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Abengoa Yield inicia su plan independentista y se rebautiza como Atlántica Yield
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LA EMPRESA CAMBIARá INCLUSO DE NOMBRE

Abengoa Yield inicia su plan independentista y se rebautiza como Atlántica Yield

La filial, sometida a la legislación británica y cotizada en el Nasdaq, declara ante los mercados y los inversores internacionales que "no está sujeta a compromisos de ninguna clase con terceros"

Foto: El nuevo director general de Abengoa Yield, Santiago Seage. (EFE)
El nuevo director general de Abengoa Yield, Santiago Seage. (EFE)

El nuevo director general de Abengoa Yield, Santiago Seage, ha desplegado un verdadero ‘cordón sanitario’ para romper cualquier tipo de conexión entre la compañía cotizada en el Nasdaq y su accionista de referencia en España. Las acciones de Abengoa Yield en poder de Abengoa han servido de colchón multielástico como aval de garantía para que el grupo sevillano supere el primer ‘match ball’ de su eventual suspensión de pagos. El objetivo ahora consiste en evitar que los activos más sanos y rentables de la participada británica puedan verse afectados por el plan de reconversión que necesita poner en marcha la multinacional de la familia Benjumea en los próximos tres meses. Como corolario de todo este proceso, la empresa ha cambiado su denominación social y pasará a identificarse a partir de ahora con el nombre de Atlántica Yield.

Seage llegó a finales de noviembre a la nueva Atlántica Yield después de medio año al frente de Abengoa como consejero delegado. El cambio no fue del todo bien entendido en aquellos momentos, que coincidieron precisamente con la solicitud formal del preconcurso de acreedores. La misión del antiguo consultor de McKinsey y directivo de Procter&Gamble ha adquirido carta de naturaleza en poco más de un mes, y consiste claramente en preservar la joya de la corona y sus activos más rentables, de los que precisamente depende la generación de ingresos del grupo español y, por ende, la capacidad de pago de los multimillonarios compromisos financieros.

El llamado ‘proceso independentista’ de la antigua Abengoa Yield se fundamenta en la legislación británica a la que está acogida la empresa. En otras palabras, la compañía es ajena a la regulación concursal española, dispone de un gobierno corporativo amparado en la normativa anglosajona y cuenta con un consejo de administración dominado por mayoría de independientes. De este modo, el grupo Abengoa, como accionista de referencia español, no puede imponer ninguna estrategia en la compañía cotizada en el Nasdaq, que seguirá negociando sus acciones bajo el 'ticker' ABY.

Atlántica Yield no está sujeta a la legislación concursal española y su consejo de administración está dominado por mayoría de independientes

La estrategia desplegada por Seage se desarrolla en paralelo a la que en España están siguiendo los representantes de Abengoa con vistas al plan de rescate del grupo. Sin embargo, los movimientos en Atántica Yield se efectúan en sentido totalmente contrario y sobre una base de crecimiento sostenido que garantiza el pago constante de un dividendo a sus accionistas. Cabe señalar que el grupo Abengoa posee algo más del 40% del capital de su participada, si bien la mayor parte de esta cuota, un 36% en números redondos, está pignorada por los bancos y los bonistas de la matriz. El resto de socios son fondos de inversión de Estados Unidos, entre los que destacan Jennison Associates, Investment Management o Guggenheim Funds Investmen Advisors.

En las últimas semanas, el equipo gestor de la compañía británica se ha esmerado por lanzar al mercado un mensaje inequívoco para asegurar su operativa independiente “sin compromisos de ninguna clase con terceros”. El objeto social de la empresa se concreta en la búsqueda, identificación, compra y gestión de activos maduros, con una vida media productiva por encima de los 20 años y localizados en mercados estables de Norteamérica, América del Sur y Europa. La cartera de activos es actualizada de manera permanente para conseguir la necesaria diversificación que garantice los objetivos de productividad.

En la actualidad, explota dos de las más complejas y avanzadas plantas termo-solares del mundo, situadas en Mojave y Solana (Estados Unidos). Cuenta también con instalaciones de energías renovables en España, Sudáfrica, Uruguay y México, así como redes eléctricas en Perú y Chile. En conjunto, opera cerca de 1.500 megavatios de renovables, otros 300 de energía convencional y casi 1.800 kilómetros de líneas de distribución. El origen de los ingresos procede en un 66% de las nuevas energías verdes, en tanto que el resto se reparte prácticamente a medias entre otras fuentes de producción convencional y el negocio de transporte de electricidad.

La 'joya de la corona' del grupo de la familia Benjumea mantiene sus objetivos de dividendo y espera en 2016 incrementos de dos dígitos en facturación y ebitda

El mapa de la deuda de todo el grupo Abengoa descifrado por KPMG a instancias de los bancos acreedores sitúa el pasivo total de Atlántica Yield en 6.503 millones de euros, si bien solo 570 millones corresponden a la deuda corporativa. El resto son créditos vinculados a proyectos que cuentan con plenas garantías de rentabilidad y que precisamente por eso constituyen la reserva principal para saciar las demandas de los diferentes y múltiples acreedores. Dicho de otro modo, la sociedad de bandera británica actúa como la gallina de los huevos de oro que necesita salvarse de la quema, entendiendo como tal la reestructuración del grupo Abengoa, en la que ya venía trabajando el propio director general de Atlántica Yield cuando estaba al frente de la corporación en España.

La hasta ahora conocida como Abengoa Yield cerró el tercer trimestre del año con un ebitda de 484 millones de dólares (441 millones de euros) y un efectivo a distribuir superior a los 140 millones de dólares (128 millones de euros). La empresa mantiene sus objetivos presupuestados para el cierre de 2015 y prevé en 2016 incrementos de doble dígito tanto en la facturación como en el beneficio operativo. Dicha estimación al alza está favorecida por la entrada en producción a lo largo del próximo año de nuevos proyectos que iniciaron su operatividad en el ejercicio precedente. Esta es la tendencia con la que trabaja la empresa y cuya eficiencia depende de la autonomía que, a la postre, consiga obtener Santiago Seage.

El nuevo director general de Abengoa Yield, Santiago Seage, ha desplegado un verdadero ‘cordón sanitario’ para romper cualquier tipo de conexión entre la compañía cotizada en el Nasdaq y su accionista de referencia en España. Las acciones de Abengoa Yield en poder de Abengoa han servido de colchón multielástico como aval de garantía para que el grupo sevillano supere el primer ‘match ball’ de su eventual suspensión de pagos. El objetivo ahora consiste en evitar que los activos más sanos y rentables de la participada británica puedan verse afectados por el plan de reconversión que necesita poner en marcha la multinacional de la familia Benjumea en los próximos tres meses. Como corolario de todo este proceso, la empresa ha cambiado su denominación social y pasará a identificarse a partir de ahora con el nombre de Atlántica Yield.

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