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El PNV se enfrenta a Linde por obligar a las cajas vascas a vender el 51% de Kutxabank
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PRETENDE QUE NO SE SUMEN LOS PORCENTAJES DE CADA UNA

El PNV se enfrenta a Linde por obligar a las cajas vascas a vender el 51% de Kutxabank

La nueva regulación de las cajas de ahorros ha vuelto a enfrentar al PNV con el Estado. Ahora es el Banco de España el objeto de las iras de los nacionalistas.

Foto: El presidente y el director general de Kutxabank, Mario Fernández (i), e Ignacio Sánchez-Asiaín. (EFE)
El presidente y el director general de Kutxabank, Mario Fernández (i), e Ignacio Sánchez-Asiaín. (EFE)

La nueva regulación de las cajas de ahorros ha vuelto a enfrentar al PNV con el Estado. Si en mayo el choque se produjo con el Gobierno, ahora es el Banco de España el objeto de las iras de los nacionalistas, a cuenta de la Circular de cajas de ahorros y fundaciones bancarias. Esta norma impide la 'jugada' que pretendía realizar el PNV para evitar tener que vender el 51% de la entidad o crear el famoso fondo de reserva: que se considere la participación de cada una de las tres cajas vascas individualmente, en vez de como una sola participación conjunta. Esta pelea se complica porque Bildu está haciendo una campaña muy intensa contra la "privatización" de la entidad y porque la supervisión ha pasado a depender del BCE tras los test de estrés.

Como es sabido, la nueva Ley de Cajas obliga a dotar un fondo de reserva a las fundaciones en que se han convertido estas instituciones para cubrir posibles déficits de capital en los bancos a través de los que realizan su actividad financiera. Si quieren esquivar esta obligación, deben vender el 51% del capital del banco, algo que pactaron PP y PNV hace un año; la mayoría piensa hacerlo sacando el banco a bolsa (CaixaBank ya ha colocado un porcentaje para empezar a cumplir este requisito). La excepción son las tres cajas propietarias de Kutxabank, que pretenden eludir este fondo sin necesidad de vender nada del banco.

Para ello, han ideado esta fórmula, que fuentes nacionalistas aseguran que también se pactó hace un año con el Ejecutivo. Consiste en considerar que la participación de cada caja en Kutxabank es independiente de las de las otras dos, con lo que no se sumarían a efectos de determinar el porcentaje de control. En la actualidad, BBK (Vizcaya) posee el 57% del accionariado, Kutxa (Guipúzcoa) el 32% y Caja Vital (Álava), el 11%. Aplicando esta norma, la única que se pasaría es BBK, pero sólo tendría que vemder el 6%... y podrían comprárselo las otras dos, puesto que están muy lejos del tope. Es decir, no sería necesario salir a bolsa ni dar entrada a inversores privados.

Sin embargo, la nueva Circular del Banco de España echa por tierra esa pretensión. De hecho, su prolija redacción parece hecha ad hoc para el caso de Kutxabank (ninguna otra entidad se encuentra en disposición de utilizar esta fórmula). Así, dedica un capítulo entero (el tercero) a las "fundaciones que actúen concertadamente", y en él se llega a decir que "salvo prueba en contrario, se presumirá la existencia de actuación concertada de las distintas fundaciones que mantengan participación en una misma entidad de crédito, en los casos en que aquellas provengan de la transformación de cajas de ahorros que hubieran suscrito en el pasado un acuerdo para la realización conjunta de su actividad financiera a través de la propia entidad de crédito participada o de otra que hubiera resultado absorbida por ella". Es decir, el caso exacto de las cajas vascas. Si hay acción concertada, todas las participaciones computan como una.

