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España tiene un nuevo señor del jamón... factura 1.350 millones y vive en Lleida
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RELEVO EN EL GRUPO vALL COMPANYS

España tiene un nuevo señor del jamón... factura 1.350 millones y vive en Lleida

Vall Companys tiene un reto tras dar empleo a 4.000 personas y contar con más de 1.200 granjas asociadas: mejorar su escasa rentabilidad. Afronta ahora el relevo en su cúpula directiva

Foto: Foto: Grupo Vall Companys.
Foto: Grupo Vall Companys.

El pasado 20 de octubre fallecía a los 66 años Josep Vall Palou, presidente del gigante porcino Vall Companys. Su muerte convierte “de facto” en hombre fuerte del grupo al consejero delegado, Josep Pedrós Riasol, mientras los tres hijos del empresario son los herederos del imperio. Dos factores han caracterizado la gestión de Pedrós: el crecimiento fuera de Cataluña y la apuesta por el jamón curado como segmento de nuevo crecimiento para la compañía.

Pedrós ha ejercido como mano derecha de Josep Vall desde que hace 15 años este compró a sus primos Ramon y Josep Maria Vall Pla su parte en Vall Companys. Por tanto, Josep Pedrós tiene el control efectivo de la compañía desde el año 2000. Entonces, Josep Vall pagó 138 millones por el 50% de la compañía que aún no controlaba. Desde entonces, convirtió el grupo, con sede en Lleida, en un gigante de la alimentación, con especial atención en el ramo del jamón curado.

En la actualidad, Vall Companys factura 1.350 millones de euros, incluyendo empresas jamoneras como Naturiber y Jamcal Alimentación. Además, opera mataderos, plantas avícolas y diversas inversiones porcinas. El grupo se ha convertido en uno de los mayores emporios alimentarios de España. El desaparecido Vall Palou se centró en convertir en un gigante la empresa de harinas animales que habían fundando su padre, José María Vall Company, y su tío, Antonio Vall Company. Y lo consiguió.

También hubo fracasos. En 1993, el grupo entró en Estados Unidos. Pero no se consiguieron beneficios hasta seis años después. Y al final se optó por salir del país en 2002. Al nuevo consejero delegado no le tembló la mano para dar ese golpe de timón.

Ahora, el nuevo presidente del grupo será el hijo de Vall Palou, Josep Vall Esquerda. Por su parte, su hermano Óscar dirigirá el ‘family office’ familiar, que posee importantes propiedades inmobiliarias, sobre todo en Lleida capital. Por último, la hermana, Meritxell, dirigirá la rama de laboratorios farmacéuticos de uso veterinario del grupo, Mevet. Los tres hermanos son miembros del consejo y las acciones del grupo se reparten por igual.

Pero desde el punto de vista de gestión, el hombre fuerte seguirá siendo Pedrós. Él ha sido el artífice de la apuesta por el jamón en los últimos años. En 2012 crearon la filial Jamones Duriber. Con esta sociedad se hicieron con el fondo de comercio de Jamones Nicolau, el 25% de Jamones de Alto Aragón y en 2014 adquirieron el 28% de Comapa. Como siempre en Vall Companys, el precio de las adquisiciones no se hizo público pero el grupo acostumbra a no repartir dividendos y todos los beneficios los reinvierte. El ritmo de inversión anual es de unos 50 millones.

Más compras jamoneras

La diversificación en el sector del jamón ha seguido siendo una constante de la estrategia de crecimiento de la compañía leridana. Este mismo año 2015, compró Naturiber a Ibercaja. Esta compañía de jamones salmantina puede curar hasta dos millones de piezas. No fue la única inversión, pero sí la más importante este año. Vall Companys poco antes había comprado Industrias Reunidas Jabugo, con capacidad para curar más de 400.000 jamones anuales.

Antes de estas dos adquisiciones, Vall Companys ya vendia 18.000 toneladas de jamón curado, lo que supone el 7% de toda la producción jamonera de España. Con las nuevas compras, este año en curso esta cuota de mercado habrá crecido pero todavía no hay datos disponibles.

El reto de la rentabilidad

El principal reto de futuro para la empresa es mejorar su escasa rentabilidad. El grupo factura mucho. Da empleo a más de 4.000 personas y cuenta con más de 1.200 granjas asociadas. En 2014, las ventas de 1.350 millones representaron una subida del 20% en dos años. Pero la sociedad gana poco dinero. El beneficio fue de 72 millones. Un problema típico del sector alimentario español.

Por eso la apuesta por el jamón busca productos de mayor valor añadido que incrementar los márgenes del grupo. Que la nueva generación siga refrendando la misma gestión apunta a nuevas compras por parte de la empresa catalana en el sector jamonero.

El pasado 20 de octubre fallecía a los 66 años Josep Vall Palou, presidente del gigante porcino Vall Companys. Su muerte convierte “de facto” en hombre fuerte del grupo al consejero delegado, Josep Pedrós Riasol, mientras los tres hijos del empresario son los herederos del imperio. Dos factores han caracterizado la gestión de Pedrós: el crecimiento fuera de Cataluña y la apuesta por el jamón curado como segmento de nuevo crecimiento para la compañía.

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