Slim ofrece a Fortress, Goldman y King Street una quita del 20% para sellar la paz en Realia
El empresario quiere negociar con los tres fondos, tenedores de casi 800 millones de deuda de la inmobiliaria, recomprársela con un descuento similiar al que acordaron con Hispania
Es el último escollo que le queda por superar a Carlos Slim en su batalla por conquistar Realia y, desde ayer, tiene pista libre para solucionarlo. La posición acreedora de los fondos Fortress, Goldman Sachs y King Street en la inmobiliaria era, hasta ahora, una espada de Damocles contra la que el azteca carecía de escudo, ya que como titulares de 793 millones de deuda de la inmobiliaria pueden forzar el pago inmediato de todo este dinero ante un hipotético cambio de control. Y este puede llegar hoy mismo, si la opa lanzada por Slim le lleva a superar el 30%.
A esta amenaza se suma que, hasta ahora, Inmobiliaria Carso, sociedad a través de la cual el mexicano ha orquestado esta operación, tenía vetado poder negociar con los fondos, debido al acuerdo que habían firmado los tres con Hispania. Pero la socimi anunció ayer su decisión de retirarse de la guerra de opas, lo que libera a Fortress, Goldman Sachs y King Street de este compromiso y abre la puerta a Slim a plantearles formalmente un acuerdo que lleva tiempo analizando.
Según afirman varias fuentes conocedoras de la situación, Slim ofrecerá a los fondos recomprarles la deuda con una quita similar a la que pactaron con Hispania. Como publicó El Confidencial, la socimi acordó con Fortress, King Street y Goldman Sachs un descuento del 21%, al valorar los compromisos financieros que poseen en 626 millones de euros, lo que supone un ahorro de 167 millones. El problema es que los fondos también han analizado todas sus opciones desde que irrumpió Carso y las cartas que decidan poner encima de la mesa pueden variar, y mucho, en función de diferentes factores.
La primera variable que entrará en juego será el resultado final de la opa. Si Slim supera el 30% se activaría la cláusula de cambio de control y los fondos podrían exigir el pago de su deuda en un plazo de cinco días. Sin embargo, la ejecución de esta amenaza es más complicada de llevar a cabo de lo que a priori puede parecer y Slim contaría con armas legales para plantarle cara en los tribunales.
De hecho, el azteca, que está siendo asesorado por el despacho Ontier en todas sus estrategias legales, ha demostrado ser un hábil conocedor de la normativa española, lo que le ha permitido hacerse con el control de FCC sin lanzar una opa, o haber esquivado la amenaza de que la CNMV le marcara el precio de su oferta sobre Realia, lo que le habría encarecido mucho la operación.
Por otro lado, si el mexicano logra su objetivo y los minoritarios de la inmobiliaria declinan acudir a su oferta, dado que Realia cotiza un 20,6% por encima de los 0,58 euros de su oferta, para los fondos sería muy difícil demostrar que se ha producido un cambio de control y, por tanto, de activar la cláusula de ejecución inmediata.
Y eso que, tras adquirir a Bankia el 24,9% que tenía en Realia, Inmobiliaria Carso controla más del 60% del capital, entre esta participación directa y la indirecta que le confiere ser el primer accionista de FCC.
Dura negociación
Entre las opciones que tienen Fortress, Goldman y King Street destaca la de esperar hasta dentro de un año, cuando vence la deuda, momento en el que podrán exigir el cobro total de sus compromisos, postura que les libraría de tener que aceptar quitas, pero que iría en contra de las operativas habituales de este tipo de vehículos, más dirigidas a operaciones rápidas.
Consciente también de este punto, Slim confía en poder terminar llegando a un acuerdo con los fondos, aunque es sabedor de que se enfrenta a una negociación dura en la que para nadie pasa desapercibido que el punto de partida, una quita similar a la de Hispania, es siempre la peor de sus ofertas.
Es el último escollo que le queda por superar a Carlos Slim en su batalla por conquistar Realia y, desde ayer, tiene pista libre para solucionarlo. La posición acreedora de los fondos Fortress, Goldman Sachs y King Street en la inmobiliaria era, hasta ahora, una espada de Damocles contra la que el azteca carecía de escudo, ya que como titulares de 793 millones de deuda de la inmobiliaria pueden forzar el pago inmediato de todo este dinero ante un hipotético cambio de control. Y este puede llegar hoy mismo, si la opa lanzada por Slim le lleva a superar el 30%.