Caixabank aprovecha la caída de Repsol para recomprar el 2% por la mitad

Caixabank ha optado por los juegos malabares para sacarle partido al desplome de Repsol en bolsa. El banco anunció este jueves la conversión de unos bonos canjeables emitidos a 18,25 euros por acción, representativos del 2% del capital de la petrolera, para anunciar de forma indirecta que recomprará un paquete de títulos similar, pero al precio actual, es decir, a la mitad de como los vendió a los inversores institucionales.

La entidad dirigida por Isidro Fainé ha decidido anticipar en unos meses la amortización -expiraban a finales de este año- de una emisión de bonos canjeables por acciones de Repsol, emitidos en octubre de 2013. Aquella operación sirvió a Caixabank para ingresar cerca de 600 millones a cambio de ceder una participación significativa del capital y pagar un cupón por los citados títulos de renta fija del 4,5%.

El resultado de esta amortización anticipada es que los inversores institucionales recibirán un total de 29,82 millones de títulos de la petrolera, representativos del 2,06% de su capital, por lo que la participación de Caixabank se verá reducida desde el 11,5 actual al 9,5%. Sin embargo, la entidad financiera con sede en Barcelona añade en el comunicado oficial que “la entrega de las acciones no altera la intención de CaixaBank de continuar con un nivel de participación en Repsol similar al mantenido hasta el momento y que le permita mantener una influencia significativa en dicha compañía".

La entrega de las acciones no altera la intención de CaixaBank de continuar con un nivel de participación en Repsol similar al mantenido hasta el momento

Según fuentes próximas al banco, esta última parte del comunicado sugiere que Caixabank acometerá a corto plazo la adquisición de un paquete adicional de Repsol en bolsa para volver a tener cerca del 11,5% del capital, aprovechando que la cotización está en uno de los niveles más bajos de las dos últimas décadas. A los precios actuales, la institución catalana pagaría unos 270 millones de euros por una participación que ha vendido por cerca de 600 millones.

La operación, de concretarse, le servirá a Caixabank para compensar las minusvalías latentes que acumula por las acciones que actualmente posee de Repsol. El banco las tiene apuntadas en su balance a cerca de 18 euros por título, por lo que sufre un agujero de cerca de 2.000 millones de euros. Aunque el primer grupo bancario de España por cuota de mercado no tiene obligación de provisonar dicha diferencia hasta la venta de la participación, la prudencia contable aconseja al menos dotar parcialmente esta exposición, como ya hizo Sacyr, el segundo mayor accionista, el pasado mes de noviembre.