Todo a 1,5 euros: la revolución de precios no viene de China, viene de Gran Bretaña

Que tiemblen las tiendas de chinos. Parece haber llegado el competidor que les va a hacer sombra. No es español, sino inglés. Las tiendas Dealz se han instalado en España: venden productos de primeras marca a 1,5 euros. Siempre. Y abren de 9 de la mañana a doce de la noche todos los días. Dealz pertenece a la empresa británica Poundland, que en Gran Bretaña e Irlanda tiene más de 500 tiendas con productos a 1 pound.

Esta semana abrían su segunda tienda en Madrid. La primera, en Bravo Murillo, superó todas las expectativas y tuvieron que reforzar el equipo, de unas 45 personas, con 15 más de lo habitual dado el éxito. La segunda está en la calle Alcalá, a escasos metros de El Corte Inglés de Goya. El día de su inauguración, sus pasillos y sus cajas no tenían nada que envidiar al primer día de rebajas de Enero. Grandes colas y gente sorprendida revisando el ticket de compra a la salida. Hay quien se hacía un selfie para mandárselo a su hija en Londres, donde las tiendas a 1 pound son muy comunes.

“Abrimos la primera tienda en julio y queríamos abrir 10 en un periodo de dos años. Pero ya llevamos cinco en los últimos seis meses”, explica Álvaro Villamizar, director general de Dealz España. La primera aterrizó en Torremolinos. Luego vendrían Alicante, Madrid, Málaga y, por último, el segundo establecimiento en la capital. Quieren generar 500 puestos de trabajo directos con las diez primeras tiendas.

Vienen para quedarse

España es el primer país de Europa al que han llegado los ingleses con la fórmula del 1 pound. Según Villamizar, la compañía hizo un estudio de mercado y España encabezaba el ranking. “Tiene que ver con la población, la situación socioeconómica…Era el momento clave”. Según cuenta el director general, la crisis había desplazado la compra de los consumidores hacia las marcas blancas; Dealz pretende ofrecer las primeras marcas a un precio asequible.

¿La clave para ser baratos y rentables? Traer la mayor parte de los productos directamente desde Inglaterra. De hecho, las coca-colas, por ejemplo, tienen hasta el precio rotulado en libras. La compañía Poundland llega a grandes acuerdos con los proveedores ante las grandes cantidades de producto que solicitan.

¿Competencia desleal? El director general lo niega. “Tenemos grandes acuerdos con proveedores, cosas que hacen otros retails. Nosotros queremos vender todo por 1,5 euros y eso implica que hay otra manera de comprar al proveedor”. En sus estanterías se pueden encontrar muchos productos de marca inglesa que el consumidor español no ha visto nunca. Incluso envases de diferente color de una marca conocida.

Otra de las claves, según la compañía, es centrarse en ofrecer sólo 3.000 productos de 17 categorías diferentes. No hay packs ahorro ni grandes formatos.

La competencia

Desde la Confederación de Comercio de Madrid (COCEM) no están preocupados por el terremoto que pueda provocar Dealz. Guillermo González, director general de la patronal, explica que competir desde el comercio más tradicional con ellos es “imposible”. "Nosotros tenemos que apostar por la calidad de atención al cliente y por la innovación”. “Creo que será peor para las tiendas de chinos”, apunta.

Pero parece que ellos tampoco están preocupados. Desde la Asociación de Comerciantes y Empresarios Chinos tienen una opinión muy similiar a COCEM. "Es imposible competir con esos precios", declara Sengli Chen Pen, presidente de la asociación. Chen Pen defiende que el comercio chino hoy día, ya está muy diversificado y debemos dejar de unir chino con tienda de alimentación. Ahora están centrados en otras actividades por que "esas tiendas no tiene futuro, sólo ayudan a sobrevivir y mantener la familia. Por eso competir con los precios de Dealz es imposible. Simplemente damos un servicio, si necesitas algo, bajas y lo compras".

Si no tiene competencia, ¿cuál es el próximo reto de Dealz? Cataluña. Allí no existe libertad de horarios como en la Comunidad Valenciana o Madrid, uno de los puntos fuerte de Dealz. La obligación del etiquetado en catalán también es un hándicap. “Donde fueres haz lo que vieres”, dice el director general. “Nos encantaría abrir allí y nos adaptaremos. No es un reto imposible, es un reto”.