Empark cambia de marcha y se ofrece a Saba para crear el gigante de los aparcamientos

Donde antes te di portazo, ahora te pido que me abras la puerta. Así puede resumirse el camino de ida y vuelta vivido entre Empark y Saba, dos de las mayores compañías de aparcamientos de Europa, y líderes en el mercado ibérico, que ahora podrían terminar repostando juntas.

Hace casi dos años, cuando empezaron a circular los rumores de venta de la concesionaria portuguesa, la catalana llamó a su puerta varias veces, interesada en sellar una fusión que le permitiera ganar la dimensión necesaria para salir a bolsa. Pero la lusa siempre rechazó el ofrecimiento, ya que sus intenciones se dirigían más a encontrar un comprador que pusiera sobre la mesa los cerca de 1.000 millones que sus accionistas, con la firma Silva&Silva a la cabeza, pedían por la compañía.

El pasado abril, ese caballero blanco apareció en la figura del gigante francés Ardian, fondo propietario de Vinci Aparcamientos, que llegó a un acuerdo con los dueños de Empark para negociar en exclusiva la adquisición. Pero, en verano, el galo se retiró de la puja por motivos nunca aclarados públicamente, aunque entre bambalinas se apunta a que en el proceso de 'due dilligence' aparecieron unas complicaciones societarias que terminaron arruinando el acuerdo.

Es en este contexto en el que Empark ha tratado de retomar las relaciones con Saba, un guante que la compañía ha recogido, pero con cautela. Según confirman fuentes conocedoras, hace dos semanas, el consejo de administración de la concesionaria catalana aprobó analizar la operación, pero despacio y al detalle, porque cuando una venta lleva tanto tiempo en el mercado, la razón recomienda ser prudentes, aunque la tentación de sellar un acuerdo rápido sea grande.

Saba lleva tiempo acariciando una operación de este tipo, que le permitiría dar el salto de dimensión que necesita para salir a bolsa. Un acuerdo con Empark daría lugar a un gigante con 700.000 plazas de aparcamiento y presencia en España y Portugal, sus principales mercados, además de Reino Unido, Italia, Andorra, Chile, Francia o Turquía. La cifra conjunta de negocio rondaría los 400 millones de euros, ya que ambas compañías tienen unos ingresos próximos a los 200 millones cada una, pero también sumarían una deuda total en torno a los 1.000 millones de euros.

Venta de Saba

El acercamiento de Empark llega en un momento de máxima tensión dentro del accionariado de Saba, ya que tres de sus accionistas han comunicado a la compañía el deseo de desinvertir. Se trata de Torreal, el grupo de Juan Abelló, que posee un 20%; KKR, dueño del 18,2%, y ProA Capital, con el 10,5%. Aunque muchos interesados han analizado la operación, el hecho de que La Caixa tenga la mayoría con el 50,1% ha desalentado la operación, al darse por hecho que, al final, será la entidad la que cierre un posible acuerdo.

Aunque los fondos siguen adelante con sus planes, si en paralelo surge la oportunidad de una operación con Empark que permita ganar el tamaño suficiente para salir a bolsa, apoyan esta opción, que les permitiría cumplir su objetivo de desinversión en el mercado de valores. El salto al parqué también sería una ventana de oportunidad para los 3.500 pequeños accionistas que siguen presentes en Saba y que se reparten otro 1,2% del capital.

En el caso de Empark, el accionariado se reparte entre Silva&Silva, que posee el 50,3%, la entidad lusa Novo Banco (antiguo Espírito Santo), dueña de otro 22%, Ahorro Corporación, que posee un 8,2%, y tres fondos que se reparten casi otro 20%. La compañía también cuenta con la muestra de interés del empresario Eugenio Hinojosa, que siempre ha estado interesado en este proceso e, incluso, cuando Empark firmó el acuerdo de exclusividad con Ardian, mantuvo viva su propuesta por si, como ha terminado ocurriendo, la francesa derrapaba.