El cable gallego aún se escribe con R
En los años 90, un grupo de diez empresarios gallegos liderados por Unión Fenosa apostó por la liberalización del sector de las telecomunicaciones en España.
En los años 90, un grupo de diezempresarios gallegos liderados por Unión Fenosaapostópor la liberalización del sector de las telecomunicaciones en España. La nueva regulación les permitía crear y gestionar una empresa de servicios de telefonía que se ajustasea las necesidades del mercado gallego. Eseánimo porexplotar un nuevo sector dio lugar a Grupo Cable, germen de lo que hoy es la operadora R.
La 'marca Galicia' vivía un momento dulce y querían aprovecharlo. Se enfrentaban a varios retos. Uno, competir con la todopoderosa Telefónica, remanente del viejomonopolio público;yotro, construir infraestructuras propias que permitieran llevar el cable prácticamente hasta la puerta de cada hogar o empresa de Galicia. Hasta entonces, nadie lo había hecho.R lo consiguió, inclusosin el apoyo de un socio tecnológico.
El panorama que tenía por delante el otrora Grupo Cable no hacía presagiar éxitos. El mercado se movía muy rápidotras el fin del monopolio en 1996, y ganar la puja por las licencias era imprescindible. Los intereses empresariales en las grandes corporaciones cambiaban cada poco tiempo y les afectaba el abandono de algunos accionistas. Además, el estallido de la burbuja tecnológica hizo tambalear la capacidad de evaluar adecuadamente elpotencial de negocio existente en este mercado.
Madrid-A Coruña
Grupo Cable sufrió durante años múltiples vaivenes accionariales. En 1998, por ejemplo, el núcleo duro compuesto por constructoras, eléctricas y empresarios locales planteó a Endesa y a Telecom Italia que se sumaran al proyecto, aunque sin ningún éxito. En ese escenario, los accionistas apuestan por presentar la marca R, que permanece al margen de Auna, en la que participaba Caixanova, y que agrupaba a todos los operadores de cable. Con el apoyo de Caixanova y Unión Fenosa, R continúa su proyecto en solitario para Galicia.
El apoyo de la caja de ahorros fue constante. En el año 2000 confió a la operadora de cable gallego todas sus comunicaciones con un contrato de 5 millones de euros. El proyecto R estaba encauzado. Tanto que un año después obtuvo un préstamo sindicado de 288 millones de euros en el que participaron 18 entidades financieras, teniendo a Caixanova como principal garante de la operación.
Los socios apostaron por recuperar talento autóctono para el proyecto y confiaron todas sus esperanzas en el joven profesional Arturo Dopico (Coruña, 1963), que dirigió el proyecto del operador madrileño Madritel, a quien encargancapitanear la recién estrenada R junto a otros cuantos compañeros reclutados del proyecto madrileño.
Así, este grupo de jóvenes ingenieros de telecomunicacionesgallegosaplican en R la experiencia adquirida en la operadora de cable madrileña.Dopico, consejero delegado de R, recuerdalos inicios ilusionantes y la ayuda inestimable de Victoriano Reinoso, entonces vicepresidente de Unión Fenosa, y de Honorato López Isla, consejero delegado y hoy presidente de la operadora de cable:“Entendieron las sinergias entre el negocio de las eléctricas y el de las telecomunicaciones”.
El éxito de lo diferente
Los jóvenes telecos saborearon el éxito de ganar a Cable Europa las tres licencias que estaban en liza para Galicia. Sabedores de que la manera de ser competitivos era crear un negocio con tecnologías avanzadas, decidieron aplicar en R una solución técnica que iba mucho más allá de lo que era entonces común. Apostaron por llevar lafibra hasta el edificio, permitiendo acercar la máxima capacidad de transmisión al cliente. Tan sólo 80 usuarios compartirían cada cable de fibra óptica.
La evolución del mercado, que entre 1999 y 2007 creció un 75%, pasando de 21.000 a 36.800 euros, animó a la compañía a continuar con el plan trazado. Hoy R está presente en el 60% de los hogares gallegos como proveedor de servicios fijos (teléfono e Internet), convirtiéndose asíen el primer operador de la comunidad gallega, además de contar con algunos hitos a sus espaldas, como el hecho de tener 26.000 clientes de alta definición o haber sido la primera operadora en ofrecerservicio de voz, internet y televisión al mismo tiempo.
Por qué R
Los creadores de la operadora querían que su denominación definiera su carácter gallego. Por eso escogieron la letra R, porque es la única que representa un fonema fonéticamente inconfundible, que además es asimétrica y que realmente tiene un sonido casi exclusivo del español y del gallego.
La empresa gallega invirtió en 2014 37 millones de euros y cerró el ejercicio con cerca de 400.00 clientes de móvil y 47.000 nuevas líneas. Si bien los ingresos de la compañía descendieron quedando en 234,6 millones de euros, su ebitda se mantuvo en los 92 millones de euros.
Para 2015, R tiene previsto gastar 58 millones de euros, multiplicar por cinco la velocidad de los servicios y pasar de 8.000 a 50.000 puntos wifi que se autoidentifiquen con el móvil. El nuevo socio, el fondo de capital riesgo CVC Capital Partners, asegura que tiene 1.500 millones de euros reservados para nuevos proyectos de inversión de R.
En los años 90, un grupo de diezempresarios gallegos liderados por Unión Fenosaapostópor la liberalización del sector de las telecomunicaciones en España. La nueva regulación les permitía crear y gestionar una empresa de servicios de telefonía que se ajustasea las necesidades del mercado gallego. Eseánimo porexplotar un nuevo sector dio lugar a Grupo Cable, germen de lo que hoy es la operadora R.