El banco malo andorrano apenas tendrá que asumir 100 millones por la crisis de BPA

El banco malo andorrano apenas tendrá que asumir 100 millones de euros por la crisis de Banca Privada de Andorra (BPA), según explican fuentes financieras conocedoras de los problemas de la entidad. Esta cifra se desprende de la primera criba sobre el balancequeestá llevando a cabo la firma PwC para segregar BPA y poder vender la parte saneada del banco.

Los trabajos no están acabados y la cifra definitiva se cerrará cuando acabe la segunda criba, lo que se espera que ocurra durante el mes de junio. El objetivo del regulador andorrano, el Instituto Nacional Andorrano de Finanzas (INAF), que tiene intervenido BPA, es afinar al máximo qué parte de los depósitos están contaminados por su origen ilícito y, por tanto, incurrirían en las actividades de blanqueo que en su día denunció Estados Unidos y que desembocó hace hoy dos meses en la crisis de BPA y de su filial española, Banco Madrid, actualmente en situación concursal.

Las cifras que arrojan los actuales trabajos sitúan el problema en una horquilla que oscila entre los 50 y los 100 millones de euros, algo del todo asumible por el banco malo andorrano, el recién creado Fondo Andorrano de Resoluciones Bancarias (FAREB), que cuenta con 30 millones de euros de capital inicial aportado por el resto de entidades bancarias del país pirenaico.

PwC está remontándose a los últimos cinco años haciendo un seguimiento cuenta por cuenta y pidiendo a los clientes sospechosos de actividades de blanqueo que expliquen el origen y las motivaciones de cada movimiento en ese período, sobre todo para asegurarse de la calidad de los fondos que queden en BPA una vez segregados los pasivos problemáticos.

De los 6.000 millones de fondos gestionados, sólo 3.346 se encuentran en el balance de la entidad, según la memoria de BPA correspondiente a 2014

En breve, PwC entregará su informe y el plan de segregación a la Agencia de Reestructuración y Resolución de Entidades (AREB), que será la que decida el destino final de BPA.

Crisis de pasivo

Al contrario de lo que es habitual en una crisis bancaria, la de BPA es una crisis de pasivo y no de activos. Por tanto, no se cuestiona el valor de los préstamos y propiedades del banco. En este caso, en cambio, el problema radica en los depósitos y fondos provenientes de actividad criminal y de los clientes que usaban el banco andorrano para blanquear capitales. De hecho, los auditores han certificado la calidad de los activos de BPA, lo que no deja de ser una buena noticia para Andorra en la resolución de su crisis.

De los 6.000 millones de fondos gestionados, sólo 3.346 se encuentran en el balance de la entidad, según lamemoria de BPAcorrespondiente a 2014. Por tanto, en el peor de los casos el problema detectado estaríapor debajo del 3% del pasivode la matriz de Banco Madrid. Por su tamaño, un problema perfectamente asumible incluso para un país tan pequeño como Andorra.

Otra cosa es que este problema, pese a ser pequeño, es de una alta toxicidad, dado que los fondos afectados provienen de redes como las de Gao Ping o el empresario ruso Andrei Petrov, al que se vincula a la mafia de su país. Por tanto, es clave lo que haya podido pactar la directora del INAF, María Cosan, en su reciente viaje a Estados Unidos, en un intento de que la multa que aplique la Administración de ese país no suponga unmayor descalabro económico. El INAF no ha hecho público ningún resultado de estas conversaciones.

Silencio en el corralito

El silencio es más sospechoso porque formalmente hoy acaba el plazo para presentar alegaciones ante el FinCEN, el organismo estadounidense. Andorra como país no ha alegado nada y espera que la firmeza mostrada contra BPA y sus máximos accionistas, los hermanos Cierco, hayasido suficiente para atenuar el impacto sancionador de los norteamericanos.

Mientras, BPA sigue sometido a un corralito en el que los clientes sólo pueden retirar 2.500 euros en efectivo a la semana. La intención del Gobierno andorrano es vender el banco cuanto antes para que el Principado vuelva a la normalidad. Pero eso será complicado si no se llega a un acuerdo con Higini y Ramon Cierco, que en este momento se encuentran en pie de guerra contra el ejecutivo de Antoni Martí por la intervención de BPA y que sienten que la solidez financiera que se desprende de la exhaustiva revisión a la que se está sometiendo el balance del banco los carga todavía más de razones.