BBVA, Société Générale y Natixis salvan a la familia Lara del agujero en el Sabadell

José Manuel Lara, el editor fallecido el pasado mes de enero tras una larga enfermedad, se marchó dejando resuelto a sus herederos uno de los mayores problemas financieros a los que se ha enfrentado el Grupo Planeta en los últimos años. El empresario había conseguido el visto bueno de la banca para refinanciar cerca de 450 millones de euros vinculados a la inversión en Banco Sabadell, donde ha perdido unos 350 millones.

Según han indicado fuentes conocedoras de la operación, los créditos que Lara pidió a finales de 2006 y que habían sido renovados ya en hasta tres ocasiones han sido refinanciados de nuevo pese a que la cotización de la entidad bancaria cotiza un 66% por debajo del precio de compra. El vencimiento de esta deuda expiraba entre marzo y mayo de este año, por lo que la ejecución de los créditos era potencialmente inminente.

La nueva fecha de expiración se ha fijado para finales de año, justo cuando acaba formalmente el pacto de accionistas por el que la familia Lara participó en la adquisición de hasta un 15% del Sabadell junto con Isak Andic (dueño de Mango), Joaquín Folch Rusiñol (Pinturas Titán), Héctor Colongués (Porcelanosa) y Miguel Bosser (Textil Bosser). A partir de 2016, todos estos miembros de la burguesía catalana, que llegaron a pagar 1.300 millones por este paquete, tendrán las manos libres para vender sus participaciones, que actualmente apenas superan el 6% del capital.

Se desconoce si los bancos financiadores –BBVA, Société Générale y Natixis– le han exigido nuevas garantías a Hemisferio y Jaipur Investments, las dos sociedades instrumentales a través de las cuales Lara y sus socios hicieron una inversión en Sabadell que superó los 500 millones de euros. Hasta la fecha, sí habían hecho las aportaciones de capital necesarias para evitar la ejecución cuando la cotización del banco caía y saltaban los margin calls o límite a partir del cual la garantía no cubre el crédito.

Sin embargo, ni Hemisferio ni Jaipur Investments han reconocido hasta el momento las pérdidas reales acumuladas, ya que las acciones originales fueron compradas a más de 8 euros (6 euros tras las posteriores diluciones) y ahora apenas cotizan por encima de los 2,2. Las minusvalías superan los 350 millones, pero los gestores de ambas sociedades, presididas en ambos casos por José Creuheras, no consideran que tengan la obligación de provisionar un agujero de tal envergadura.

Con la colaboración de Deloitte

Deloitte, el auditor de Inversiones Hemisferio y de Jaipur Investments, no ha incluido ninguna salvedad por este agujero, dando por buena la tesis de los Lara, un argumento según el cual, pese a llevar cerca de nueve años invertidos con el valor de las acciones muy por debajo del precio de compra, el potencial para recuperar el importe pagado en 2006 es factible.

Tampoco lo ha hecho Famol Participaciones, el holding creado por Lara, Andik, Colongués, Folch Ruisñol y Bosser para financiar parcialmente la toma de control del Sabadell. Pricewaterhouse, el auditor en este caso, no ha estimado oportuno valorar a precio de mercado la inversión, lo que llevaría directamente a entrar en causa de disolución a esta instrumental salvo nuevas aportaciones de fondos de los socios. Famol mantiene un 2% de Sabadell, por el que llegó a pagar 485 millones y que ahora vale 178. Esta sociedad arrastra una deuda de 330 millones, que también vencía en mayo y ha sido novada.

Por el contrario, el dueño de Mango, que fue junto con Lara el inversor que más arriesgó, sí ha puesto a cero su apuesta en el Sabadell a través de su firma Mayor Vent. De hecho, Andic reconoció haber perdido 361 millones de euros en la intentona. Una decisión que señala al resto de socios y a sus respectivos auditores, amén de dar extraoficialmente por roto el pacto de accionistas.