Abengoa afronta pérdidas históricas tras admitir que tiene varios proyectos en el aire

Abengoa va a dar hoy malas noticias al mercado. En un esfuerzo por sanearse y hacer un ejercicio pleno de transparencia, la compañía andaluza anunciará esta tarde pérdidas históricas de cientos de millones de euros al reconocer que varios de los proyectos que estaba desarrollando en realidad son fallidos. Especialmente, algunos contratos que la compañía tiene en Latinoamérica y cuya viabilidad está en el aire por falta de financiación.

Fuentes próximas al grupo controlado todavía por la familia Benjumea han confirmado que hoy, a las 18:00 horas, con la bolsa ya cerrada, cuando expira el plazo que tienen las empresas cotizadas para hacer públicas las cuentas de los nueve primeros meses del año darán a conocer unas cuentas especialmente malas. De hecho, ante las informaciones aparecidas en este medio, la compañía ha adelantado mediante un hecho relevante remitido a primera hora a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, que las pérdidas alcanzan los 194 millones, "motivadas, principalmente, por el saneamiento del valor de la participación que la sociedad ostenta en su participada Abengoa Yield como consecuencia de la disminución de su valor de cotización de la misma a 30 de septiembre de 2015".

La compañía con sede en Sevilla ha elegido presentar los resultados entre enero y septiembre justo tras el cierre de los mercados de capitales para evitar una reacción irracional de los inversores. De esa manera, tras una presentación de los mismos de Santiago Seage, el consejero delegado nombrado a finales de abril, tratará de calmar a los tenedores de las acciones y de los bonos con el fin de que tengan 48 horas para analizar la información.

No obstante, fuentes de varios fondos oportunistas que tienen en su cartera tanto títulos de renta variable -bolsa- como fija -bonos- ya sospecharon ayer que Abengoa iba a dar un paso adelante en su proceso de someterse a una limpieza a fondo de sus cuentas. De hecho, las ventas provocaron que la cotización de la empresa de ingeniería se desplomase casi un 9% durante gran parte de la sesión y cayera por debajo del precio al que se cambiaba antes de que el domingo anunciase el acuerdo para dar entrada a Corporación Financiera Gonvarri en el capital. Como ocurrió en la sesión del martes, las compras de última hora redujeron la caída del valor a cerca de un 6%.

Como adelantó en exclusiva El Confidencial el pasado lunes, el acuerdo con los empresarios vascos se presume muy difícil de cumplimentar, puesto que el desembolso de 350 millones de la familia Riberas está condicionado a la aportación por parte de la banca acreedora de líneas de financiación por 1.500 millones. Tras las dos reuniones mantenidas con las entidades nacionales y extranjeras, las posiciones siguen muy distantes, porque la mayoría de los bancos siguen muy reacios a prestar más dinero a una empresa que en los últimos meses les ha dado muchos sobresaltos.

“Es muy complicado que la operación salga adelante en los términos actuales. Si hace una semana no había acuerdo para aportar los 250 millones de déficit que descubrió KPMG, no va ser fácil un acuerdo para asegurar 1.500 millones durante dos años”, reconocía el presidente de un banco extranjero en España que es acreedor de Abengoa. Un alto cargo de otra entidad con presencia global en todo el mundo sumaba un problema añadido. Y es que algunos de los 60 bancos con los que trabaja la empresa andaluza ya han decidido cerrar sus líneas de crédito, por lo que los que aún están en la mesa de negociación tendrán que asumir la parte de los que ya han salido. La división en los acreedores es total.

Precisamente, Abengoa quiere hacer hoy un sacrificio sin igual en sus 75 años de historia para recuperar la confianza de los acreedores al poner a cero el balance, de tal forma que acabe de una vez por todas con los sustos financieros que la han llevado a hundirse en bolsa y a provocar la salida de los Benjumea del consejo de administración. La otra consecuencia de las pérdidas que presentará esta tarde es que acelerará la necesidad de que la compañía ponga en marcha lo antes posible la ampliación de capital que anunció por primera vez el 1 de agosto, y que aún sigue sin poder llevarse a cabo por falta de acuerdo con la banca y las dudas sobre su salud financiera.

En las reuniones que han tenido esta semana los dueños de Gonvarri con la banca, no han especificado las pérdidas que sufre la compañía, por lo que los números que se conocerán hoy supondrán un antes y un después a la hora de decidir qué hacer. Las dos partes han quedado en volver a verse la próxima semana mientras el consejero delegado de Abengoa se verá con inversores para dar explicaciones sobre el estado de la compañía.

Plan de ahorro

En su defensa, decir que Abengoa ha logrado una cartera récord (Record Baklog) de adjudicaciones en operación y mantenimiento en los últimos 25 años al conseguir más de 5 billones de euros procedentes únicamente de esta actividad. En paralelo, como ya ha adelantado este diario, la compañía ha puesto en marcha un plan estratégico para la optimización de los costes y gastos. El objetivo principal es lograr convertir la actual compañía en una con mayores ratios de eficiencia y rentabilidad para sus clientes y accionistas. Pese a que está previsto que se implemente en varias fases graduales a lo largo de 2015 y 2016, la compañía estima que supondrá una reducción de 100 millones de euros al año, que se reinvertirá en la propia actividad de la compañía.

La parte positiva de los resultados será la cartera de adjudicaciones de mantenimiento y operación -5.000 millones de euros- y la cartera de proyectos de ingenieria y construcción, que alcanza los 8.800 millones, un 34% de ella obtenida en Norteamérica.