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El 'crash' del Ibex suspende las OPV de Cortefiel, Telepizza, Unicaja y Volotea
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por la caída de sus valoraciones

El 'crash' del Ibex suspende las OPV de Cortefiel, Telepizza, Unicaja y Volotea

Las empresas que tenían pensado cotizar este año en el mercado de valores comienzan a sopesar que deberán retrasar sus OPV por la caída en picado de sus valoraciones

Foto: Ibex 35 (EFE)
Ibex 35 (EFE)

La caída a plomo de la bolsa empieza a alterar las decisiones estratégicas que los consejeros delegados tenían previstas para 2016. Muchos empiezan a enfriar sus planes de crecimiento, como los bancos, otros a acelerar sus estrategias de recorte de costes, como Repsol, y otros a poner en cuarentena su decisión de comenzar a cotizar, como habían anunciado previamente. En este último grupo están empresas tan diversas como Telepizza, Cortefiel y Unicaja.

Según indican fuentes próximas a estas ofertas públicas de venta (OPV), el desplome de las cotizaciones, tanto en el sector del consumo como en las entidades financieras, reduce significativamente la posible valoración que los dueños de estas compañías podrían obtener en una salida a bolsa. Aunque el tirón del consumo privado en España podría ayudar a sostener las estimaciones de precio de las dos primeras, lo cierto es que la retirada de los inversores ha sido tan grande que existen grandes dudas de poder captar demanda suficiente.

En el caso de Telepizza, Bank of America Merrill Lynch y UBS, los dos bancos elegidos para llevar a cabo el regreso de la empresa de restauración al mercado de valores, se habían fijado en la británica Domino's Pizza como referencia para sacar a bolsa la española. La inglesa cotizaba a múltiplos de casi 30 veces el PER -veces que la cotización recoge el beneficio por acción-, lo que animó a Permira y a KKR, los dos mayores accionistas de Telepizza, a creer que podían obtener al menos 1.000 millones por la venta del 100%.

Pero lo cierto es que Domino's Pizza se ha desplomado cerca de un 13% en la Bolsa de Londres, lo que obviamente impacta en Telepizza. La empresa que en su día fuera propiedad de Leopoldo Fernández Pujals, exdueño de Jazztel, confiaba en que la buena evolución de la economía española facilitase una valoración que permitiese a sus accionistas los cerca de 1.000 millones que pagaron en 2006.

Aunque el FMI incluso ha elevado las previsiones de crecimiento del PIB, en el mercado ya se daba por sentado que las estimaciones de Permira y KKR eran de por sí muy agresivas antes del desplome de la bolsa. Fuentes financieras apuntan a que Telepizza podría alcanzar una tasación de 600 millones en el mejor de los casos, importe que supone implícitamente la suspensión de la OPV, al estar muy por debajo de lo que pagó Permira.

Caso similar ocurre con Cortefiel, operación liderada por Goldman Sachs, cuyo escenario es muy similar al de la empresa de restauración. Permira, que también es accionista del grupo textil, pagó junto con CVC y PAI Partners 1.400 millones por la compañía de la familia Hinojosa. Sus comparables más directos, salvando las distancias del tamaño, son Inditex y Hennes & Mauritz, que este año han caído un 11 y un 7%, respectivamente. Aunque sus descensos son inferiores a los del Ibex (13%), las pretensiones de los tres fondos de capital riesgo ya se soportaban sobre estimaciones muy voluntaristas antes del ajuste de las valoraciones de sus competidores.

Ambas compañías intentaron ser vendidas sin suerte antes de proponer la salida a bolsa como vía para que sus inversores obtuvieran liquidez tras 10 años en el capital, un periodo demasiado largo por el que podrían ser penalizados por sus 'limited partners', los que prestan el dinero para comprar y vender empresas.

Peor es la situación de Unicaja, cuyas opciones de salir a bolsa en mayo se volatilizan en la proporción que caen las acciones de Banco Santander, BBVA, Caixabank y especialmente Popular y Sabadell. Estas entidades cotizan actualmente a entre 0,5 y 0,6 veces su valor en libros, lo que hace inviable que la antigua caja andaluza salga al mercado mediante una ampliación de capital de 800 millones. El grupo con sede en Málaga ha contratado esta misma semana a Morgan Stanley y UBS para intentar hacer la OPV antes de acabar el año, por orden de la Comisión Europea.

El escenario de Unicaja se puede aplicar a Ibercaja y a Banco Mare Nostrum (BMN), que ya el año pasado canceló su intención de cotizar en los mercados, como le exige también Bruselas. La entidad aragonesa, que se ha puesto en manos de KPMG, tiene hasta 2018 para cumplir asimismo con esta obligación, pero la antigua Caja Murcia debe seguir las instrucciones del organismo supervisor como muy tarde en 2017. Entre las tres, tiene que devolver 3.000 millones de euros en ayudas públicas.

Por último, Volotea, la aerolínea de bajo coste, también tendrá que esperar mejor tiempo para echar a volar en bolsa, pese a que la caída de los precios del petróleo mejora su rentabilidad y la hace más atractiva. Solo queda por saber qué hará Dominion, la filial de Cie Automotive, que de momento si mantiene sus planes de cotizar en primavera.

La caída a plomo de la bolsa empieza a alterar las decisiones estratégicas que los consejeros delegados tenían previstas para 2016. Muchos empiezan a enfriar sus planes de crecimiento, como los bancos, otros a acelerar sus estrategias de recorte de costes, como Repsol, y otros a poner en cuarentena su decisión de comenzar a cotizar, como habían anunciado previamente. En este último grupo están empresas tan diversas como Telepizza, Cortefiel y Unicaja.

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