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Santander realiza una ampliación de 7.500 millones y reduce un 66% el dividendo
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UBS Y GOLDMAN SACHS DIRIGIRÁN LA COLOCACIÓN

Santander realiza una ampliación de 7.500 millones y reduce un 66% el dividendo

El Banco Santander se ha rendido a las múltiples críticas sobre su bajo nivel de solvencia respecto a los grandes bancos europeos y realizará una macroampliación

Foto: La presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín (GTres)
La presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín (GTres)

El Banco Santander se ha rendido a las múltiples críticas sobre su bajo nivel de solvencia respecto a los grandes bancos europeos y realizará una macroampliación de capital de hasta 7.500 millones. La entidad ha sido suspendida de cotización por la CNMV cuando subía un 3,33% este jueves, pero a última hora de la tarde el supervisor bursátil ha anunciado que volverá al parqué mañana a primera hora (ver cotización). Se trata de la primera gran operación que acomete Ana Patricia Botín como presidenta de la entidad tras el fallecimiento de su padre. Con el mismo fin, la entidad reducirá drásticamente su dividendo, que pasará de los 0,60 euros actuales a sólo 0,20.

Según un comunicado de la entidad, esta ampliación supone el 9,9% del capital actual del banco, con lo que su ratio de capital de Basilea III fully loaded, es decir, incluyendo ya todas las deducciones que deben practicarse en 2019, pasará del 8,5% al 10%. La ampliación se realizará mediante una colocación acelerada entre inversores institucionales en el mercado, que tendrá lugar esta misma noche y será dirigida por UBS y Goldman Sachs, además del propio Santander. Es decir, se hará con exclusión del derecho de suscripción preferente y deja fuera a sus actuales accionistas.

En cuanto al dividendo, pasará a repartir cuatro dividendos al año de 5 céntimos cada uno (0,20 euros en total), un 66,66% por debajo de los 0,60 que pagaba hasta ahora. Para endulzar esta rebaja, tres de estos pagos se realizarán en efectivo y sólo uno seguirá dándose en acciones (scripdividend). Estas medidas serán aprobadas esta tarde en un consejo extraordinario.

Los analistas e inversores llevaban mucho tiempo criticando el reducido nivel de capital del primer banco español frente a sus competidores europeos, algo que se puso de manifiesto en los recientes test de estrés del sector. De hecho, el Santander era el único que no ofrecía su ratio de capital de Basilea III fully loaded, que es el estándar del mercado. El nivel de exigido por los inversores es del 10%, mientras que Santander esperaba cerrar el año entre el 8,5% y el 8,6%. Ahora lo elevará al 10% y fija como objetivo alcanzar el 11% en 2016 gracias a la generación de beneficios.

La puntilla fue la ampliación de capital de 2.000 millones realizada por el BBVA para completar la adquisición del turco Garanti, que el banco justificó porque "no se puede ir al mercado con un 9% de capital", ya que con esa operación volvía a situarse en torno al 9,5%. De esta forma, el 'eterno rival' ponía todos los focos en Santander, cuya debilidad en este capítulo quedaba mucho más en evidencia.

La resistencia a ampliar capital y el empecinamiento a mantener un dividendo que ha llegado a superar el beneficio del grupo en los peores años de la casa fueron dos señas de identidad de la última época de Emilio Botín al frente del Santander, con el fin de mantener contentos a los grandes fondos presentes en su capital y que éstos no cuestionaran el control familiar de la entidad. Ahora, Ana Patricia ha decidido correr ese riesgo a cambio de consolidar su solvencia.

De hecho, la necesidad de tomar estas medidas fue uno de los principales motivos de enfrentamiento entre Ana Patricia y el consejero delegado que heredó de su padre, Javier Marín, que desembocaron en la destitución de este último en noviembre. La principal tarea que debía acometer su sustituto, José Antonio Álvarez, era reparar la debilidad de capital del Santander, a juicio de los inversores, algo que se cumple ahora.

Ahora bien, el mercado esperaba que esta ampliación tuviera como coartada una operación corporativa que permitiera presentarla como una apuesta de crecimiento en vez de una maniobra defensiva. Con este objetivo, el banco español ha estudiado posibles presas como el italiano Carige o el belga Belfius, pero el único que de verdad le convence es el Espirito Santo portugués. Pero su subasta no se resolverá hasta mediados de año, y el Santander no podía esperar tanto.

El Banco Santander se ha rendido a las múltiples críticas sobre su bajo nivel de solvencia respecto a los grandes bancos europeos y realizará una macroampliación de capital de hasta 7.500 millones. La entidad ha sido suspendida de cotización por la CNMV cuando subía un 3,33% este jueves, pero a última hora de la tarde el supervisor bursátil ha anunciado que volverá al parqué mañana a primera hora (ver cotización). Se trata de la primera gran operación que acomete Ana Patricia Botín como presidenta de la entidad tras el fallecimiento de su padre. Con el mismo fin, la entidad reducirá drásticamente su dividendo, que pasará de los 0,60 euros actuales a sólo 0,20.

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