100 Montaditos propone una quita del 70% de la deuda para salir de la bancarrota en EE UU

Restalia, la compañía propietaria de la cadena de bares y tapas 100 Montaditos, ya ha puesto encima de la mesa su plan para salir del concurso de acreedores en Estados Unidos, país donde ha tropezado en su agresiva expansión internacional. La empresa dirigida por José María Fernández Capitán ha propuesto a la banca pagar solo el 33% de la deuda y una simplificación de la filiales.

Según el documento oficial propuesto a los acreedores, 100 Montaditos ha ofrecido abonar 33 centavos por cada dólar que adeuda. Los acreedores le reclaman 27 millones de dólares, de los que casi 22 corresponden a las requerimientos de los franquiciados y dos a los propietarios de los locales que estaban arrendados. Por el contrario, 100 Montaditos USA considera que la deuda real o no garantizada a pagar es de apenas 6 millones de dólares, una cuarta parte de lo que le exigen los distintos demandantes. Una diferencia muy elevada, por lo que el plan deberá ser aprobado por el comité de acreedores.

100 Montaditos USA considera que la deuda real o no garantizada es de apenas 6 millones de dólares, un cuarto de lo que le exigen los distintos demandantes

El grupo español, que solicitó acogerse a la norma conocida como Chapter 11 -similar al concurso de acreedores en España- tras declararse en bancarrota en Estados Unidos, ha planteado, además de la quita de la deuda, una reestructuración de sus filiales, que pasarán de catorce a tan solo cuatro. 100 Montaditos llegó a tener 15 restaurantes repartidos entre el estado de Florida y en la costa este, pero desde que presentó la declaración concursal ha cerrado al menos cuatro locales. Varios de ellos estaban en las mejoras zonas de Miami, donde el precio por metro cuadrado es muy caro.

El plan de rescate tiene que ser ahora revisado por un juez estadounidense para dar el visto bueno siempre y cuando el comité de acreedores acepte el sacrificio propuesto por Restalia. Pese a la agresividad de la quita, poco habitual en los procesos similares en España salvo en casos de grave crisis, a los bancos y a los franquiciados no les quedan muchas opciones si quieren recuperar algo de lo que les adeuda. Fuentes oficiales de Restalia confian en obtener todas las autorizaciones el próximo mes de octubre para volver a la normalidad.

En 2014 apenas puso en marcha 50 establecimientos al otro lado del Atlántico, donde no ha logrado implantar el modelo de éxito que ha tenido en España

El desembarco de 100 Montaditos en Estados Unidos fue en 2011, momento en el que Restalia anunció que quería abrir hasta 4.000 establecimientos en cuatro años entre el mercado estadounidense y el latinoamericano. Solo en Nueva York quería tener 30 establecimientos. Pero a finales de 2014 apenas había podido poner en marcha unos 50 al otro lado del Atlántico donde no ha podido implantar el modelo de éxito que ha tenido en España.

La situación se complicó mucho por las quejas continuas de los franquiciados derivada de la política de precios de la cadena, que les hacía perder dinero por las constantes ofertas a la baja para atraer clientes, además del alto coste inmobiliario de los locales elegidos para la expansión. La ley de franquicias es mucho más severa en Estados Unidos que en España, por lo que muchos de los socios han demandado a la compañía por incumplimiento de contrato.

Finalmente, como adelantó El Confidencial el 5 de marzo, Francisco Cernuda, el consejero delegado del holding en Estados Unidos, se acogió al Chapter 11. Apenas veintes días después, Cernuda fue despedido y sustituido por Ignacio García Nieto, el ejecutivo que está tratando de convencer a los acreedores para intentar iniciar una nueva etapa.

Restalia ha cerrado el primer semestre con 72 nuevas aperturas de sus marcas 100 Montaditos, Cervecería La Sureña y TGB (The Good Burger), dentro y fuera de nuestro país. Estas inauguraciones se suman a los más de 500 establecimientos que la compañía tiene en la actualidad a nivel global. Su objetivo es alcanzar la cifra de 1.000 en dos años, crecimiento que le podría requerir la entrada de inversores en el capital.