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El dueño de 100 Montaditos entra en bancarrota en Estados Unidos
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tras su agresiva expansión en florida

El dueño de 100 Montaditos entra en bancarrota en Estados Unidos

Restalia, la compañía de José María Fernández Capitán, ha solicitado el Chapter 11, el equivalente americano del concurso de acreedores en España, tras una agresiva expansión en Miami

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A Restalia, la compañía dueña de franquicias como 100 Montaditos o La Sureña, se le ha atragantado su expansión internacional. La empresa ha solicitado el concurso de acreedores o bancarrota en Estados Unidos por la mala evolución de su filial americana, un mercado en el que entró en 2011 y que se le ha indigestado.

Según indican fuentes jurídicas, 100 M Holding, la matriz estadounidense de la famosa cadena de bocadillos y sándwiches, se ha acogido a la norma llamada Chapter11, lo que equivale en España al concurso de acreedores. Al otro lado del Atlántico, cuando una empresa recurre a esta solución, se lacalifica como que ha entrado en bancarrota. Es una opción para protegerse de potenciales demandas de acreedores para poder seguir operando mientras se llega a un acuerdo con los afectados.

También se han acogido a esta norma 100 M Operator, 100 M Franchise, 100 M Lincoln y nueve de los restaurantes individuales de la cadena. Los dueños de varios de estos locales son al mismo tiempo acreedores de estas filiales, ya que operaban bajo el sistema de franquicia, al igual que en España. El más afectado por la quiebra es Sysco South Florida, según ha publicado 'Miami Herald'.

El desembarco de 100 Montaditos en Estados Unidos fue en 2011, momento en el que Restalia anunció que quería abrir hasta 4.000 establecimientos en cuatro años entre el mercado estadounidense y el latinoamericano. A finales de 2014 apenas habíapodido poner en marcha unos 50, cuyos lanzamientos eran anunciados a bombo y platillo por el grupo con sede en Pozuelo de Alarcón (Madrid). Hasta hace poco, aún mantenía su intención de instalarse en Nueva York con 30 bares.

Debido a la floja acogida entre la población hispana de la fórmula que ha calado entre los jóvenes españoles, Restalia optó por echar el freno. Así lo reconoció Virginia Dorado, consejera delegadade la compañía, en una reciente entrevista con El Confidencial. En dicho encuentro, reconocía que “en 2011, el mercado americano era tremendo.Pero hemos reconsiderado nuestra estrategia hacia un crecimiento más responsable, más pensado”. Añadió quela capacidad de desarrollo sigue estando ahí, pero se explotará “en otros tiempos”. El objetivo era “no acabar muriendo de éxito”.

Pero en ningún caso mencionaba que ya estaban en trámites para pedir la bancarrota en la Corte Judicial de Miami.Sílo ha hecho Francisco Cernuda, el responsable de la expansión en Estados Unidos, que pidió el Chapter 11 el pasado 4 de marzo.Michael Joblove, uno de los abogados de la empresa, matizó que la quiebra sólo afecta a los restaurantes de la cadena en Florida.

Problemas en España

Los problemas de Restalia no solo están en Estados Unidos. El grupo propiedad de José MaríaFernández Capitán tiene a los franquiciados de España en pie de guerra por los escasos márgenes con los que operan. Debido a la agresiva oferta de precios, con descuentos especiales durante varios días a la semana, muchos restaurantes están en pérdidas, según denuncian los afectados, que no concretan cuántos.También indican que el proyectode hamburguesería, The Good Burger (TGB), tampoco ha dado los resultados esperados.

El próximo 7 de abril, la Asociación de Empresarios de Franquicias de Restaliaha convocado una junta para exponer la situación. Según una carta enviada a los propietarios de los restaurantes, todos los miembros de la asociación presentarán su dimisión ante la incapacidad para dialogar con Fernández Capitán. Un emprendedor que consiguió vender su producto como el 'Starbucks de los sándwiches'o el Zara de los bocadillos y que ahora sufre indigestión.

A Restalia, la compañía dueña de franquicias como 100 Montaditos o La Sureña, se le ha atragantado su expansión internacional. La empresa ha solicitado el concurso de acreedores o bancarrota en Estados Unidos por la mala evolución de su filial americana, un mercado en el que entró en 2011 y que se le ha indigestado.

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