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George Soros se distancia de FCC por la pelea entre la familia Koplowitz
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George Soros se distancia de FCC por la pelea entre la familia Koplowitz

La inanición de Esther Koplowitz a la hora de decidir sobre el futuro de FCC no solo ha provocado una desafección profunda con sus bancos acreedores

Foto: George Soros. (Efe)
George Soros. (Efe)

La inanición de Esther Koplowitz a la hora de decidir sobre el futuro de FCC no solo ha provocado una desafección profunda con sus bancos acreedores. La ausencia de cordura financiera, a juicio de varios analistas, ha enfadado también a George Soros que, según distintas fuentes, ha reducido su participación del 3,8% en la constructora. Una situación que ha generado las primeras grietas entre la madre, la hija y el primer ejecutivo, Juan Béjar.

Fuentes de varios brokers que siguen la cotización de FCC aseguran que el inversor estadounidense ha vendido parte de las acciones que compró en diciembre del pasado año a 16 euros. No obstante, matizan que, dado que los gestores de Soros estructuraron la adquisición con contratos derivados (swaps), no se puede contrastar hasta dónde ha disminuido su paquete.

La complejidad de su compra fue tal que nunca llegó a aflorar oficialmente su 3,8% ni en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La compañía admite que tampoco es capaz de saber cuál es la presencia actual de Soros, sobre el que se rumoreó que llegó a alcanzar a mediados de año el 8% del capital cuando FCC cotizaba a más de 18 euros por título. La sospecha de los ejecutivos es tal que le han pedido a Soros por escrito que les concrete cuál es realmente el número de acciones que tiene en sus manos. El inversor les ha asegurado que la mantiene intacta, pero la desconfianza es total.

La presunta salida de Soros que circula en las mesas de los operadores desde agosto sería un golpe duro contra FCC y contra Juan Béjar, que el pasado mes de agosto voló a Estados Unidos a reunirse con los gestores del inversor de origen húngaro y con Bill Gates (tiene el 6,7%) para explicarles la situación de la compañía tras cerrar la refinanciación de 4.500 millones. El directivo, que tiene una gran credibilidad entre los inversores institucionales, les trasmitió la certeza de que en septiembre se lanzaría la ampliación de capital por 1.350 millones que estaba prevista para el mes de julio con la que se reforzaría los recursos propios del grupo.

Pero la necesaria emisión de acciones ni se produjo antes del verano ni después, lo que ha generado una gran desconfianza entre estos dos grandes accionistas de FCC, que ya no se fían de la familia. “No tienen respeto por los inversores minoristas. Parece un cortijo. Están poniendo en juego la compañía para salvar su fortuna”, indican fuentes de uno de los fondos que más participación tiene en el capital.

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El alejamiento de Soros es mayor porque el reconocido inversor tampoco consiguió convencer a los acreedores de Esther Koplowitz de convertirse en el mayor accionista con la compra de parte de la deuda de la familia con la aportación de 1.500 millones de euros. El magnate habría perdido el 18,7% del valor de su inversión.

Con el apellido Koplowitz en la lista de morosos de BBVA y de Bankia por el impago de unos créditos de 1.000 millones de euros, el nerviosismo se ha trasladado a la bolsa. Las acciones cayeron ayer un 5% tras llegar a derrumbarse un 9% por la incertidumbre sobre la futura recapitalización de la compañía, una operación que ha provocado ya la división de la propia familia por la pérdida del histórico control de la empresa.

Miedo familiar a una OPA hostil

Según distintas fuentes, la cerrazón de Esther Koplowitz ha encrespado a su hija, Esther Alcocer Koplowtiz, presidenta de FCC, y de Juan Béjar, vicepresidente ejecutivo desde principios de 2013. La primogénita y el directivo discrepan entre sí sobre la postura de la madre, a cuyo nombre está el 50,01% del capital. Los yernos de la cabeza de la familia, que han participado en las conversaciones, también están en desacuerdo con la postura de la todavía dueña de las acciones.

placeholder Esther Alcocer Koplowitz. (Gtres)
Esther Alcocer Koplowitz. (Gtres)

El problema es que con la ampliación de capital ese porcentaje se reducirá al menos al 25%, por lo que la compañía podría ser objeto de una OPA hostil por un competidor como ya ocurrió en 2004, cuando Acciona compró el 15% de FCC. Fuentes del mercado indican que el paquete en manos de las Koplowitz podría ser incluso bastante menor porque la brusca caída de la acción aún reduce más si cabe su presencia, sin olvidar que la colocación se hará con un descuento mínimo del 20%. A medio plazo se podían quedar cerca del 15%.

La compañía sigue esperanzada en poder anunciar en los próximos días el acuerdo entre la familia y los bancos acreedores de su deuda personal para posteriormente aprobar la ampliación de capital en FCC. Un deseo que ha entrado en una cuenta atrás con límite el 14 de noviembre, fecha en la que los herederos del fundador entrarían en suspensión de pagos.

La inanición de Esther Koplowitz a la hora de decidir sobre el futuro de FCC no solo ha provocado una desafección profunda con sus bancos acreedores. La ausencia de cordura financiera, a juicio de varios analistas, ha enfadado también a George Soros que, según distintas fuentes, ha reducido su participación del 3,8% en la constructora. Una situación que ha generado las primeras grietas entre la madre, la hija y el primer ejecutivo, Juan Béjar.

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