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La CNMV exige una OPA de exclusión si Abengoa quiere dejar de cotizar en España
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EL GRUPO APARCA LA PROPUESTA FORMULADA EN ABRIL

La CNMV exige una OPA de exclusión si Abengoa quiere dejar de cotizar en España

Abengoa tendrá que hibernar su proyecto de cotizar sólo en EEUU. La CNMV exige una OPA de exclusión al grupo para sacar de bolsa sus célebres acciones de la clase B

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Abengoa ha aparcado su intento de abandonar la Bolsa española después de que la CNMV haya puesto en entredicho la propuesta formulada hace unos meses por la empresa para dejar de cotizar sus célebres acciones de clase B, privadas de derechos políticos. El organismo regulador que preside Elvira Rodríguez ha exigido a Abenga una OPA de exclusión en firme que la compañía de la familia Benjumea no está por la labor de llevar a cabo. Para Abengoa, lo más urgente ahora es reducir la deuda a un máximo de 4.000 millones de euros de cara al cierre del ejercicio 2014, cuya presentación de resultados a la CNMV debe efectuarse antes de que termine el mes de febrero.

La multinacional andaluza ha aprendido la lección tras la crisis bursátil padecida en noviembre y ha decidido que no puede vivir de forma permanente al borde del precipicio que generan los más de 9.000 millones de deuda consolidada en su balance. La solución pasa por lo que dentro de la propia compañía se considera como el ‘modelo Ferrovial’ o lo que es igual la venta mayoritaria de algunos negocios que, sin perder el control efectivo, permitan soltar lastre y reducir a menos de la mitad el pasivo financiero acumulado por la entidad.

La empresa ha tenido que claudicar ante la presión de los analistas y las agencias de calificación para redibujar el perfil de su balance y simplificar de una manera clara y transparente el nivel de apalancamiento acumulado en estos años. La distinción entre la deuda corporativa y la vinculada a los proyectos, que se identifica como financiación sin recurso a la sociedad matriz, constituye una clasificación demasiado alambicada para asegurar la percepción que Abengoa quiere transmitir a los mercados. De ahí el desplome padecido en bolsa hace dos meses, que más allá de la pérdida de cotización ha supuesto también un serio quebranto para la imagen reputacional de la entidad.

El equipo que dirige Manuel Sánchez, en su condición de consejero delegado, no está dispuesto a tropezar de nuevo en la misma piedra y se ha planteado dar rápidamente un vuelco a toda la estructura contable de la compañía. La solución en ciernes sigue la misma senda emprendida hace más de tres años por Ferrovial, cuando la compañía que preside Rafael del Pino redujo por debajo del 50% la participación de control que poseía desde 2006 en el grupo aeroportuario BAA.

Ferrovial llegó a convertirse en el primer operador privado de infraestructuras del mundo, pero la grandeza del perímetro de negocio obligó a un esfuerzo descomunal desde el punto de vista financiero. La compañía se embarcó entonces en una política de rotación de activos no estratégicos, que se tradujo en una primera venta inicial del 5,88% de su filial británica. Esta mínima cesión patrimonial, valorada en 325 millones de euros, permitió desapalancar deuda por un importe superior a los 14.000 millones de euros, favoreciendo la puesta en valor efectiva de la constructora española en los mercados de capitales.

Venta de mayoría en Abengoa Yield

El grupo de la familia Benjumea trata ahora de repetir la jugada con sus filiales Abengoa Yield y Abengoa Greenfield. En el caso de ésta última la compañía acaba de hacer público una joint venture con el fondo de infraestructuras EIG Global Energy Partners para el desarrollo conjunto de operaciones que Abengoa mantiene en fase de construcción dentro del sector energético en Estados Unidos, México, Brasil y Chile por valor de 9.500 millones de euros. El futuro partner de Abengoa tendrá la mayoría de capital en la nueva empresa conjunta y, por lo tanto, será el que consolide la deuda asociada a los citados proyectos.

El grupo sevillano ha manifestado también su intención de reducir su participación en Abengoa Yield hasta un 51%, si bien tampoco se descarta en una segunda fase vender un número mayor de acciones, de manera que la filial cotizada en el Nasdaq repercuta con mucha menor fuerza en el pasivo de la matriz. Entre unas y otras operaciones, la compañía quiere rebajar su endeudamiento neto a una cifra máxima de 4.000 millones de euros, con el fin de espantar para siempre los fantasmas que los observadores más susceptibles vienen advirtiendo sobre el futuro inmediato de Abengoa.

Abengoa ha aparcado su intento de abandonar la Bolsa española después de que la CNMV haya puesto en entredicho la propuesta formulada hace unos meses por la empresa para dejar de cotizar sus célebres acciones de clase B, privadas de derechos políticos. El organismo regulador que preside Elvira Rodríguez ha exigido a Abenga una OPA de exclusión en firme que la compañía de la familia Benjumea no está por la labor de llevar a cabo. Para Abengoa, lo más urgente ahora es reducir la deuda a un máximo de 4.000 millones de euros de cara al cierre del ejercicio 2014, cuya presentación de resultados a la CNMV debe efectuarse antes de que termine el mes de febrero.

CNMV Elvira Rodríguez Nasdaq
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