Es noticia
No sólo es Rato: Santander mantendrá a Morado, el segundo que más gastó en 'black'
  1. Empresas
TARJETAS VIP DE CAJA MADRID

No sólo es Rato: Santander mantendrá a Morado, el segundo que más gastó en 'black'

Santander no sólo tiene el problema de Rato derivado de las tarjetas de Caja Madrid. Tiene otro menos conocido pero incluso más importante: Ricardo Morado

Foto: Ricardo Morado (izquierda).
Ricardo Morado (izquierda).

Banco Santander no sólo tiene el problema de Rodrigo Rato derivado de las tarjetas de Caja Madrid. Tiene otro menos conocido pero incluso más importante: Ricardo Morado, exdirector de organización y sistemas de la caja, y el segundo que más dinero gastó con su tarjeta, 448.300 euros. Actualmente es director de riesgo tecnológico y operativo en el banco que preside Ana Patricia Botín, que no tiene ninguna intención de despedirle porque aquellos hechos tuvieron lugar en otra entidad antes de que se incorporase al banco.

"Lo que hizo lo hizo en otra organización, en su desempeño dentro del Banco Santander no hay ningún motivo para despedirle. Por tanto, no hay ningún cambio en su situación actual", explica un portavoz de la entidad, que añade que, cuando se le contrató, nadie conocía la existencia de la tarjeta black. Asimismo, recuerda que Rato no es empleado del banco (es miembro de su consejo asesor internacional), mientras que Morado sí lo es.

No obstante, esta circunstancia hace que la presencia de Morado sea más grave que la del exvicepresidente del Gobierno, porque los empleados están obligados a cumplir un código ético, algo que no está claro en los miembros del citado consejo asesor. Y este código establece, por ejemplo, que "queda prohibida la solicitud o la aceptación de cualquier tipo de pago, comisión, regalo o retribución por operaciones efectuadas por el Grupo, así como obtener de otra forma provecho de la posición que se ostenta en el mismo en beneficio propio". Asimismo, impone que los trabajadores del banco "cuidarán de que la realización de gastos se ajuste estrictamente a las necesidades".

El banco sostiene que estas normas sólo afectan a su actuación dentro del Santander, no a lo que hizo en el pasado. Pero es más difícil aplicar este criterio a otras normas referidas a la fiscalidad: "Los Sujetos del Código evitarán todas aquellas prácticas que supongan la ilícita elusión del pago de tributos en perjuicio de la Hacienda Pública", sin hacer referencia al origen de dichas obligaciones. Igualmente, señala que "Los Sujetos del Código evitarán en todo caso la utilización de estructuras de carácter opaco con finalidades tributarias", y precisamente la denominación de tarjetas black proviene de su opacidad.

En todo caso, el primer banco español no piensa tomar medidas contra Morado por el posible incumplimiento de estos preceptos. Además, fuentes conocedoras de la situación explican que sería difícil justificar como procedente un despido basado en las tarjetas VIP y que el caso acabaría con toda seguridad en Magistratura, donde el banco tendría que justificar que la actuación de este directivo en Caja Madrid perjudica al Santander.

Hay que recordar que Morado es el segundo implicado en el escándalo de las tarjetas que más dinero se gastó con ella, sólo por detrás de Ildefonso Sánchez Barcoj (575.100 euros) y por delante de Miguel Blesa (436.700). Como informó en su día El Confidencial, la mayor parte de esa cantidad fue retirada en efectivo en cajeros o ventanillas para que no se pudiera controlar en qué se lo gastaba, aunque antes de adoptar esta práctica realizó algunos gastos relacionados con el esquí y pagó numerosas comidas con su tarjeta B.

Morado se llevó más de un millón de indemnización

Morado se incorporó a Caja Madrid procedente de la consultora McKinsey como director general de sistemas y organización, es decir, responsable de tecnología. En ese puesto, que mantuvo hasta su salida, manejó un megapresupuesto de unos 1.000 millones de euros para renovar toda la informática de la entidad en un período de cuatro años. Fue despedido a mediados de 2010 con la sustitución de Blesa por Rato en la presidencia de la caja, con una indemnización situada entre el millón y el millón y medio de euros, en función de las fuentes consultadas. Una indemnización jugosa pero muy lejos de los más de 6 millones que se llevó Matías Amat o a los casi 5 de Enrique de la Torre (también titulares de tarjetas B).

Existe cierta polémica sobre si Morado respetó el período de incompatibilidad (el llamado garden leave) que conllevaba esta indemnización. Algunas fuentes aseguran que era de dos años, en cuyo caso habría incumplimiento porque se incorporó al Santander en 2011. En cada directivo ese período se pactaba individualmente. Otra fuente quita importancia al tema: "A Rato no le importaba si se respetaba o no. Él y Norniella querían hacer limpieza y les daba igual dónde se fueran los que echaban o cuándo".

Morado tiene actualmente el cargo de director del área de riesgo tecnológico y operativo en el Santander, y depende del director general de tecnología, José María Fuster.

La patata caliente de Rato

En cuanto a Rodrigo Rato, Ana Patricia Botín sigue esperando que presente él la dimisión -al igual que ha pedido la baja en el Partido Popular- para no tener que tomar ninguna decisión al respecto. Sin embargo, fuentes cercanas al expresidente de Bankia aseguran que no tiene intención de hacerlo porque sostiene -lo ha hecho ante el juez- que no ha cometido ninguna ilegalidad que le obligue a renunciar.

En esa tesitura, la pelota está en el tejado del Santander, que debe tomar una decisión complicada. Hay que recordar que cuando le fichó para su consejo asesor ya estaba imputado por el 'caso Bankia' y que su consejero delegado, Javier Marín, le ha defendido a capa y espada en varias presentaciones trimestrales. En esta posición tan incómoda, algunas fuentes afirman que su actitud será esperar a que pase el revuelo mediático y tomar decisiones sólo si la Justicia le obliga. Pero la última palabra la tiene la presidenta.

Banco Santander no sólo tiene el problema de Rodrigo Rato derivado de las tarjetas de Caja Madrid. Tiene otro menos conocido pero incluso más importante: Ricardo Morado, exdirector de organización y sistemas de la caja, y el segundo que más dinero gastó con su tarjeta, 448.300 euros. Actualmente es director de riesgo tecnológico y operativo en el banco que preside Ana Patricia Botín, que no tiene ninguna intención de despedirle porque aquellos hechos tuvieron lugar en otra entidad antes de que se incorporase al banco.

Rodrigo Rato Ana Patricia Botín Caja Madrid
El redactor recomienda