Castilla-La Mancha, ahora integrado en Liberbank, y la particular de Adicae elevan hasta los cinco años porque denuncian la comisión de un delito societario y otro de administración desleal.

Convocados a las 10:30, los acusados llegaron más que puntuales. Poco después de las 10 ya estaban allí, conversando junto a sus abogados a la izquierda de la puerta de la sala, esperando la llamada del juez central de lo penal, José María Vázquez Honrubia. A Hernández Moltó se la adivinaba su pasado político: lucía más sereno, más relajado, y hasta era quien dirigía la charla. Ortega, en cambio, por su perfil más tecnico, parecía más tenso. Solo hablaba si se le preguntaba y perdía su mirada en el suelo.

El expresidente de CCM dice que era un "animador sociocultural de la caja"

El juez les llamó en torno a las 11. Pasaron. Y en cuanto la sesión se abrió a audiencia pública, se confirmó lo mismo que en la charla previa: porque Hernández Moltó fue el político y Ortega, el técnico.

"Economista, pero de política económica"

Durante aproximadamente tres horas de testimonio, en las que respondió a todas las preguntas de la Fiscalía y las acusaciones, Hernández Moltó trató de dejar claro su cometido en la entidad. "Yo era el presidente, pero no era un presidente ejecutivo", "no estaba tanto en el despacho como en los ámbitos de la entidad", "no trataba, me relacionaba con los ejecutivos", "la Caja no necesitaba intrusos, yo lo hubiera sido, y no me metía en las operaciones", fueron algunas de sus constantes afirmaciones para intentar definir que su papel en CCM no era ejecutivo, sino meramente institucional.

Las cuentas de 2008 tenían que haber dado pérdidas, pero arrojaron ganancias; Ortega sostiene que no estaban "formuladas" y eran "provisionales"

Para que no quedaran dudas, fue mucho más gráfico. Y por duplicado. Primero, asemejó su figura en el Consejo de CCM y en las reuniones a las que asistía con la de "la reina de Inglaterra", en el sentido de que iba, participaba y se le escuchaba, pero sin que fuera él quien tomara las decisiones ejecutivas ni impusiera lo que había que hacer. Y luego fue aún más allá: "Si se me permite la expresión, yo era una especie de animador sociocultural en CCM".

Presidente no ejecutivo, reina de Inglaterra en CCM, animador sociocultural... Hernández Moltó era de todo en la entidad. De todo, menos banquero. Porque también tuvo otro arranque de sinceridad cuando se le preguntó por su capacidad para conocer cómo evolucionaba la rentabilidad o las cuentas de la Caja: "Soy economista en general, pero de política económica, no de empresa".

El animador... ¿de la fiesta?

Aunque seguramente no era su intención, la referencia a que era el "animador sociocultural" de CCM fue de lo más acertada para el caso. Porque eso mismo es lo que se juzgará hasta el 11 de febrero. Hasta qué punto Hernández Moltó y Ortega animaron la 'fiesta' en CCM, pasándose en la concesión de créditos y la asunción de riesgos y, ya en la útima etapa, pasando por alto unos requerimientos muy serios por parte del Banco de España (BdE).

En octubre de 2008, el supervisor les hizo llegar unos requerimientos mediante los que pedía a la entidad la recalificación de distintos niveles de deuda por valor de 1.549 millones de euros, la dotación de una provisión específica de 245 millones por esos cambios y, sobre todo, que reconociera en la cuentas de resultados de 2008 una pérdida del valor de sus activos de 196 millones de euros, en vez de cargarlos contra el patrimonio de la entidad, como habìan hecho los gestores.

Arranca el juicio contra la excúpula de Caja Castilla-La Mancha

¿Hicieron lo que les dijeron desde el BdE? Ayer dijeron que una parte, sí; pero todo, no. Dotaron 188 de los 245 millones previstos. ¿Y lo de las cuentas? El BdE lo tenía claro: esos 196 millones llevarían a CCM a los números rojos, con unas pérdidas de 182,2 millones de euros. ¿Ocurrió? No. CCM insistió en su criterio y presentó unos beneficios de 30 millones. La remisión de estas cuentas al BdE, su traslación a la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) y la publicación por parte de esta patronal de esas ganancias desataron la tormenta final sobre CCM, que terminó siendo intervenida por el BdE a finales de marzo de 2009. Fue la primera entidad española intervenida durante la crisis y requirió una inyección de liquidez de 9.000 millones de euros. Tras la intervención, las pérdidas en las cuentas anuales de 2008 crecieron hasta los 1.066 millones de euros.

