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BBVA, el primer banco que volverá al negocio del crédito promotor en dos años
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FUE EL PRIMERO EN PROVISIONARLO EN 2009

BBVA, el primer banco que volverá al negocio del crédito promotor en dos años

El crédito promotor era el gran apestado del negocio bancario después de la debacle inmobiliaria española. Todas las entidades abjuraban de él. Hasta ahora.

Foto: El presidente del BBVA, Francisco González (Reuters)
El presidente del BBVA, Francisco González (Reuters)

El crédito promotor era el gran apestado del negocio bancario después de la debacle inmobiliaria. Todas las entidades abjuraban de él y anunciaban fuertes reducciones año tras año (incluso las nacionalizadas tienen prohibido este negocio por Bruselas). Hasta ahora. BBVA (ver cotización), que tuvo el gran mérito de adelantarse al resto del sector y empezar a provisionar en serio las pérdidas del ladrillo en 2009, es el primer banco que pretende volver a prestar dinero para construir viviendas, según fuentes cercanas a la entidad. Lo hará una vez que se normalice el mercado, algo que la entidad fecha en unos dos años.

Según esta fuente, "no se puede renegar del negocio de crédito promotor por principio. Como en todo, hay promotores malos y promotores buenos. Nosotros queremos centrarnos en esos y hacer lo que debe hacer un banco: financiar la construcción de viviendas para venderlas y ganar dinero con ello". Eso sí, deja claro que no se pueden volver a cometer las locuras de la burbuja, sino que este nuevo crédito debe concederse con criterios de prudencia y valoraciones razonables.

Esta actitud del BBVA contrasta con la del resto del sector, que no quiere ver el crédito promotor ni en pintura, pues su único objetivo es deshacerse del que tiene en balance, normalmente moroso o refinanciado (la famosa "patada a seguir" que sirve para ocultar la morosidad). Y contrasta especialmente con la de su principal competidor, el Santander, que considera que "el objetivo de la unidad inmobiliaria no es dar beneficios, sino desaparecer una vez que venda los inmuebles", según su consejero delegado, José Antonio Álvarez. Este no puso fecha para esa desaparición. Este negocio actualmente tiene activos por 8.100 millones y registró unas pérdidas –por las provisiones para el deterioro de estos activos– de 583 millones, el 8,2% menos que en 2013.

La unidad correspondiente (el 'banco malo') de BBVA tiene 12.500 millones en activos, tras una caída del 14% en 2014 que se explica por un crecimiento de las ventas de inmuebles y de carteras de crédito promotor del 18%. Esto permitió que las pérdidas de este negocio se redujeran el 30% el año pasado, pero aun así suponen un lastre importante de 876 millones para un banco que ganó 2.618 el año pasado.

La fuente consultada fijó la vuelta a la concesión de crédito promotor a la normalización del mercado inmobiliario en España. El consejero delegado de la entidad, Ángel Cano, aseguró ayer en la presentación de los resultados anuales que espera que dicha normalización tarde unos dos años más como máximo, y que en 2016 las pérdidas de esta unidad sean "irrelevantes". Álvarez, por su parte, explicó que Santander está reduciendo sus activos a un ritmo del 20% anual, y que espera que se acelere en los próximos ejercicios.

BBVA fue el primero en reconocer las pérdidas

BBVA se sumó a la burbuja de crédito española con más alegría que su principal competidor, lo que está detrás de ese mayor peso en su balance. Ahora bien, también fue la primera entidad que dijo que el rey estaba desnudo y que había que asumir la realidad del estallido de la burbuja y la necesidad de dotar fuertes provisiones para el deterioro de este negocio. Fue en los resultados de 2009, cuando Francisco González decidió sacrificar por completo el beneficio del cuarto trimestre para empezar a provisionar a lo grande el crédito promotor, así como valorar los inmuebles que garantizaban estos préstamos un 65% por debajo del coste al que fueron financiados.

Con este reconocimiento se adelantó al resto del sector, que se resistía a dotar estas provisiones; en especial las cajas de ahorros más implicadas en el ladrillo, que sabían que hacerlo las llevaría a la quiebra. De hecho, este negocio fue lo que provocó las nacionalizaciones de Catalunya Banc, Novagalicia, Unnim o Banco de Valencia. Pero el sector siguió sin dotar todo lo que debía, hasta que el ministro Luis de Guindos le obligó a hacerlo por real decreto (los famoso 'decretos Guindos') en 2012, que fueron el detonante de la nacionalización de Bankia.

Respecto a la forma en que BBVA volverá al crédito promotor, FG dio ayer algunas pistas al recordar que "las cajas obtuvieron una rentabilidad (ROE) enorme en 2007 y quebraron tres años después. Así que la rentabilidad no puede basarse en el riesgo y en el apalancamiento excesivos, sino en hacer las cosas lo mejor posible. Y la rentabilidad será la consecuencia de ello".

El crédito promotor era el gran apestado del negocio bancario después de la debacle inmobiliaria. Todas las entidades abjuraban de él y anunciaban fuertes reducciones año tras año (incluso las nacionalizadas tienen prohibido este negocio por Bruselas). Hasta ahora. BBVA (ver cotización), que tuvo el gran mérito de adelantarse al resto del sector y empezar a provisionar en serio las pérdidas del ladrillo en 2009, es el primer banco que pretende volver a prestar dinero para construir viviendas, según fuentes cercanas a la entidad. Lo hará una vez que se normalice el mercado, algo que la entidad fecha en unos dos años.

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