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El BCE será quien decida qué bancos españoles pueden volver a pagar dividendo
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LINDE DIJO QUE "ESTUDIA SERIAMENTE" ESTE TEMA

El BCE será quien decida qué bancos españoles pueden volver a pagar dividendo

La vuelta al pago de dividendo en efectivo por parte de la banca española tendrá que ser autorizada por el BCE como nuevo supervisor en lugar del Banco de España.

La vuelta al pago de dividendo en efectivo por parte de la banca española tendrá que ser autorizada por el BCE como nuevo supervisor en sustitución del Banco de España. Esto contradice al gobernador Luis Linde, que el domingo aseguró que "no hay una decisión tomada, pero es un tema a estudiar seriamente". Además, fuentes del sector explican que esta autorización se referirá a cada banco individualmente, es decir, no habrá una norma general para el sector como en la actualidad. El BCE también será el responsable de autorizar la creación de bancos y la toma de participaciones significativas.

Como es sabido, el Banco de España limitó en 2013 el reparto de dividendos en efectivo por parte de los bancos al 25% de su beneficio, como una medida extraordinaria para reforzar su solvencia en un momento en que el sector salía del rescate europeo y de la crisis de la deuda pública de 2012. Sin embargo, este carácter extraordinario fue eliminado cuando Linde decidió prorrogar la medida en 2014 ante las peticiones del FMI, y se convirtió en permanente. Pero ahora, tras el buen resultado del conjunto de la banca española en los test de estrés europeos publicados el domingo, esta medida queda cuestionada.

Fue precisamente en la rueda de prensa para presentar los resultados de este ejercicio cuando el gobernador fue interpelado por esta cuestión y respondió que se está estudiando seriamente pero que no hay una decisión tomada. Sin embargo, esa decisión ya no le corresponderá a él, sino que entrará en las competencias que asumirá el Banco Central Europeo como supervisor único a partir del próximo lunes.

¿Y cuál será la decisión de la institución con sede en Fráncfort? Las fuentes consultadas explican que no habrá una norma general para todas las entidades españolas, sino que la autorización o prohibición será individual. "Evolucionará a un análisis fino entidad a entidad, porque en unas tiene sentido por prudencia supervisora y en otras no; el dividendo es una fuente muy fácil de recapitalización", explica una de ellas.

Cambio radical en la relación con el supervisor

Esta va a ser la norma a partir de ahora, según explican las entidades sometidas a los test de estrés. "La relación con el supervisor va a cambiar radicalmente. Por ejemplo, a partir de ahora no habrá una norma como la circular contable que diga que cuánto hay que provisionar en función de cada crédito, sino que cada banco tendrá que cubrir sus riesgos de una manera distinta en función de su exposición y su perfil. Ni tampoco llegará el inspector a decirte que provisiones 10 millones más por esto o aquello. Lo que te va a preguntar el supervisor es cómo estás preparado por si ocurre algo inesperado, de ahí la importancia de los test de estrés", explica una de las principales entidades españolas.

Vídeo: La banca española supera los test de solvencia del BCE

En este sentido, la prioridad del nuevo supervisor es reforzar la solvencia de las entidades ante cualquier eventualidad. Por ello, ha instado incluso a las que aprueban con holgura las pruebas a que sigan reforzando su capital como prioridad en vez de volver a dar crédito (de ahí que estos resultados no garanticen ni mucho menos un incremento de la financiación de la economía). Es más, como también adelantó El Confidencial, el BCE va a poner deberes a las entidades que han sacado un aprobado raspado en el examen; y una de esas medidas será claramente la prohibición de repartir dividendo.

El Banco de España pierde las competencias administrativas

Por otro lado, la entrada en vigor de la supervisión única europea implica también la asunción de una serie de competencias administrativas por parte del BCE, una parte menos conocida de la transferencia de soberanía nacional hacia Europa. Entre ellas, está la citada autorización del pago de dividendo, pero también otros permisos como la propia creación de un banco (las famosas fichas bancarias), la toma de participaciones significativas, la creación o venta de filiales, etc.

Esto significa que el Banco de España también perderá estas competencias, junto con la supervisión de las 15 principales entidades del país. Una situación que no termina de ser asumida en Cibeles a la luz de las últimas declaraciones y según algunas de estas entidades: "Fráncfort quiere ejercer desde el primer momento su poder y el Banco de España se resiste a cederlo de golpe, así que las entidades estamos viviendo momentos de tensión por esta lucha", señalan desde otra entidad.

En el sector algunos hablan con sorna de que el hasta ahora supervisor nacional se va a rebautizar como "Banco Rural de España", ya que sólo va a tener competencias sobre las cajas rurales menos Cajamar (además de las cajas de ahorros de Ontinyent y Pollença). Otros auguran que su principal tarea va a ser la del servicio de estudios como gran centro de análisis de la economía española. Sea como fuere, los bancos españoles deben prepararse para una relación con el supervisor completamente diferente a la que tenían hasta ahora. Y en esa relación se enmarcará la vuelta al dividendo en efectivo.

La vuelta al pago de dividendo en efectivo por parte de la banca española tendrá que ser autorizada por el BCE como nuevo supervisor en sustitución del Banco de España. Esto contradice al gobernador Luis Linde, que el domingo aseguró que "no hay una decisión tomada, pero es un tema a estudiar seriamente". Además, fuentes del sector explican que esta autorización se referirá a cada banco individualmente, es decir, no habrá una norma general para el sector como en la actualidad. El BCE también será el responsable de autorizar la creación de bancos y la toma de participaciones significativas.

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