¿Qué dice Hernández Moltó en su defensa? Que lo ignoraba todo. Que no sabía que el requerimiento del BdE desembocaría en pérdidas y que las cuentas que enviaron eran únicamente provisionales y para su análisis, no definitivas. Ortega fue mucho más preciso e insistente. Por algo es el técnico. "Las cuentas no estaban formuladas. Eran provisionales, parciales y, sobre todo, sujetas a supervisión por el BdE", repitió una y otra vez para tratar de dejar claro que no hubo mala fe, sino que simplemente se trataba de un trabajo inacabado; esas cuentas no eran las finales, alegó. Y en todo caso, tanto el expresidente como el exdirector general negaron que presentaran "unas cuentas falsas".

Hernández Moltó no ocultó su malestar con el BdE por la forma en la que procedió. No dudó en calificar la intervención como "una sobreactuación que nio fue buena para nadie". Y, sobre todo, cuando el abogado de Banco Castilla-La Mancha, Ángel Bernal, que fue el más incisivo de la sesión, le comentó que los inspectores del Banco de España afirman que le advirtieron de la inviabilidad de la entidad: "Los inspectores del BdE mienten".

Hernández Moltó cree que el Banco de España "sobreactuó" al intervenir la entidad; CCM necesitó una inyección de 9.000 millones de euros

También deslizó un sentimiento de traición al ser preguntado sobre cuándo se enteró de la intervención: "No lo supe hasta que no me llamó el Banco de España para comunicármelo". Y dejó claro cuál era su sensación entonces. "Estábamos a tiempo de todo", afirmó, en referencia a que pensaba que se podrían haber buscado otras fórmulas.

¿Y para qué sirve la CECA?

Pero Hernández Moltó no tuvo dardos solo para el BdE. También se acordó de la CECA, la patronal que aceleró los acontecimientos finales después de publicar en febrero de 2009 los resultados de la caja manchega de 2008. Es decir, los resultados que ahora están en cuestión.

El expresidente de CCM dejó bien claro que no le gustó lo más mínimo que la CECA aireara esos resultados. "Nunca tuve demasiada buena opinión de la CECA", reconoció. "Nunca supe exactamente su función", continuó. "Sí sé que tiene profesionales bien retribuidos", apuntó. "Pero no sé por qué publicaba unas cuentas que aún no estaban auditadas, solo le pueden interesar a un curioso, no tienen ninguna utilidad. Era el momento de gloria de la CECA, solo eran una presentación mediática", remató.

Fruto de una campaña mediática

Otro foco de las críticas de Hernández Moltó se dirigió a una de sus viejas criticas. Evocó la que, a su juicio, fue una "campaña política, mediática y social" contra la entidad. Una cruzada con un objetivo: desprestigiar a CCM y extender el pánico. "Además de la crisis, en enero de 2008 empezó una campaña contra la Caja", subrayó.

Esa campaña, apuntó, provocó una salida de depósitos de 3.000 millones de euros. Y aunque este martes no lo mencionó explícitamente, tras esa estampida siempre ha visto la 'mano negra' de empresarios y poderes afines al Partido Popular.

Ni fusiones, ni FROB... ni nada

Y, por supuesto, la mala suerte. Hernández Moltó se lamentó en dos ocasiones de la mala suerte con la que se topó CCM y que condenó su destino. La primera, en relación a las fusiones. CCM formó parte de las quinielas, en especial en una que le unía con Unicaja, pero sin que finalmente fructificara ninguna. "Lástima que no se llevara a buen puerto ninguna de las cosas que se comentaron", aseguró.

El segundo lamento aludió a la ausencia de un mecanismo de ayuda financiera. "20 o 25 días después de intervenir CCM, se creó el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB)", manifestó. Aunque fue un poco más tarde, en concreto en junio, es cierto que el FROB fue constituido poco después de la intervención de la caja manchega.

Ortega fue más directo que su presidente: "Nosotros nos morimos de pena porque no nos pudimos agarrar a nada". Esta vez, Dios no salvó a la 'reina de Inglaterra'.

Las cámaras de televisión apostadas en la puerta son la confirmación de que la dirección es la correcta. Allí, en el polígono industrial Las Fronteras, en una esquina en la que podría haber un taller, un almacén, una tienda de muebles o un restaurante, se encuentra la sede de la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares. En su interior, en la sala de vistas número 1, arrancó este martes el juicio Caja Castilla-La Mancha, en el que el exdiputado socialista y expresidente de la entidad manchega Juan Pedro Hernández Moltó y el exdirector general Ildefonso Ortega son acusados de haber falseado las cuentas de la caja en 2008. Por ello, el fiscal les pide dos años y medio de cárcel, que las acusaciones de Banco Castilla-La Mancha, ahora integrado en Liberbank, y la particular de Adicae elevan hasta los cinco años porque denuncian la comisión de un delito societario y otro de administración desleal.

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