Incumplimiento de los acuerdos PP-PNV

Esta redacción es la que ha provocado urticaria en Sabin Etxea, donde no salen de su asombro por lo que entienden como un incumplimiento de los pactos suscritos y como una vulneración de la propia ley que esta circular viene a complementar. De hecho, aseguran que sus servicios jurídicos tienen claro que esta norma no es de aplicación a Kutxabank, y que van a presentar alegaciones a la misma antes de que se apruebe el texto definitivo. Desde el PNV, se insiste en que su objetivo es mantener la entidad "en manos vascas" y garantizar la continuidad de la obra social de las tres antiguas cajas en Euskadi.

Las otras cajas que deben someterse a las obligaciones de la nueva Circular están que trinan con esta pretensión de las vascas, que consideran que es una "trampa" para intentar evitar cumplir la ley como ellas. Asimismo, algunas fuentes aseguran que el propio Luis de Guindos está bastante molesto con esta situación en Kutxabank, ya que es la única entidad donde persisten problemas para cumplir la Ley de Cajas que, no lo olvidemos, es una de las exigencias del Memorándum de Entendimiento (MoU) que España tuvo que aceptar a cambio del rescate europeo de nuestro sector financiero.

Bildu contra Fernández... con el BCE por medio

Las cosas se complican todavía más por otros tres frentes. Por un lado, está Bildu, que es mayoritario en la Kutxa al tener el control de la Diputación de Guipúzcoa. El grupo abertzale ha iniciado una campaña muy crítica con la cúpula de la entidad para impedir lo que ellos consideran que es su privatización, lo cual complica sobremanera la toma de decisiones conjunta de las tres cajas y la gestión del banco. Por otro lado, el presidente de Kutxabank, Mario Fernández, mantiene la postura opuesta a Bildu y ha asegurado en varias declaraciones públicas que no entiende el miedo a la entrada de inversores privados o a salir a bolsa.

Según dijo tras sacar la mejor nota de las entidades españolas en los test de estrés, ha habido un "show" en Kutxabank desde el pasado enero con el "único objetivo de perjudicar" al banco al convertir este proceso de cambio en un "debate político", lo que no se ha dado en otras comunidades cuando otras cajas, como La Caixa, se han transformado en bancos y han salido a bolsa. Fernández criticó que las cajas vascas han "perdido" nueve meses para "reinventar la rueda" y transformarse en fundaciones bancarias –la Kutxa lo hizo la pasada semana– y que ahora es el momento de que decidan "qué quieren ser de mayores" en Kutxabank. Respecto a la posible salida a cotizar, afirmó que, al no poder captar capital en bolsa, su banco compite en un mercado global y regulado por el BCE con un "coche de pedales frente a Ferraris".

Para terminar de configurar este enrevesado panorama, hay que recordar que Kutxabank ya no está supervisada por el Banco de España, sino por el BCE, al igual que todas las entidades españolas salvo las cooperativas. "Guindos puede tener un momento de debilidad y pactar con el PNV, pero el BCE no lo va a tolerar, porque forma parte de la troika, que impuso la obligación de que las antiguas cajas pierdan el control de sus bancos o doten el fondo de reserva", señala una de las fuentes consultadas. El PNV replica que las cosas son justamente al revés: "Es el Banco de España el que se ha sacado ahora de la manga esta norma cuando ha perdido las competencias de supervisión".

La nueva regulación de las cajas de ahorros ha vuelto a enfrentar al PNV con el Estado. Si en mayo el choque se produjo con el Gobierno, ahora es el Banco de España el objeto de las iras de los nacionalistas, a cuenta de la Circular de cajas de ahorros y fundaciones bancarias. Esta norma impide la 'jugada' que pretendía realizar el PNV para evitar tener que vender el 51% de la entidad o crear el famoso fondo de reserva: que se considere la participación de cada una de las tres cajas vascas individualmente, en vez de como una sola participación conjunta. Esta pelea se complica porque Bildu está haciendo una campaña muy intensa contra la "privatización" de la entidad y porque la supervisión ha pasado a depender del BCE tras los test de estrés.

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