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Banco Santander sufre en Wall Street tras comprar carteras fallidas de créditos
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el nuevo ceo anuncia cambio de estrategia

Banco Santander sufre en Wall Street tras comprar carteras fallidas de créditos

La filial del grupo español se desplomó cerca de un 20%, hasta su nivel más bajo desde que debutó en EEUU, tras anunciar que deja de comprar portfolios de préstamos con mucho riesgo

Foto: Estreno de Santander Consumer USA en Wall Street. (EFE)
Estreno de Santander Consumer USA en Wall Street. (EFE)

Al Banco Santander parece seguir atragantándosele Estados Unidos, mercado en el que irrumpió en 2006 con la compra de Sovereign y cuyos reguladores ya le han leído la cartilla por no tener fondos suficientes. El último capítulo ha sido la fuerte caída en bolsa de Santander Consumer USA (Scusa), su división de préstamos a particulares, que la semana pasada se dejó un 20% al reconocer que había comprado carteras fallidas por cerca de 2.200 millones de dólares.

El pasado jueves, Jason Kulas, el nuevo consejero delegado de Scusa nombrado por Ana Botín el pasado mes de julio, anunció desde Dallas un cambio en la estrategia de la subsidiaria al tiempo que José Antonio Álvarez, el CEO -por las siglas en inglés- del grupo en el mundo, detallaba los resultados globales en Madrid. Kulas adelantó que el banco dejaría de comprar carteras de créditos originadas por LendingClub y Bluestem Group, dos servicios 'online' de concesión de préstamos a colectivos con pocas garantías.

Santander había estado comprando portfolios de estas páginas web gracias a la alta rentabilidad que obtenía por el diferencial de tipo de interés. Pero, por el contrario, su tasa de morosidad era también muy alta, lo que ha llevado al nuevo consejero delegado a revisar la estrategia de su predecesor. “En el tercer trimestre hemos empezado a hacer una evaluación de nuestras líneas de negocios y hemos decidido enfocar nuestra atención en los automóviles, la división principal”, señaló el nuevo consejero delegado.

“Aunque la cartera de créditos personales está al corriente, no tenemos intención de mantener estos activos como inversión”, agregó. El resultado fue que la cotización de Scusa se dio un batacazo de más de un 15% ese día hasta casi tocar el nivel más bajo desde que se estrenó en bolsa, en enero de 2014. El castigo continuó el viernes, cuando las acciones se devaluaron otro 4,5%, hasta situarse en 18 dólares, un 25% por debajo del precio al que debutó en los mercados de capitales.

El duro revés se produce apenas cuatro meses después de que Banco Santander comprase un 9,68% adicional de esta filial -ya tiene el 68,7%- a un fondo de capital riesgo por 928 millones de dólares (836 millones de euros), por lo que las minusvalías son considerables. Este nuevo paquete tiene ahora un valor de 624 millones de dólares, casi un tercio menos. Un mal comportamiento que ha llevado a varios inversores a interponer una demanda colectiva -'class action'- contra la entidad española al considerar que cuando hizo la oferta pública de venta (OPV) no dio información precisa del estado de salud de su cartera de créditos.

Las cuitas con la Reserva Federal

Los problemas de Santander Consumer Holding llegan después de que la entidad haya sido llamada a capítulo por la Reserva Federal de Estados Unidos por no cumplir con la normativa americana, lo que la llevó a ser suspendida en los últimos test de solvencia. Una medida que la obligó a no poder pagar dividendos en el futuro. El banco ha acordado una serie de medidas para subsanar sus deficiencias con el regulador estadounidense, que entre otras cosas le exige mejorar la gestión de liquidez, la de riesgos, los planes de capital para cada negocio y reorganizar su estructura consolidada de todas las áreas.

En estos momentos, el grupo tiene cuatro grandes divisiones: banca privada con sede en Miami, banca mayorista en Nueva York, la unidad de banco de consumo y el banco comercial en Boston. Los cambios que pide la Reserva Federal son de mucho calado, ya que suponen crear un nuevo 'holding' completo. El Santander ha contratado a unas 500 personas para atender la nueva estructura y los requerimientos de las autoridades, al tiempo que ha cambiado a los principales directivos del Santander en Estados Unidos.

Al Banco Santander parece seguir atragantándosele Estados Unidos, mercado en el que irrumpió en 2006 con la compra de Sovereign y cuyos reguladores ya le han leído la cartilla por no tener fondos suficientes. El último capítulo ha sido la fuerte caída en bolsa de Santander Consumer USA (Scusa), su división de préstamos a particulares, que la semana pasada se dejó un 20% al reconocer que había comprado carteras fallidas por cerca de 2.200 millones de dólares.

Ana Patricia Botín José Antonio Álvarez Reserva Federal Wall Street
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