La CNMV cuestiona el fichaje de su exjefa de Sanciones por el bufete Ramón y Cajal

La CNMV no termina de ver con buenos ojos la incorporación de su antigua directora del Servicio de lo Contencioso y Régimen Sancionador, Cristina Vidal, como socia del bufete de abogados Ramón y Cajal. El organismo regulador considera que existe una manifiesta incompatibilidad, con el agravante de que el citado despacho jurídico actúa como representante legal del financiero Jaime Botín en el contencioso que este mantiene con la Comisión de Valores.

Cristina Vidal abandonó la CNMV en septiembre de 2013, por lo que todavía no han transcurrido los dos años preceptivos que se requieren a los altos cargos de la Administración del Estado a la hora de traspasar la ‘puerta giratoria’ al sector privado. En un principio, la actual socia de Ramón y Cajal retomó su labor como abogada del Estado, pero poco después se integró en el equipo jurídico de Barclays en España para fichar finalmente por el despacho que lleva la defensa de Jaime Botín hace menos de cuatro meses.

La trayectoria de Cristina Vidal es irreprochable desde un punto de vista profesional,pero el diablo está en los detalles y en este caso el problema de fondo reside en que la exdirectora de Sanciones de la CNMV tuvo responsabilidad directa en el expediente abierto por el organismo regulador contra el principal accionista de Bankinter. La Comisión de Valores acusó a Jaime Botín de haber ocultado de manera continuada su verdadera posición en la entidad financiera y concluyó la investigación con una multa de 700.000 euros por infracción muy grave.

La sanción fue adoptada a las pocas semanas de que Cristina Vidal se despidiera de la CNMV. Para más inri, el consejo de administración del organismo regulador adoptó su acuerdo en clara discrepancia con el criterio mantenido por la antigua jefa de Sanciones, que se inclinaba por un eximente de prescripción favorable al que fuera presidente de Bankinter. Jaime Botín y la CNMV siguen todavía enzarzados en el conflicto, sobre todo después de que la Audiencia Nacional anulara el pasado mes de diciembre la multa impuesta oficialmente por el ministro de Economía, Luis de Guindos.

Segundo expediente sancionador

El organismo regulador que preside Elvira Rodríguez no ha tirado todavía la toalla y desde un primer momento ha anunciado su intención de incoar un segundo expediente por la misma causa. La CNMV se acoge a la doctrina del Tribunal Supremo que permite a la Administración mantener íntegras sus potestades sancionadoras en tanto en cuanto las actuaciones objeto de infracción no se consideren prescritas.

La caducidad de una investigación no es óbice para emprender un segundo expediente, pero en el caso que ocupa el organismo supervisor tendrá que enfrentarse directamente con los abogados de Ramón y Cajal, entre los que destaca nada más y nada menos que la antigua jefa de Sanciones de la CNMV. En estas condiciones, el actual desempeño de Cristina Vidal entra de lleno en el terreno de la incompatibilidad, al menos desde el punto de vista del organismo regulador.

A partir de ahora deberá ser el Ministerio de Hacienda el que tome cartas en el asunto a través de la Oficina de Conflictos de Intereses. Este departamento es el encargado de resolver y autorizar el traspaso de actividad profesional de los altos cargos de la Administración del Estado. La Oficina de Conflictos de Intereses analiza en estos momentos el fichajepor el Banco Mare Nostrum (BMN) de Alfonso Cárcamo, actual secretario del consejo del FROB y que previamente asumió esta misma responsabilidad en la CNMV. Cárcamo fue precisamente jefe directo de Cristina Vidal y recibió también una oferta para incorporarse al despacho de Ramón y Cajal.