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Banco Santander diluye a sus accionistas en 40.000 millones desde la crisis financiera
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el número de acciones emitidas crece un 100%

Banco Santander diluye a sus accionistas en 40.000 millones desde la crisis financiera

Ha emitido 6.341 millones de nuevas acciones para capitalizarse debido a su escuálido balance, lo que ha provocado un duro sacrificio al bolsillo de sus accionistas

Foto: Ana Botín, en la junta de accionistas de septiembre. (Efe)
Ana Botín, en la junta de accionistas de septiembre. (Efe)

A los gestores del Banco Santander siempre les ha gustado la palabra 'mayor'. Durante años, la entidad se vanaglorió de ser la mayor de Europa por capitalización bursátil, la más grande de España por cuota de mercado, la que obtenía los mayores beneficios del sector. Ahora también tiene el récord de ser una de las que ha diluido a sus inversores en mayor proporción, ya que con la última ampliación su base de acciones en circulación ha crecido un 100%.

Para Emilio Botín, el hecho de que sus paisanos cántabros ganaran dinero con la inversión en Banco Santander era una cuestión de Estado. Como casi siempre aseguraba en las juntas de accionistas, la retribución al accionista era, "como saben, una prioridad para el consejo de administración”, en el que su hija, Ana, la actual presidenta, era miembro desde 1989. Sin embargo, desde que estalló la crisis en 2007, la entidad ha duplicado el número de títulos que representan su capital, lo que ha supuesto una dilución para sus accionistas del 40.000 millones.

El primer banco de España vale ahora 15.749 millones de euros menos que a finales de 2007, año que se da como el último previo al crash financiero mundial. Ese ejercicio, el capital del grupo controlado con la familia Botín, pese a tener apenas un 0,66%, estaba representado por 6.254 millones de acciones. Hoy, tras la emisión de otros 1.254 millones de títulos, la base de capital se compone de 12.595 millones.

Si se toma como referencia la cotización actual, la emisión de estos 6.341 millones de títulos nuevos asciende a casi 40.000 millones de euros, algo más de la mitad de la capitalización bursátil del Santander a día de hoy. Todo un sacrificio para los accionistas, el 50% de los cuales son inversores de a pie, de una entidad que en los últimos años ha alardeado de ser la mayor de Europa por valor de mercado gracias a las adquisiciones realizadas en Europa y Latinoamérica. Un engorde del balance que estaba sostenido por un esqueleto insuficiente de fondos propios pese a que sus responsables sostenían hasta hace apenas dos meses que estaban suficientemente capitalizados.

BBVA y empleados de postín

En este tiempo, BBVA, su principal competidor y entidad comparable en España, también ha forzado la paciencia de los ahorradores, pero en menor proporción. El banco presidido por Francisco González ha pasado de tener 3.748 millones de títulos en circulación a los 6.171,4 millones tras la ampliación realizada el pasado noviembre por 2.000 millones, para financiar la compra del turco Garanti. La cotización ha caído un 14% desde que se ejecutó la operación. Desde 2007, el grupo con sede en Bilbao ha diluido a sus accionistas en 17.763 millones, un 39% de su capitalización bursátil.

La única compensación que han recibido los inversores del Santander han sido los 28.000 millones en dividendos que el banco había pagado en los últimos cinco años, según cuantificó Botín en la junta ordinaria de 2014. Un devengo que en su mayoría se había hecho con el reparto de ‘papelitos’ en lugar de en efectivo como venía siendo tradicional en la banca española hasta el estallido de la crisis. En concreto, y según aseguró el presidentefallecido el pasado mes de septiembre, esa fórmula de remuneración conocida como scrip dividend había tenido “una gran aceptación” porque el 87% de los accionistas se acogía a recibirlo en títulos. La familia, por el contario, optaba casi siempre por el dinero fresco.

La medida, no obstante, no ha terminado de gustar a los empleados del grupo, que en los últimos doce meses han reducido en 12,47 millones en el número de acciones en su poder. Un paquete valorado en 75 millones de euros a los precios actuales, según consta en documentos oficiales del grupo. En este periodo de tiempo, la plantilla se redujo en 4.700 personas. El último en vender ha sido Jesús María Zabalza, consejero delegado de Santander Brasil, que el 30 de diciembre se desprendió de 150.000 acciones por algo más de un millón de euros. Ha evitado perder un 14%, que es lo que la cotización cayó este viernes en bolsa. En 2014, el número uno de la principal franquicia del grupo vendió 250.000 títulos.

Ahora, Ana Botín ha decidido reducir un 66% el pago del dividendo, que pasará de los 0,60 euros que su padre prometía todos los años a los ahorradores particulares a apenas 0,20. Y ello pese al aumento del beneficio, que en 2014, según la cifra adelantada por el propio banco con objeto de la ampliación de capital, crecerá un 30%, hasta los 5.800 millones. En cualquier caso, es un 36% inferior a los 9.060 millones que el grupo se apuntó en pleno boom de la economía.

A los gestores del Banco Santander siempre les ha gustado la palabra 'mayor'. Durante años, la entidad se vanaglorió de ser la mayor de Europa por capitalización bursátil, la más grande de España por cuota de mercado, la que obtenía los mayores beneficios del sector. Ahora también tiene el récord de ser una de las que ha diluido a sus inversores en mayor proporción, ya que con la última ampliación su base de acciones en circulación ha crecido un 100%.

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