Es noticia
La matriz de Volkswagen pagará el pato del escándalo del diésel en favor de sus filiales
  1. Empresas
La estrategia pasa por encapsular el coste en la central

La matriz de Volkswagen pagará el pato del escándalo del diésel en favor de sus filiales

La compañía ha provisionado 6.500 millones de euros en Alemania para costear la revisión de los 11 millones de coches afectados sin que las filiales vean sus cuentas deterioradas

Foto: Un trabajador de una factoría de SEAT, perteneciente al grupo Volkswagen. (Reuters)
Un trabajador de una factoría de SEAT, perteneciente al grupo Volkswagen. (Reuters)

La matriz de Volkswagen (VW), la sociedad VW AG, será la que asuma los costes del escándalo de las emisiones diésel, según han explicado fuentes cercanas al grupo alemán. Esa línea de actuación revertiría en favor de filiales como Seat, Audi o Skoda, también salpicadas por esta crisis, ya que vendieron vehículos con el problemático motor EA 189.

Por esta razón, VW ha provisionado 6.500 millones de euros en Alemania. Esta reserva de fondos debería servir para costear la revisión de los 11 millones de coches afectados sin que las filiales, todas ellas controladas por VW al 100%, vean sus cuentas deterioradas por el impacto del falseamiento en las mediciones de partículas de óxido nitroso (NOx), consideradas cancerígenas.

Esto libera dos riesgos que podían pesar sobre el grupo: uno, que las filiales tuviera que hacerse cargo de sus coches, 700.000 vehículos en el caso de Seat; el otro, que los costes de la revisión, de manera total o parcial, se trasladasen a la parte más débil de la cadena: la red de concesionarios. Ambas alternativas se descartan, según las fuentes del sector de la automoción consultadas.

De este modo, desde el punto de vista financiero, la crisis se encapsulará en la matriz y se impide que, desde el punto de vista financiero, contamine a sus filiales. No se podrá hacer lo mismo con el impacto negativo que tenga en las ventas de las diversas marcas del grupo y que se considera el principal peligro que pesa sobre el gigante mundial de la automoción.

Pero la revisión de los vehículos será compleja. Si además de modificar el software hay que instalar un catalizador para rebajar el nivel de emisiones, tal como apuntan algunas fuentes, eso implicará complicaciones añadidas, puesto que el catalizador no va en el mismo lugar en todos los modelos. El algunos habrá incluso que hacer modificaciones añadidas. Y eso supone una operación en el taller o concesionario más larga y costosa.

Sin embargo, por ahora las ventas no se han visto perjudicadas, claro que el escándalo estalló juste en el cierre de septiembre. VW es el líder de ventas en España. En concreto, VW ha vendido este año 68.965 vehículos frente a los 61.286 de Seat comercializados en el mercado español. Los problemas, tanto en España, como para el resto de los mercados mundiales vendrán en los datos que correspondan al último trimestre del año en curso, cuando, presumiblemente, sí que se reflejará un impacto negativo en el aspecto comercial.

Sanción europea

Esta semana el ministro de Industria, José Manuel Soria, ha empezado a lavarse las manos en el escándalo en el “dieselgate”. Ahora ya ha renunciado a recuperar las ayudas del plan PIVE. La excusa es que las ayudas van vinculadas al CO2 y no al óxido nitroso. Pero fiscalmente hay otros aspectos que el ministro ha evitado comentar, como, por ejemplo, que el plan PIVE lo perciben los usuarios y no las empresas, por lo que Seat no podría devolver unas ayudas fiscales que no ha ingresado, ya que éstas ha ido al bolsillo de los consumidores.

Soria también ha apuntado otro aspecto: que la sanción tendrá de alcance europeo, es decir, que la ejercerá Bruselas, dado el alcance comunitario de la crisis, ya que VW y sus filiales vendían coches en toda la UE. Eso dejará al margen a los gobiernos nacionales, incluida España. Y al parecer, al contrario que en EEUU, Bruselas va a tomarse su tiempo, dado el tamaño y el peso específico de VW tanto en términos económicos como de empleo en Europa, con una tecnología, el diésel, en el que la UE es líder mundial.

Dos velocidades

Pero mientras la multa de Bruselas avanza al ralentí, la de Estados Unidos lo hace a toda velocidad. Espoleada por la industria de Detroit, que lleva años viéndose humillada por Toyota desde el Pacífico y por VW desde el Atlántico, la sanción norteamericana irá mucho más rápido. Todavía no ha sido fijada, y los cálculos de 18.000 millones de dólares no contemplan cómo se verá reducida esta cifra cuando la multinacional asuma el coste de las revisiones.

Como el total de las sanciones todavía no ha sido establecido, la provisión por las mismas no se ha llevado a cabo. VW también está asegurando al grupo que este coste también será imputado a VW AG, sin que caiga en cascada hacia abajo. Algo lógico ya que la mayor parte de las filiales, como es el caso de Seat, se limitaban a montar los motores EA 189 con el software predeterminado y cuyo conjunto ya llegaba homologado desde Alemania. Una razón más para que el pagano de este desastre se concentre en Wolfsburg.

La matriz de Volkswagen (VW), la sociedad VW AG, será la que asuma los costes del escándalo de las emisiones diésel, según han explicado fuentes cercanas al grupo alemán. Esa línea de actuación revertiría en favor de filiales como Seat, Audi o Skoda, también salpicadas por esta crisis, ya que vendieron vehículos con el problemático motor EA 189.

Caso Volkswagen José Manuel Soria
El redactor recomienda